El Cuarteto nombra a Tony Blair como enviado especial para Oriente Medio

El Cuarteto para Oriente Medio anunció este miércoles el nombramiento del ex primer ministro británico Tony Blair como su enviado especial para la zona, en un momento especialmente delicado del conflicto palestino-israelí.

En una declaración conjunta divulgada por la ONU, el Cuarteto de Madrid expresó su intención de redoblar con la ayuda de Blair su empeño por lograr la aplicación de la Hoja de Ruta acordada en 2003, que establece la creación de un Estado palestino junto a Israel.

“La urgencia de los acontecimientos recientes refuerza la necesidad de que la comunidad internacional, teniendo en cuenta las obligaciones de cada parte, asista a los palestinos en la construcción de las instituciones y la economía de un estado viable en Gaza y Cisjordania”, aseguró la declaración.

El Cuarteto, formado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la ONU, detalló lo que serán las principales responsabilidades de su nuevo representante.

En primer lugar, le encomiendan movilizar la ayuda internacional al pueblo palestino y el respaldo a sus instituciones de gobierno, especialmente en la construcción de un estado de derecho.

Así mismo, Blair deberá elaborar planes que impulsen el desarrollo económico palestino, incluido el acceso a mercados y la libertad de movimiento, dice el anuncio en alusión a los controles israelíes.

Por último, la declaración agrega que actuará como representante del Cuarteto ante otros países, por lo que se espera que invierta buena parte de su tiempo en viajes por la región.

El anuncio se produce horas después de que Blair presentase su dimisión como primer ministro británico, y confirmó las informaciones aparecidas en las últimas semanas sobre su futuro en el escenario internacional.

“Operaciones de rutina”

Mientras tanto, trece palestinos murieron y más de cuarenta y cinco resultaron heridos este miercoles en dos operaciones militares israelíes en el norte y el sur de la franja de Gaza, de las que los islamistas de Hamas responsabilizaron al presidente de la ANP, Mahmud Abas. Fuentes militares confirmaron que el Ejército se retiró a primera hora de la tarde del norte de la franja, pero que sus fuerzas seguían desplegadas en el sur, en lo que calificaron de “operaciones de rutina contra infraestructuras terroristas”.

Las operaciones israelíes comenzaron antes del amanecer y el grueso de la ofensiva se centró en el barrio de Sayaíe, al este de la ciudad de Gaza, donde los soldados entraron apoyados por helicópteros, tanques y bulldozers. Más al sur, junto a la ciudad de Janiunes, se desarrolló la segunda operación.

El responsable del servicio de emergencias del hospital Shifa de la ciudad de Gaza, Moaweya Hasanein, aseguró a medios de comunicación que trece palestinos -entre ellos un niño de nueve años- perdieron la vida y otros 45 resultaron heridos. Además del menor, once víctimas son milicianos de distintos grupos armados que murieron en los enfrentamientos entre activistas palestinos y el Ejército israelí (ocho en Sayaíe y tres en la operación de Janyunes) y la última en un ataque aéreo en el norte de Gaza.

Testigos presenciales y fuentes médicas relataron que en Sayaíe el Ejército empleó decenas de proyectiles de artillería, algunos contra viviendas. “Muchas de las víctimas presentan fragmentos de proyectiles de tanque que les causaron heridas graves”, indicó el jefe del servicio de emergencias de este hospital, Jomaa al-Saqqa.

Portavoces militares aseguraron que un proyectil de tanque “alcanzó a un hombre armado” después de que “varios palestinos dispararan un misil antitanque contra un tanque israelí, hiriendo levemente a dos soldados”. Segun las mismas fuentes, “en esta operación, el Ejército está usando principalmente armas cortas”.

Consultadas por el sangriento resultado de la operación, las fuentes manifestaron que “se trata de una operación de rutina que no excede en el número de fuerzas a otras en las últimas semanas contra infraestructuras terroristas”. A su juicio, “para la prensa puede parecer de mayor envergadura que otras por el número de víctimas, pero se trata en realidad de una operación con un número reducido de efectivos”.

Doscientos arrestados

En la operación militar en el sur de Gaza, los soldados israelíes arrestaron también a más de doscientos palestinos para interrogarlos, según testigos, aunque el Ejército la rebaja a unos ochenta.

El presidente palestino, Mahmud Abas, condenó las operaciones militares israelíes y en unas breves declaraciones a la prensa las calificó de “crimen”. al tiempo que subrayó que es necesario actuar “para cesar cualquier tipo de violencia” en la zona. Poco antes, el portavoz de la presidencia palestina, Nabil Rudaina, había dicho que la ofensiva israelí “es una gran violación de la calma y un intento de generar más reacciones para mantener la espiral de violencia y justificar los crímenes y asesinatos del Ejército israelí”.

Para la Yihad Islámica, que perdió varios militantes en los ataques, “la sangre de los mártires aumenta nuestra fuerza y alumbra el camino de la yihad (guerra santa)”, según un comunicado. Su brazo armado, las Batallones de al-Quds, reivindicaron haber disparado dos cohetes contra la ciudad israelí de Sderot y otro contra Ashkelón, que no causaron heridos, mientras que la facción militar de Hamás asumió la responsabilidad del lanzamiento de siete proyectiles de mortero contra el paso de Erez, que separa Israel del norte de la franja, en respuesta a la agresión israelí.

Más virulenta fue la reacción del movimiento islámico Hamas, uno de cuyos portavoces no descartó que el presidente palestino “haya pedido” el ataque israelí. “Lo que me sorprende es que los israelíes hayan respondido a la petición, porque no lo habían hecho en casos anteriores”, manifestó Salah Al-Bardawill, jefe del grupo parlamentario de Hamas.

Según el diputado, la petición la habría presentado Abas directamente al primer ministro Ehud Olmert.

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