Impuestos a los grandes para ayudar a los pequeños

La propuesta estrella del PSOE es, sin duda, la creación de un Fondo para el Empleo financiado a través de los ingresos tributarios y presupuestarios y de las aportaciones de las grandes empresas que, a pesar de obtener beneficios, hayan planteado algún Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Es aquí donde se enmarca la tan repetida iniciativa de financiar las ayudas y subvenciones a la seguridad social para pymes a través de un nuevo impuesto sobre los “beneficios de instituciones financieras” (cuando finalice el proceso de reestructuración bancaria en marcha) y otro “sobre las grandes fortunas, que sustituirá al renovado Impuesto de Patrimonio cuando expire en 2012”.

Estas ayudas se concretan en que, en 2012 y 2013, “a todas las empresas de menos de 50 trabajadores, el Estado pagará la Seguridad Social para los nuevos empleos: el 100% el primer año, 75% el segundo y 50% y 25%”, ha prometido el candidato a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. Y esto, para elevar la tasa de creación de empresas del 7% actual, a nivel nacional, al 10% (350.000 nuevas empresas, incluyendo autónomos) y conseguir que 10.000 pequeñas empresas pasen a ser medianas.

“Cuando la sociedad necesita un impulso para crear empleo, los bancos tienen que devolver el dinero”, apuntaba esta semana el número uno al Congreso por Las Palmas, Sebastián Franquis. Queda por saber si a lo que se refiere es a la inconcreta “posible presencia pública en alguna entidad financiera para impulsar la financiación a emprendedores” tras el estancamiento del crédito pese a las ayudas estatales a la banca.

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