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Condenados a hasta ocho años de prisión los 23 agentes de la CIA acusados por el secuestro Abu Omar

ROMA, 4 (EUROPA PRESS/Gloria Moreno)

El ex director de los servicios secretos italianos (Sismi), Niccolò Pollari, y el ex funcionario de este mismo servicio, Marco Mancini, no podrán ser juzgados por el secuestro del ex imán de Milán (norte de Italia) Abu Omar gracias al secreto de Estado que impera sobre estos hechos, según decidió hoy el magistrado que lleva el caso, Oscar Magi.

Por su parte, el ex jefe de los servicios secretos de Estados Unidos (CIA) en Italia, Jeff Castelli, fue absuelto gracias a la aplicación de la inmunidad diplomática. Los otros dos agentes del Sismi y 23 de la CIA, en cambio, fueron condenados a entre ocho y tres años de prisión.

Pollari y Mancini no podrán ser juzgados gracias al artículo del Código de Procedimiento Penal según el cual, no se pueden llevar a término los procesos que dependan de los datos sobre los que ha sido decretado el secreto de Estado. Para ellos, la Fiscalía había pedido 13 y diez años de prisión, respectivamente.

Aun con todo, Pollari aseguró que “si el secreto de Estado hubiera sido desvelado, habría resultado completamente inocente y, por lo tanto habría sido absuelto”, según declaró a través de sus abogados.

Además de hacer frente a una pena de prisión, los agentes secretos condenados deberán pagar a Abu Omar una indemnización de un millón de euros y 500.000 euros a su mujer.

La Fiscalía, por su parte, celebró la decisión del juez de condenar a la mayor parte de los agentes involucrados y anunció que presentará un recurso ante la Corte de Apelación en el caso de los responsables de los servicios secretos que han quedado fuera, ya sea por razón del secreto de Estado como de la inmunidad consular.

El proceso italiano sobre el caso de Abu Omar se ha convertido en el primer juicio que se lleva a cabo en Europa contra las prácticas antiterroristas ilegales ordenadas por Estados Unidos tras los atentados del 11-S.

Los hechos se remontan a febrero de 2003, cuando un equipo dirigido por los servicios secretos norteamericanos capturó al presunto terrorista Abu Omar en Milán, desde donde fue trasladado a varias bases aéreas en Italia y Alemania y finalmente a Egipto, donde fue torturado, según sostiene su defensa.

Tiempo después, la Fiscalía de Milán se encargó de investigar el caso e impulsó el proceso, por lo que reclamó la extradición de los agentes norteamericanos implicados en el caso.

En estos últimos años, los fiscales se han topado con las dificultades interpuestas por los Gobiernos tanto estadounidense como italiano, principalmente ligadas al secreto de Estado declarado en su momento sobre estos hechos.

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