Rosell y Rodríguez: dos perfiles distintos que rechazan la uniformidad para hacer frente a “la máquina del fango”

Macame Mesa

Las Palmas de Gran Canaria —

La candidata de Podemos al Congreso de los Diputados por Las Palmas, Victoria Rosell, llega puntual a su cita con Canarias Ahora. Se sienta frente al ordenador y espera que el pequeño punto de color gris que figura en la pantalla del ordenador se torne de color verde para poder conectar con el cabeza de lista de la formación morada en la provincia occidental, Alberto Rodríguez. Las horas del día son pocas en campaña y cada minuto está programado al milímetro.

Ese el motivo de que las nuevas tecnologías faciliten un encuentro que se produce en dos islas distintas, en este caso, Tenerife y Gran Canaria. Un puente que sirve de conversación a dos candidatos con un perfil muy distinto, pero con un argumento semejante para explicar las razones por las que decidieron entrar en política: la necesidad de un cambio.

Ambos coinciden también en que el debate celebrado recientemente entre Pedro Sánchez (PSOE) y Mariano Rajoy (PP) les transmitió una imagen en “blanco y negro”, un sonido propio del NO-DO y y un mensaje de “vieja política” en el que no hubo vencedor y la única perdedora fue la democracia. Si bien Rodríguez admitió que apenas vio unos minutos de emisión y pronto se dedicó a “otras cosas de la campaña, porque para ver un debate que no refleja la realidad del país, mejor no perder el tiempo”.

La magistrada en excedencia y portavoz adjunta de Jueces por la Democracia recuerda decidió entrar en la política y tratar de acceder a la Cámara en la que se crean las leyes, porque “estaba en el Juzgado, pudiendo hacer cada vez menos justicia, con menos margen para hacerla para la gente sencilla, con leyes cada vez más injustas y situaciones cada vez más desiguales”.

Iniciativas como la rebaja de los sueldos, la renuncia de privilegios y que “empezaban a gobernar de verdad para las personas”, atrajo su atención hacia la formación morada, cuya lista aceptó encabezar como independiente después de que se lo propusiera Pablo Iglesias. “Pensé que, entre la necesidad de mejorar las cosas y la existencia de un partido político que me parecía que creaba ilusión por el cambio, pues era el momento de dar el paso”, apostilla.

Rodríguez pasó por un proceso de selección para encabezar la lista de la provincia tinerfeña, al que se presentó tras contar con experiencia como activista del movimiento obrero. “Dando la pelea desde los movimientos sindicales veía cómo cada vez teníamos menos y menos espacio en la legislación laboral para tener unas condiciones dignas”.

“Creemos que hay una brecha abierta, una posibilidad de cambio que hacía décadas que no había en el país y hay que aprovecharla. Para eso alguien tiene que ponerse al frente y hacer el sacrificio personal que supone dedicarte a trabajar por los demás, y aquí estamos”, manifiesta.

¿Qué experiencia están sacando de su entrada en la política, de la campaña?

Rosell - Hay una parte muy buena y es la gente. Cómo nos está apoyando, cómo se está dirigiendo a nosotros. Quizás por mi perfil, a mi se me acercan muchísimas mujeres, muchas diciéndome que confían mí, que ya era hora, agradeciéndome los gestos, las frases, el avance, el paso…. Realmente notamos el apoyo en el acto en la plaza del Pilar de Las Palmas y en la Universidad de La Laguna en Tenerife, fue espectacular y se recibe mucha ilusión y apoyo por el cambio. También es verdad que, en mi caso, estoy recibiendo algo de fango, de la suciedad de la campaña. Están intentando hacerme daño y es duro, pero creo que la gente realmente es sabia y se da cuenta de que estas casualidades en política no existen, que son 18 años de carrera judicial y lo que quede por delante y bueno, supongo que algún enemigo poderoso me habré labrado. Ésta es la parte más cutre, porque yo no he venido aquí a participar del lodazal del que quiero librar a toda la sociedad civil, pero te ves inmersa en él y es complicado a veces mantenerte un poco aparte. Que no te haga algo de daño es imposible, pero quieres centrar el debate en propuestas y programa e intentar no caer a su altura y llevar el mensaje de que no ofende quien quiere, sino quien puede. Ahí estamos, con momentos muy duros y muy buenos, con equipos fantásticos y con muchas ganas, muy pocos medios, mucha honradez y muchísima fuerza.

