Los guineanos celebran sus primeros comicios en libertad

Un correcto desarrollo de los comicios reactivaría la inversión internacional en uno de los países más pobres del mundo

MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

Cuatro millones de guineanos acuden este domingo a las urnas para elegir a su nuevo presidente en las primeras elecciones consideradas libres y transparentes por los observadores internacionales; unos comicios que podrían regenerar a un país rico en materias primas, pero lastrado por la corrupción y dominado por el golpismo y la violencia que genera. Dan fe de ello más de 160 muertos en los sangrientos disturbios registrados el pasado mes de septiembre, unos episodios que terminaron con el último ejemplo de aspirante a dictador, el capitán Musa Dadis Camara, languideciendo por un disparo en la cabeza desde su exilio en Burkina Faso.

Desde su independencia de Francia en 1958, Guinea ha sido un ejemplo de violación de los Derechos Humanos, comenzando con la purga ordenada por el primer presidente del país, Ahmed Sekou Toure, a quien se le atribuyen los asesinatos de miles de sus oponentes a los que ordenó encarcelar en la infame prisión de Camp Boiro en la capital, Conakry.

Su sucesor, Lansana Conté, prosiguió la misma línea de acción: tras alcanzar el poder con un golpe de estado incruento en 1984, Conté obró sin ningún tipo de restricción y con el respaldo de sus militares. Se le recuerda por masacres como la sucedida en enero de 2007, cuando más de un centenar de personas fallecieron por los disparos de las fuerzas de seguridad durante el transcurso de una huelga general de trabajadores, según detalla la BBC.

Tras su muerte en 2008, el vacío que dejó Conté fue cubierto por un hasta entonces desconocido jefe de la unidad de Suministros de Combustible del Ejército de Guinea: el capitán Musa Dadis Camara, cuyo golpe de estado, también llevado a cabo sin derramamiento de sangre, fue acogido con enorme escepticismo por los observadores internacionales. El 'Petit Capitaine' apareció como salvador del país y guía de un Gobierno de transición hacia una democracia en firme, pero pronto se revelaron sus verdaderas intenciones, consolidar una junta militar dictatorial de primer orden.

En septiembre de 2008, más de 160 personas que formaban parte de una manifestación de protesta en el estadio de la capital fallecían asesinadas por los disparos de la guardia de Camara, una masacre que provocó la condena unánime de la comunidad internacional, la suspensión de todas las negociaciones de ayuda económica al país y, en última instancia, la caída en desgracia del propio Camara, quien tres meses después fue objeto de un intento de asesinato por parte de uno de sus asesores cercanos. El capitán sobrevivió al ataque, y convalece ahora en Ougadougou, la capital de Burkina Faso.

Desde entonces, el país se encuentra de facto en manos del líder provisional de la Junta Militar, el general Sekouba 'El Tigre' Konate, quien ha advertido de que cualquiera que se oponga a los resultados de los comicios de hoy será “aplastado”. No obstante, el estricto control del Ejército no ha impedido episodios violentos durante la campaña electoral: al menos 20 personas han resultado heridas el pasado jueves en diferentes enfrentamientos entre seguidores de distintos partidos, según informa Reuters.

CANDIDATOS

El líder de la Agrupación del Pueblo de Guinea (RPG, por sus siglas en Francés) y opositor histórico, Alpha Conde, tiene ante sí su segunda oportunidad para alcanzar la Presidencia. Integrante de la etnia Malinke, Conde se ha enfrentado a los tres principales regímenes que han dominado la historia del país con no pocas repercusiones personales. Touré le condenó a muerte in absentia. Conté, por su parte, le arrebató primero la victoria de manera fraudulenta en los comicios de 1993 y después le encarceló durante cinco años hasta que la sentencia quedó suspendida por el fallecimiento del presidente. En lo que se refiere a Camara, Alpha Conde le prestó su respaldo hasta que advirtió las verdaderas intenciones del capitán golpista.

El principal rival de Alpha Conde en estas elecciones, el líder de la Unión de las Fuerzas Democráticas de Guinea (UFDG) Cellou Dalein Diallo, se opuso a Camara desde el principio. Como tantos candidatos, Diallo ejerció como ex primer ministro de Lansana Conté hasta su cese en 2006 por “negligencia flagrante”. En este sentido, sus críticos le acusan de apropiación de fondos públicos, un cargo que Diallo niega de manera vehemente.

El líder del UFDG es considerado como el defensor por excelencia de la clase empresarial guineana, un tecnócrata con aspiraciones y conocimiento de primera mano sobre el funcionamiento de la estructura política guineana. Además, Diallo pertenece a la etnia Peul, mayoritaria, que conforma el 40 por ciento de la población, y ha acumulado una enorme base de seguidores en muy poco tiempo. Conde puede emerger como figura histórica, pero Diallo es el rostro más conocido de la oposición a Camara, como demostraron las más de 60.000 personas que le recibieron a su regreso de un viaje a Francia. Fue agredido por las fuerzas de seguridad durante la masacre en el estadio de Conakry.

El tercero en discordia es Sidya Touré, ex primer ministro de Guinea y, al igual que Diallo, cesado por Conté en 1999. Sus partidarios le consideran el mejor capacitado para devolver la estabilidad económica del país. Los dos últimos nombres a tener en cuenta son los de Lansana Kouyate, también antiguo primer ministro y “hombre de consenso”, según analistas franceses; y Francois Fall, ex representante del país ante Naciones Unidas. Los analistas consultados por France 24 conceden una especial importancia a Kouyate que, si bien parte como candidato sorpresa, puede jugar un papel esencial en una hipotética segunda vuelta, todavía sin fecha determinada.

RECONSTRUCCIÓN

Las elecciones son cruciales para recuperar la confianza de los inversores y los donantes humanitarios internacionales. Guinea es el principal exportador del mundo de bauxita, por lo que su industria minera es ahora mismo el único salvavidas que puede rescatar a los más de cinco millones de guineanos (un 53% de la población) que viven por debajo del umbral de la pobreza, según cifras del Banco Africano de Desarrollo.

“La mejora de la situación política supondría una oportunidad excepcional para que los donantes internacionales confiaran más a la hora de invertir en el país”, declaró el director regional de Sanidad en la región de Kindia, Mohamed Lamine Tounkara, a la agencia de información de Naciones Unidas, IRIN. Estados Unidos respalda completamente las elecciones. “Queremos que sean tan libres y transparentes como sea posible”, en palabras de la embajadora estadounidense, Patricia Muller, recogidas por la BBC.

Así, si los comicios cumplen el estándar mínimo democrático, se habrá dado el primer paso para solucionar el “principal y más grave problema del país”, en palabras del director de UNICEF en Guinea, Julien Harneis, “la desintegración del sistema básico de Sanidad” en un país donde la expectativa de vida apenas supera los 57 años y donde el riesgo de contraer enfermedades infecciosas es muy elevado, especialmente en la población infantil, expuesta especialmente al sarampión, el tétanos y la polio.

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