Sobre este blog

Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

TRIGUN

Para empezar Trigun toca, de manera clara y directa, el género del western, algo bastante inusual dentro de un género gráfico como en el manga. Y lo hace tomando referencias que van desde los grandes clásicos del género –rodados por nombres propios, como John Ford-, hasta las películas de directores del “spaghetti western”, tales como Sergio Leone, Sergio Solima o Sergio Corbucci, y terminando con el oeste crepuscular de Sam Peckinpah.

Además, Trigun es una serie inusualmente dramática y cargada de un halo de existencial que todavía se hace más palpable en su versión impresa.

Y eso que al trasladar la historia original de Yasuhiro Nightow al mundo de la animación, los responsables del estudio Mad House añadieron algunos detalles para suavizar el tono de la narración –como el gusto por las féminas que demuestra Vash, a lo largo de los capítulos de la serie de animación-. Con ello, se quería potenciar el tono de comedia, algo que no ocurría en el manga, dado que el Vash gráfico no demuestra el más mínimo interés por las mujeres.

Con todo ello, la serie no puede abandonar el marcado sentido crepuscular y existencial que tiñe toda la narración, algo que eleva la calidad de la serie a un nivel muy por encima de la media.

La premisa de partida de Trigun recae en la personalidad de Vash, apodado “la estampida”, “el tifón humanoide”, o “la calamidad humana”. Lo primero que sabemos de él, además de sus apodos, es que está buscado por la justicia del lugar y su cabeza tiene puesto un alto precio: sesenta millardos de dólares –sesenta mil millones de doble dólares-.

Al igual que todo forajido del viejo oeste más clásico, un Billy “el niño” por poner un ejemplo muy conocido, Vash arrastra una leyenda que tiende a exagerar cada paso que da en aquel lugar. Una leyenda que, en parte está basada en la realidad –allá por donde pasa el forajido, no queda piedra sobre piedra-, pero que esconde un oscuro secreto que el propio Vash guarda celosamente.

Ante tal situación, una reputada compañía de seguros, llamada Bernardelli, decide enviar a dos de sus más capaces funcionarias para tratar de evitar que Vash continúe causando más destrozos a su paso. Las dos aguerridas integrantes de la compañía responden a los nombres de Meryl Stryfe y Milly Thompson. Ambas, parten hacia el interior del polvoriento planeta donde se desarrolla la acción, a la caza y captura de Vash. Como era de esperar, la búsqueda es mucho más compleja de lo que pudiera parecer y, además, hay otros protagonistas que también andan a la caza y captura de Vash.

Los más decididos son los miembros de la banda Guns-Ho Guns, remedo del grupo salvaje de Peckinpah, pero compuesto por asesinos psicópatas dispuestos a arrasar un lugar con tal de salirse con la suya. Compuesto por Legato Bluesummer; Dominique “la ciclópe”; Gray “el de las nueve vidas”; Zazie “la bestia”; o Gale “el vendaval”, los Guns-Ho Guns serán un tema recurrente en la vida de Vash y en el devenir de la serie, en especial por sus acciones, muchas de las cuales acaban siendo achacadas al propio Vash.

Después tenemos al predicador Nicolás D. Wolfwood, siempre a cuestas con una enorme cruz. Wolfwood bebe directamente del personaje de Django, película dirigida por Sergio Corbucci y protagonizada por Franco Nero en 1966. En dicha película, Django arrastra un ataúd lleno de armas mientras que Nicolás Wolfwood esconde en la cruz, además de una treintena de armas cortas, una ametralladora y un lanza-cohetes.

El propio carácter del personaje del predicador, armado y peligroso, aunque con buen corazón, es una figura recurrente en el western más clásico.

A partir del mismo momento de su llegada, Wolfwood supondrá una piedra de toque en las creencias de Vash. Wolfwood, además, será capital para que Vash haga frente a su peor y más recurrente pesadilla, su hermano gemelo Knives.

Knives, criado junto con Vash por la bondadosa Rem Saverem, nunca fue capaz de aceptar que un ser como él debiera plegarse a los designios de los humanos, seres inferiores según su criterio.

