Ghannouchi: todos los ministros del Gobierno “tienen las manos limpias”

Dice que los responsables de la muerte de manifestantes “rendirán cuentas ante la Justicia”

MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

El primer ministro de Túnez, Mohamed Ghannouchi, ha asegurado que todos los ministros que lo fueron mientras gobernaba el ex presidente Zine al Abidine Ben Alí, derrocado por una revuelta popular, y que ahora forman parte del nuevo Ejecutivo “tienen las manos limpias y una gran competencia”.

En una entrevista concedida a la emisora de radio francesa Europe 1, Ghannouchi ha afirmado haber “intentado hacer una mezcla que tenga en cuenta a las diferentes fuerzas (políticas) del país”.

El primer ministro anunció que los ministros de Defensa, Ridha Grira; Finanzas, Mohamed Richa Chalghoum; Interior --nombrado la semana pasada por Ben Alí--, Ahmed Friaa, y Asuntos Exteriores, Kamel Morjane, permanecerán en sus puestos.

Por otro lado, el líder del partido Ettajdid, Ahmed Brahim; el líder del Foro Democrático del Trabajo y las Libertades, Mustafá Ben Jaafar, y el líder del Partido Democrático Progresista, Nejib Chebbi, ocuparán carteras en el nuevo Gobierno de unidad nacional. El primero será ministro de Educación Superior, el segundo de Sanidad y el tercero de Desarrollo Regional.

“Todos los ministros que se quedan tienen las manos limpias y una gran competencia”, ha afirmado en alusión a seis miembros del nuevo Ejecutivo. “Gracias a su abnegación, han conseguido reducir la capacidad de perjudicar de ciertos círculos. Han maniobrado, han dado largas, han intentado ganar tiempo para preservar el interés nacional”, ha explicado.

Ghannouchi considera que Túnez está viviendo “un cambio histórico” y “superando otro obstáculo”. “Se presentan importantes perspectivas ante nuestra población, ante nuestros jóvenes”, ha añadido. El abandono por parte de Ben Alí de la Jefatura del Estado y del país tras 23 años en el poder se produjo el viernes pasado, después de varias semanas de intensas protestas callejeras.

“EL EJÉRCITO NO DISPARÓ”

Los enfrentamientos que hubo durante las manifestaciones y disturbios se cobraron la vida de 78 personas, según el último balance, difundido este lunes por el ministro del Interior.

“El Ejército no disparó. Es cierto, porque el estado de excepción se decretó unas horas antes de la salida precipitada del presidente”, ha indicado Ghannouchi. “En cuanto asumí mi responsabilidad, la primera orden que di a las fuerzas de seguridad fue que no disparasen contra la población en ningún caso. Se pueden utilizar gases lacrimógenos, balas de caucho, pero es mejor jugarnos la vida que llevar a cabo una masacre”, ha declarado.

En cualquier caso, ha asegurado que “todos los que han estado en el origen de esta masacre, de esta matanza, rendirán cuentas ante la Justicia”.

Cuando le han preguntado si la dictadura continúa, el primer ministro ha respondido: “¡Eso no es justo en absoluto! Ahora hay una época de libertad que se manifiesta en la televisión, en la calle. Se ha liberado un nuevo espíritu, totalmente diferente del que prevalecía en el pasado”.

En este contexto, ha señalado que trabajará para desarrollar derechos como la libertad de prensa o la libertad de expresión en Internet: “Lo haré, me comprometo a ello. Para nosotros, es una decisión esencial”.

SINCERIDAD CON BEN ALÍ

Unos minutos antes de que Ben Alí se marchara, Ghannouchi le dijo como primer ministro que “la situación era explosiva y grave” y que las protestas se debían a “la corrupción, el despotismo, el enriquecimiento ilícito de personas de su entorno”, según ha contado en la entrevista.

“Se lo dije, y delante de testigos, porque mi responsabilidad estaba comprometida. Nunca he sido complaciente con el presidente, siempre he sido sincero para hacerle partícipe de las dificultades”, ha manifestado, antes de confesar que “en varias ocasiones” tuvo “ganas de dimitir”.

A la pregunta de si el ex presidente será juzgado, el jefe del Gobierno ha contestado: “No puedo decirlo. En los primeros años, Ben Alí hizo mucho bien a Túnez”. “Pero luego hubo un cambio importante a causa del enriquecimiento ilícito de parte de su entorno”, ha admitido, refiriéndose a la familia Trabelsi --apellido de la esposa de Ben Alí--, que creó un sistema basado en la corrupción.

“Tendrán un proceso justo y, si son culpables, deberán responder ante la Justicia”, ha prometido el primer ministro. “Existe la impresión de que es ella”, la esposa del ex presidente, “la que mandaba”, ha agregado.

ELECCIONES “LIBRES Y TRANSPARENTES”

En cuanto a las elecciones generales que, previsiblemente, se celebrarán dentro de seis meses, Ghannouchi ha adelantado que será un proceso “libre, transparente y controlado por una comisión independiente y por observadores internacionales”.

“Será la primera vez” que esto ocurra “desde la independencia del país”, ha destacado. “Todos los partidos estarán autorizados a participar en los comicios con igualdad de oportunidades” y “ya no habrá favoritismo”, ha asegurado.

Por último, el primer ministro se ha referido al líder del partido islamista Ennahda --nunca reconocido oficialmente por el Gobierno tunecino--, Rached Ghannouchi, que vive exiliado en Londres y que dio a conocer este domingo su intención de volver a Túnez en los próximos días. El jefe del Ejecutivo ha indicado que el líder opositor no podrá regresar mientras no haya “una ley de amnistía” que anule su condena a cadena perpetua, dictada en 1991.

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