Obama y Cameron opinan que nadie sale beneficiado si BP resulta dañada
TORONTO, 27 (Reuters/EP)
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro británico, David Cameron, coincidieron este sábado en su opinión de que nadie saldría beneficiado si la empresa British Petroleum (BP) resulta dañada como consecuencia del vertido de petróleo en el golfo de México, informaron fuentes gubernamentales británicas después de celebrarse un encuentro entre ambos líderes.
Las acciones de BP han caído a su punto más bajo en 14 años y su capitalización de mercado sufrió una destrucción de 100.000 millones de dólares (más de 81.000 millones de euros) desde el desastre que comenzó el 20 de abril. A la luz de estos datos, Cameron mostró este viernes su preocupación por la “destrucción” de la empresa.
Empresas y grupos de accionistas de Reino Unido han estado reclamando que el nuevo primer ministro salga a defender a la empresa debido a una percepción de que Obama ha sido demasiado crítico con su gestión del vertido.
Según las fuentes citadas, Cameron planteó el tema de BP a Obama cuando ambos líderes tuvieron su primer encuentro cara a cara desde que el primer ministro asumió el mes pasado. “Ambos acordaron que no hay nada para ganar si BP resulta dañada”, dijo el funcionario. “Y ambos acordaron que BP debe atender sus obligaciones para detener la pérdida, limpiar el daño y responder a los costos de compensación legítimos”.
La compañía dijo que ha pagado 2.350 millones de dólares (1.900 millones de euros) hasta ahora en costos de limpieza y compensación por el desastre ecológico, causado por el mayor derrame en la historia de Estados Unidos. Eso no incluye el fondo por el derrame de petróleo de 20.000 millones de dólares (16.170 millones de euros) que ha acordado establecer, ni los miles de millones de dólares que deberá pagar por multas.
BP, que fue una empresa completamente británica, ahora tiene operaciones globales y una presencia mayor en Estados Unidos. Un 40 por ciento de su base de accionistas procede del Reino Unido, y una proporción similar en Estados Unidos.