Rodríguez – Los candidatos de Canarias conocemos bien la máquina del fango. En esta provincia se me ha atacado sobre el aspecto físico, se han dicho muchas barbaridades por mi origen humilde y de familia trabajadora, pero coincido con la compañera en que esto lo dejamos en una anécdota que refleja una parte de la sociedad que está anquilosada en el pasado. Me quedo con todos los aprendizajes de estos meses, que han sido muchos, con toda la gente conocida y diferentes asociaciones y organizaciones de todo tipo de la sociedad civil y, sobretodo, con el calor y la ilusión que nos transmite la gente en la calle, que ven que no tenemos grandes fortunas ni cifras millonarias para hacer la campaña, pero sí que contamos con una fuerza que nadie tiene y no se puede comprar, que es la ilusión de la gente normal y corriente. Son miles los mensajes de apoyo en las redes, en la calle y por teléfono.

¿No se les ha pasado por la cabeza la palabra arrepentimiento?

Rosell - No, qué va. Lo que no te mata te hace más fuerte y es imposible sucumbir al desánimo con todo lo que hay detrás. Los mítines son muy emocionantes. Para mí suponen un escenario nuevo, porque estoy acostumbrada a un debate ordenado, educado e incluso profundo y reflexivo - que no es precisamente el de la campaña - que es el jurídico o judicial. A veces me quedo mirando a una persona como referencia en el público y no acierto, porque he visto que he hablado sobre la memoria histórica y un hombre como un castillo se me ha echado a llorar. La verdad es que es imposible desanimarse o arrepentirse cuando ves que detrás llevas no sólo tus ilusiones, sino las de muchísima gente que está diciendo que quiere que les gobierne gente decente y no personas que están en política para forrarse.

Rodríguez – Lo comparto al 100%. Hay otros motivos más para no arrepentirse y son las consecuencias de sus políticas, las que nos han traído hasta aquí, a esta situación social dramática, de emergencia social. Mientras sigan estando ahí, digamos que no tenemos margen para arrepentirnos.

Sorprende ver a dos candidatos con perfiles tan distintos, ¿qué dificultades encuentran a la hora de unificar ese conglomerado tan amplio que es Podemos?

Rosell – Uno de los valores de Podemos, sin duda, es la pluralidad. Venir de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, venir de la lucha por el pacifismo, de la lucha por el ecologismo y las energías renovables, de la lucha por la justicia, de la lucha por los derechos de la juventud, de los mayores, por los derechos de las mujeres, del feminismo... es un valor en Podemos. Esto no se unifica, se pone en común. Las dinámicas son de aportación de expertos, por ejemplo, en materia de exterior, en la que hay poca gente experta, en política en el mundo árabe, en antiyihaidismo, ¿verdad Alberto?

Rodríguez – Como Pablo Bustinduy, que es una de las mentes más privilegiadas de Europa para hablar de estos temas.

Rosell - Y el propio Julio, el exjefe del Estado Mayor de la Defensa. Son muchos expertos de distintos ámbitos, pero con muchas ganas de cambiar las cosas. Cuando hay ganas de encontrarse y de compartir ese conocimiento, debatirlo y aportar cada uno dentro de su ámbito lo que es capaz, lo que sale es un resultado muy grande. Yo creo que no hay unificación, desde luego no hay uniformidad. Alberto y yo podemos provenir de mundos muy distintos, pero realmente no nos encontramos nunca en una confrontación. Él me aporta a mi el mundo de lo laboral, de estar dentro de una empresa peleando, porque yo el mundo de lo laboral lo conozco desde la abogacía y desde la judicatura. El día que estuvimos haciéndonos las fotos en Madrid, Alberto estaba negociando en su empresa si había convenio colectivo o conflicto. Todo el mundo tiene algo que aportar, porque la sociedad civil es mucho más grande que lo que nos ha demostrado este Gobierno y este Parlamento.

Rodríguez – Y es que realmente, si Podemos no fuera así, si no fuera una herramienta tan amplia y tan diversa, no tendría ninguna posibilidad de ganar ni estaría generando la ilusión que genera en tanta gente. La generamos precisamente por eso, porque representamos a la globalidad de la sociedad con todos sus sectores, con tonas sus penurias y alegrías.

Una de las características que ha querido destacar siempre Podemos es la de contar con la voz de la Ciudadanía. Sin embargo, últimamente no se oyen demasiadas convocatorias de asambleas. ¿Qué herramientas de participación promueven para no desvincularse de la ciudadanía cuando alcancen el Congreso?