De ahí que conjurara su destino lejos de quienes creía inferiores. Con lo que no contaba Knives –al igual que sucede en las grandes tragedias de la literatura clásica- es que Vash no estaba dispuesto a olvidar las enseñanzas de Rem para luego sumarse la loca cruzada de Knives.

Por eso, un día, ambos hermanos se separaron para emprender caminos separados, aunque el destino no estaba dispuesto a permitir que aquella separación fuera para siempre. En cierta manera, la relación entre los dos hermanos está basada en las amistades imposibles de personajes tales como Pat Garrett y Billy “the Kid”, protagnistas de la película del mismo nombre o el estricto mayor nordista Amos Dundee –obligado a combatir junto al capitán sudista Tyreen- personajes principales de la película Mayor Dundee dirigidas, ambas, por Sam Peckinpah

Vash y Knives no pueden ser más distintos, antagónicos, pero están obligados a entenderse, si quieren sobrevivir en el mundo en el que viven. Y ésa es su mayor tragedia.

Tal y como pueden ver, Trigun recoge todos los elementos más recurrentes no sólo en el western sino en la mencionada tragedia literaria. Sus personajes no son dueños de su propio destino, más bien son marionetas manejadas por un sádico titiritero que no dudará en forzar las situaciones de cada uno de los personajes. Hay tiempo para la comedia, a ratos forzada, de trazo gruesa y muy recurrente en el estilo del anime. Lo que ocurre es que no siempre el recurso logra la carcajada que persigue, dado el decorado en el que se desarrolla la acción.

No me interpreten mal cuando les digo que los argumentos de la comedia terminan por chirriar en exceso en una historia como Trigun. La realidad es que la serie es una obra muy adulta, la cual plantea, de manera muy acertada muchas de las preguntas existenciales que persiguen al hombre desde el comienzo mismo de los tiempos.

Junto a ellas discurre una acción tan desenfrenada como bien realizada. Los duelos a pistola, ejecutados con una precisión casi milimétrica por Vash –merced a su impresionante arma- están rodados con la misma impronta que demostrara Sam Peckinpah a lo largo de su filmografía.

Los responsables de Mad House prolongan el tiempo de cada una de estas secuencias para mantenernos en vilo, a la espera de un desenlace que no siempre es lo que parece. Todo está al servicio de una calidad y una ejecución primorosa, como no podía ser menos de un estudio tan reputado como el mencionado estudio de animación.

Poco podía sospechar Yasuhiro Nightow, una agente inmobiliario que decidió abandonar su estable carrera profesional para dedicarse al mundo del cómic, que su personaje Vash “la estampida” se convertiría en uno de los iconos más reconocibles dentro del mundo del manga y del anime. Nightow comenzó a publicar su historia en el año 1.995, para terminarla dos años más tarde. En 1.998, y consciente que aún le quedaban cosas por contar, empezó la publicación de Trigun Maximum, la cual continuó hasta el año 2.007.

El anime de Trigun se estrenó en abril de 1.998 y duró hasta septiembre del mismo año, a lo largo de 26 capítulos, cuyos derechos fueron adquiridos por la empresa Selecta Visión, responsable de traernos las aventuras de Vash “la estampida” hasta el salón de nuestra casa.

Eso si; la serie está basada en las dos series gráficas publicadas, aunque los responsables de Mad House añadieron u omitieron distintos elementos para tratar que cada propuesta tuviera vida propia. De todas maneras, el resultado final que nos ofrece Selecta Visión está a la altura de los grandes clásicos de la animación japonesa y merece ocupar un lugar de honor en la biblioteca de cualquier aficionado al anime y al manga.

TRIGUN

Sistema: DVD

Audio: Castellano Catalán Japonés

Versión original: Japonés

Subtítulos: Español

Calificación: No recomendada para menores de 13 años

Número de discos: 5

Categoría: Anime

Director: Satoshi Nishimura

Autor: Yasuhiro Nightow

Número de episodios: 26

Duración del volumen: 650 minutos

Tipo: Acción, Aventuras, Ciencia Ficción, Comedia, Western

País de producción: Japón

Formato: Serie

Tipo de producto: Animación japonesa

Precio: 29,99€

© 2014 YASUHIRO NIGHTOW / SHONEN GAHOSHA – TOKUMA SHOTEN – JVC

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Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

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