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Los líderes de Hamas y Al Fatah buscan en La Meca alcanzar un acuerdo

Los dirigentes de los movimientos palestinos Hamás y Fatah han tenido un intenso día de negociaciones que aún no habían acabado al filo de la medianoche, y que parecen desarrollarse positivamente, pese a que no se haya filtrado casi ningún detalle.

“Esperamos alcanzar un acuerdo en las próximas horas”, dijo a los periodistas al principio de la noche Azzam el-Ahmad, jefe del bloque parlamentario de Fatah en el Consejo Legislativo Palestino (parlamento).

Sin embargo, se negó a dar detalles de cuál es el progreso de las negociaciones, que según él se discuten ahora en cuatro comités separados.

Estos comités tienen los respectivos encargos de formar un gobierno de unidad nacional, reforzar las alianzas políticas, profundizar en la reconciliación interpalestina para acabar con la tensión y restablecer el papel de la Organización de la Liberación de Palestina.

Es significativo el hecho de que ninguno de estos comités aluda a Israel ni siquiera indirectamente, pese a que todos dan aquí por hecho que el gobierno de unidad nacional es la antesala de unas negociaciones con el Estado hebreo.

Uno de los problemas que separa más abiertamente a Fatah de Hamás es que estos últimos se niegan a reconocer al Estado de Israel ni a renunciar a la violencia en su lucha por un Estado palestino, negativas que les han costado que su gobierno, formado en febrero de 2006, se haya encontrado con un bloqueo económico internacional.

El-Ahmad, que forma parte de la delegación que acompaña a Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y máximo líder de Fatah, recordó que el objetivo de estas negociaciones de La Meca es llegar a “un acuerdo global”.

Al otro lado de la mesa se sienta la delegación de Hamás, dirigida por el jefe de su Oficina Política, Jaled Meshal, y el primer ministro del Gobierno palestino, Ismael Haniye.

Las intensas reuniones a puerta cerrada no han permitido filtrar casi nada de información a la prensa, que tuvo que contentarse con las declaraciones de buenas intenciones pronunciadas por los líderes de Hamás y Fatah antes de comenzar las sesiones.

“Quiero garantizar a nuestros habitantes (palestinos) que no vamos a abandonar este lugar sin un acuerdo, por respeto a este lugar (sagrado para los palestinos) y a la sangre palestina”, dijo Meshal en un discurso por la mañana.

Por su parte, Abás repitió la misma idea: “hay determinación entre los palestinos para lograr un acuerdo antes de salir de Arabia Saudí”, un acuerdo que, según él, estará basado en cuatro puntos.

El portavoz del gobierno dirigido por Hamás, Ghazi Hamad, afirmó a los periodistas que el ambiente es “positivo” y agregó que “todos aquí esperan que ambas partes superen las diferencias y que regresen con un acuerdo”.

El rey Abdalá de Arabia Saudí invitó la semana pasada a los líderes de Hamás y Fatah a mantener un diálogo nacional después de de dos semanas de enfrentamientos armados entre militantes de los dos movimientos, que han dejado al menos 60 muertos y unos 300 heridos, según fuentes médicas oficiales.

Según el embajador palestino en Arabia Saudí, Yamal Shubaki, Abás, Meshal y Haniye viajaron desde Yeda a La Meca en un mismo automóvil, lo que indica que la atmósfera es positiva y propicia a un acuerdo.

Los observadores consideran que esta es la última oportunidad de que los palestinos lleguen a un acuerdo, después de que similares intentos en El Cairo y en Damasco hayan fracasado.

Si se lograse el acuerdo de un gobierno de unión nacional, cesaría el derramamiento de sangre, se despejaría el camino a alguna clase de negociación con Israel y llegarían por fin las ansiadas ayudas europeas y árabes a los deprimidos territorios palestinos.

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