Rodríguez – Creo que esa es una percepción errónea y equivocada, que a lo mejor es fruto de la vorágine de la campaña y que no se sabe realmente lo que se está haciendo, porque en el propio diseño de la campaña hemos sido muy participativos y muy abiertos. Así lo reconocen en los medios y lo reconoce la gente con la que estamos haciendo campaña yendo a las plazas, yendo a los barrios a los pueblos, comentándoles un poquito el programa, pero muy poquito y exponiéndoles. Dándole el micrófono a la gente y que nos comente sus inquietudes, críticas y propuestas. En los medios de comunicación incluso nos han felicitado, en muchos de ellos somos los únicos candidatos que promovemos la apertura de teléfonos a la ciudadanía o respondemos los mensajes que mandan por las redes sociales. Yo creo que ese es el ADN de Podemos. Tenemos claro que la mejor vacuna contra la corrupción y contra el robo es la participación de la gente, es la democracia. Creemos que la democracia es, precisamente, algo que puede ir mucho más allá que meter el papel en la urna cada cuatro años.

Rosell- Yo también creo que es verdad que la estructura de Podemos todavía se estaba construyendo cuando, afortunadamente, se consiguieron Concejalías, Cabildos en las Islas y Parlamentos autonómicos. Podemos se va construyendo a la vez que se va haciendo gobierno y gestionando y eso no forma parte de los partidos antiguos y estáticos, sino de los dinámicos. Hace falta no perder la exigencia a ese nivel de convocatoria de los círculos. Es verdad que en campaña, sin querer, los dejas un poco atrás como objetivo, pero sabes que están ahí. Un programa en el que han participado más de 15.000 personas a mi me parece un hito democrático y de transparencia en España. Desde luego es inédito, no había sucedido nunca. Respecto de las instituciones y el contacto con la gente, es la sociedad civil la que va a ir a las instituciones. El Parlamento va a ser una auténtica asamblea de la ciudadanía y de la soberanía popular. Con lo cual, no hay que estar tan pendiente de estar en contacto con la gente cuando eres gente. Aún así, creo que las semanas que tienen los parlamentarios en las que no hay plenos, cualquiera con un poquito de exigencia moral y de honestidad intelectual creería que está destinada, precisamente, a reunirse con la gente del territorio y seguir en contacto o con los círculos o con las asociaciones que te han apoyado y aupado y que realmente tienen que seguir aportando, porque de no hacerlo corres el riesgo de alejarte un poco. Pero siempre será muchísimo más cercano, porque somos los mismos, no nos hace falta estar en contacto con nosotros mismos.

¿Cuál es la labor más importante a desarrollar los próximos cuatro años en sus respectivas provincias?

Rodríguez – Lo tenemos claro, lo hemos dicho siempre que nos ha puesto un micrófono cualquier medio. El principal problema de estas islas es el empleo con sus dos patas: la tasa terrorífica que hay de paro – que no solo viene a raíz de la crisis económica, sino que es algo estructural que vienen sufriendo estas islas durante décadas – y las condiciones de trabajo de la gente que tiene la suerte de tener un empleo. El fenómeno tan tristemente conocido de los trabajadores pobres. Hace unos años era ciencia ficción que pudiera pasar que alguien con un empleo necesitaba de Cáritas para llegar a fin de mes, nosotros creemos que ese es el principal problema y vamos a actuar como ya hemos dicho, derogando las reformas laborales tanto del PP, como del PSOE y con una política fiscal expansiva. Con la inversión en los servicios públicos y el Estado del Bienestar para generar un empleo muy necesario en estas islas.

Rosell – Y en relación con el empleo y el tejido productivo, queremos por un lado anclar las especificidades de Canarias como región ultraperiférica en la Constitución y revisar los instrumentos como el REF o la RIC, cuyo impacto en el tejido productivo no se ha analizado. Está claro el impacto de la RIC en beneficios fiscales, pero no está muy claro su impacto en empleo y la formación profesional. Queremos un REF social y una RIC que realmente sirva para crear empleo digno y de calidad. Después, una apuesta que está a nivel de todo el Estado, es el de una transformación energética que en Canarias es evidente. Teniendo todo el sol, el mar, el viento y las geotérmicas, si se ha bloqueado el crecimiento energético sostenible ha sido porque no se ha gobernado para Canarias, sino para las grandes empresas eléctricas y petroleras, siendo las islas dependientes en un 98% de los combustibles fósiles y el petróleo. Eso significa también ser dependiente del precio del petróleo y no ser soberano ni energética ni alimentariamente. Esas son las bases y nuestros ejes - que, evidentemente, redundan en las dos provincias - a los que se suma el puntito de lo que nos ha costado aquí y nos sigue costando la corrupción.

Si tuvieran que priorizar entre financiar las carreteras o cambiar el sistema energético, ¿qué elegirían?

