Protestantes y católicos gobernarán juntos Irlanda del Norte

No hubo apretón de manos, pero el reverendo Ian Paisley y Gerry Adams, enemigos acérrimos hasta ahora, sonrieron después de anunciar este lunes que formarán un Gobierno de poder compartido entre protestantes y católicos en Irlanda del Norte para el próximo 8 de mayo.

Muchos días “históricos” han ido y venido durante el proceso de paz y algunos no dieron los resultados deseados, pero este último y significativo acuerdo entre el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) y el Sinn Fein, brazo político del IRA, podría finalmente poner el punto final al conflicto norirlandés.

Así lo creen los Gobiernos británico e irlandés, que, tras años facilitando conversaciones entre los partidos del Ulster, se han topado con un acuerdo negociado por dos formaciones que jamás habían cruzado palabra alguna, encabezadas por los duros de la región.

El anuncio lo efectuó el propio reverendo Paisley, sentado junto a Adams, en una habitación del castillo de Stormont, sede de la Asamblea norirlandesa, después de reunirse, por primera vez en su historia, con la delegación del Sinn Fein.

“Este encuentro representa un importante paso en el camino hacia el establecimiento de un Ejecutivo de poder compartido en seis semanas”, dijo Paisley.

Según los contenidos del acuerdo, el reverendo, futuro jefe del gobierno del Ulster, y su adjunto, el número dos republicano y ex comandante del IRA, Martin MacGuinness, mantendrán durante ese periodo conversaciones regulares para elaborar un programa de trabajo.

El primer ministro británico, Tony Blair, recordó este lunes que “todo lo que se ha hecho en los últimos diez años ha sido una preparación para este momento”, que calificó de “muy importante para el pueblo de Irlanda del Norte, así como para el pueblo y la historia de estas islas”.

Balir expresó su confianza en que este acuerdo entregue a los norirlandeses “el futuro que quieren” e insistió en que es “extraordinario” que gente tan opuesta en el pasado se haya podido reunir.

Por su parte, el jefe del Gobierno irlandés, Bertie Ahern, señaló que estos acontecimientos “son muy positivos y no tienen precedentes” en la historia de la provincia.

“Pido a todos los partidos que aprovechen el periodo preparatorio que tienen ahora a su disposición para asegurar que el nuevo Ejecutivo estará en condiciones de desarrollar todas sus responsabilidades el 8 de mayo”, añadió Ahern.

El ministro británico para el Ulster, Peter Hain, rubricará, junto al resto de los partidos que formarán el Ejecutivo autónomo norirlandés, el acuerdo logrado entre el DUP y el Sinn Fein, lo que levantará el ultimátum que pesaba sobre la Asamblea.

En caso de que hubiesen fracasado las negociaciones, Londres estaba dispuesto a disolver desde la medianoche de este lunes la Asamblea y a suspender los salarios de sus miembros, al tiempo que pasaba a administrar la región en estrecha colaboración con Dublín.

Esa opción, una amenaza velada para los unionistas, se ha esfumado y ha sido substituida por el comienzo de un periodo de “enormes oportunidades” para la provincia, según Paisley.

“La devolución (del autogobierno) -dijo el reverendo- nunca ha sido un objetivo por sí solo, sino una oportunidad para mejorar las vidas de la gente. Quiero dejar claro que estoy comprometido a trabajar no sólo para aquellos que votaron al DUP, sino para todos”.

“No debemos permitir que nuestro rechazo a los horrores y tragedias del pasado se convierta en una barrera para la creación de un futuro estable y mejor para nuestros hijos”, añadió Paisley, al tiempo que precisó que “nunca olvidarán a aquellos que han sufrido”.

Adams aseguró que el acuerdo logrado con su hasta ahora eterno enemigo marca el comienzo de una nueva era de política en Irlanda.

“El Sinn Fein -dijo- quiere construir una nueva relación entre el verde y el naranja (los colores nacionalistas y unionistas, respectivamente) y todos los demás colores, en la que cada ciudadano pueda compartir y poseer un futuro pacífico y próspero”.

El líder republicano reconoció que “quedan muchas dificultades que afrontar”, pero recalcó que el acuerdo alcanzado es resultado del “inequívoco y bienvenido compromiso de Paisley a participar en las instituciones políticas el 8 de mayo”.

Para confirmar el inicio de una nueva era de cooperación, Adams adelantó que ambos partidos han pedido al Gobierno británico que cancele la introducción del controvertido impuesto del agua para la provincia, asunto clave durante las pasadas elecciones autonómicas.

Ambas formaciones tienen previsto, además, reunirse con el ministro británico del Tesoro, Gordon Brown, para mejorar el paquete financiero ofrecido por Londres para reactivar la economía de la provincia.

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