Rosell – Yo creo que las carreteras y las infraestructuras no estarían entre las prioridades electorales si Canarias hubiera recibido la media de inversión estatal a la que se comprometió el Estado. Es muy duro entrar en un debate en el cual te dicen que hay 25 millones. Viene en plena campaña el ministro Soria a reunirse con Clavijo y a darnos esas migajas para que nos peleemos por ellas y para que, encima, las islas se peleen y tengan que elegir una prioridad. Hablamos de que se nos deben 700 millones de euros. Creo es muy importante la carretera de La Aldea y el Anillo Insular, la mejora de la calidad de todos y del nivel de vida de todos los canarios siendo soberanos energéticamente, la mejora productiva y la creación de puestos de trabajo. Hablamos de no meter a toda esa gente que trabajaba en la construcción a hacer carreteras durante unos meses, sino a rehabilitar todas las viviendas para hacerlas sostenibles energéticamente. De ese modo, tener tanto un tejido productivo, como una energía y un turismo sostenible y que la excelencia no sea solo en estrellas, en metros cuadrados o en SPA, sino que sea laboral y social. Tenemos 13 millones de turistas y, sin embargo, camareras de pisos haciendo camas a un euro. Lo priorizaría todo, sabiendo que todo eso da medios para tener todos los enlaces de carreteras, un mejor transporte público y unas islas más sostenibles. Eso es futuro.

Rodríguez – Evidentemente es un debate trampa. Cuando se nos habla de infraestructuras, nunca se habla de infraestructuras sociales. en Tenerife tenemos, por ejemplo, un Hospital del Norte y del Sur que nunca acaban de ser construidos, en los que no hay ni una sola cama y ni un solo quirófano. Tenemos, aunque parezca mentira, estudiantes de secundaria intentando labrarse un futuro en barracones y tenemos miles de plazas de guarderías públicas que no están cubiertas en Canarias. Tenemos la dependencia sin atender y muchos de esos temas requieren infraestructuras. Nos han metido un poco el modelo de piche y cemento y que el dinero y las inversiones del Estado tienen que ir por ahí, pero yo creo que es un debate trampa, un debate falseado y que lo que verdaderamente necesitan nuestras islas y su gente es adaptarse y llegar a la media el país y de la Unión Europea en el Estado del bienestar.

Rosell – Y tener claro que si hay que elegir, es porque nos han maltratado, porque no han cumplido con su parte del pacto.

Rodríguez – Exacto.

Rosell – Nosotros no deberíamos tener que elegir entre una carretera y un desarrollo sostenible, deberíamos de haber crecido muchísimo en ambas cosas. Que respondan por qué a esas prioridades quienes las han impuesto, porque no han cumplido.

Se habla de remontada, pero eso implica el haberse quedado rezagados en algún momento. ¿En qué momento ocurrió esto y qué ha hecho Podemos para que se produzca esa remontada?

Rodríguez – Creo que es evidente que somos una formación nueva, la formación que viene a cambiarlo todo y las élites, los que controlan el país y los que nos han llevado a esta situación, reaccionaron durante este año. Sufrimos muchos ataques y pasamos por una situación de valle coincidiendo con las elecciones catalanas y demás, fruto de algunos errores, por qué no, es bueno ser autocrítico. Pero también recibimos unos ataques brutales y terroríficos como ninguna otra fuerza política ha sufrido en este país. Pasamos desde el momento de valle a un rebrote de la ilusión. La gente sigue viéndonos como la herramienta más válida para mejorar la vida de la mayoría y empezamos a hablar de remontada. Nadie nos hacía caso, creían que era simplemente un eslogan, pero nosotros no nos basábamos en las encuestas, sino en la percepción de la calle y ahora mismo, a cinco o cuatro días que faltan para el 20 de diciembre, ya nadie duda de que estamos en el partido, de que la remontada era real y de que hasta el último minuto no se sabe quién va a ganar.

Rosell – Sí, yo creo que quisieron invisibilizar a Podemos y minimizarlo con prejuicios, con clasicismo, con noticias falsas, utilizando los grandes poderes, sus grandes medios de comunicación. Recordemos la campaña que le hicieron a una persona como Manuela. Yo la conozco y es honesta hasta la médula y estar hablando de sus vacaciones, de su marido, de un despacho, de una suspensión de pagos, de la flor que llevaba en la mano...es tremendo. Realmente ahí puede que haya habido un momento de bajada pública, porque esa gente que controla la información - con lo importante que sería recuperar la libertad de prensa en este país - influye en la opinión pública, no sé si tanto en la realidad de la política. Donde está claro que se crece Podemos es en campaña. Podemos en campaña, en el debate, en las propuestas, en el apoyo de la gente, se recupera pese a toda esa maquinaria, tanto la del fango, como la de invisibilización que trata de minimizarte. Yo creo que si tratan de invisibilizarte, probablemente es porque algo estás haciendo bien. Más que remontada real, es remontada en la opinión pública, pese a que se intenta trabajar o fabricar lo contrario. Pero estamos convencidos de que Podemos en campaña crece y se crece con la gente.

¿No cree que una cierta moderación del discurso ha ayudado?

Rosell Sí que es verdad que ha habido, yo creo que más que moderación del discurso, un cambio de programa en construcción respecto del de Europa, después del de autonómicas y ahora del de las generales. Pero es que, siendo honestos, hay que cambiar el programa. Nos preguntan: “¿qué va a hacer usted por Canarias en el Congreso de los Diputados?” Nosotros podemos y debemos ser la voz de Canarias, pero no es una Cámara de representación territorial. El que se llena la boca de Canarias sabe que, al final, lo que tiene que hacer es explicar bien cuál es la situación y que las políticas estatales tengan un buen reflejo aquí, porque sino está intentando llenarse los bolsillos de votos, pero prometiendo cosas que no va a hacer. Hay gente que está hablando de competencias autonómicas para el ámbito estatal y está engañando. Está claro que la situación de Europa merecía una política y unos planteamientos más radicales, que se han adaptado después a todo este programa ciudadano y hecho a partir de las 15.000 aportaciones para todo el Estado que han llevado a algo mucho más completo y mucho más factible, pero demostrando a su vez que todo esto tiene memoria económica y que hay capacidad de gestión, porque el mejor ejemplo de lo que va a ser el 20D es el 24M. Creo que el mejor ejemplo de gestión se ve en todas las instituciones en las que se están haciendo las cosas bien, que están abriendo ventanas, levantando alfombras, encontrando el dinero y además, pagando la deuda mientras hay comedores escolares y se evitan desahucios. Creo que ese ejemplo de gestión se traslada mejor a las estatales sin tanto cambio de discurso, pero sí con una evolución evidente desde Europa.

Rodríguez – Es evidente la fortaleza que tiene el programa. Es evidente que no es lo mismo ser tertuliano de La Sexta que ser el candidato a presidente del Gobierno. Hay que tener una responsabilidad y un rigor exquisito y absoluto cuando te metes en una aventura de este tipo. Es tan evidente la fortaleza de nuestro programa que, como comentaba la compañera, ha sido elaborado por las mejores mentes no solo de este país, sino a nivel internacional, en todos los planos: económicos, jurídicos… Hemos tenido reuniones de todo tipo con presencia de la sociedad civil. Es tan fuerte nuestro programa que nos tienen que atacar por donde decíamos antes, tienen que activar la máquina del fango, la máquina de invisibilizar, porque saben que con nuestras propuestas no pueden atacarnos, porque son propuestas reales, coherentes, necesarias y justas, para que este país sea más digno para vivir. Por eso activan la máquina del fango y hacen todo lo que hacen, porque saben que nuestro programa se puede aplicar y además lo vamos a aplicar, porque ya lo hemos demostrado en muchas ciudades.

A unos días de las elecciones, ¿cuáles son sus previsiones?

Rosell – Estoy segura de que en Tenerife llegaremos a los dos y en Las Palmas yo creo que a los tres o cuatro diputados. La ilusión que nos está trasladando la gente... yo entiendo que después hay cierta tendencia a maximizar los resultados de unos y de otros y que hay mucha maquinaria vieja que no se va a parar de repente, incluidas las apuestas, porque a veces lo son más que encuestas. Pero estoy convencida de que en Canarias tiene que salir, incluso, desde más abajo que otros puntos de España. Entre la mezcla de corrupción, de gobernar para los amiguetes y para las grandes empresas y no para este pueblo y las humillaciones a las que ha querido someternos el gobierno estatal, saben que van a recibir su justa respuesta en las urnas. Invitamos a toda esa gente indecisa a que piense si quiere más de lo mismo, la misma fórmula que las matemáticas dicen que nos llevará al mismo resultado, o quieren dar la oportunidad a otra cosa. Además, lo haremos con una sonrisa, con muchísima ilusión y con mucha gente que nos está acompañando en el camino.

Rodríguez - Si en algún lugar hay ganas y necesidad de cambio es en Canarias. Van a ir muchos canarios este domingo a meter la papeleta con mucha ilusión, mucha fuerza y, en muchos casos, con mucha necesidad de mejorar sus vidas de manera urgente por el drama que vivimos aquí. Por lo tanto, más de uno que lleva en su sillón mucho tiempo se va a llevar un susto o las manos a la cabeza el 20 de diciembre por la noche.

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