Nueve secuestradores mueren en la liberación de dos soldados italianos

El ministro italiano de Defensa, Arturo Parisi, compareció ante el Parlamento para explicar que fue el quien autorizó, junto con el presidente del Gobierno, Romano Prodi, al comandante italiano del ISAF para que se realizase la operación de liberación.

La liberación de los dos italianos se produjo a primera hora de la mañana mientras eran trasladados en coche por sus secuestradores desde la provincia afgana de Farah al sur del país. En Farah, horas después murieron dos soldados del contingente español, uno de ellos de nacionalidad ecuatoriana, cuando el vehículo blindado en que viajaban pisó un artefacto explosivo.

El ministro de Defensa confirmó que los dos italianos secuestrados eran miembros de los servicios secretos militares (SISMI) y que durante la operación, uno de ellos resultó herido de gravedad y el otro tuvo que ser operado por la fractura de la clavícula, pero “sus condiciones no son preocupantes”. Y señaló, que de los dos afganos, un traductor y un conductor, que formaban parte de los secuestrados, “uno murió y el otro fue herido en la pierna derecha”.

En la operación murieron además los nueve raptores que formaban parte del comando, mientras que Parisi explicó que por el momento, “no se ha confirmado la presencia de un décimo secuestrador”. Parisi no aclaró la autoría del secuestro y tampoco señaló si los heridos y muertos fueron causa de fuego enemigo o de los disparos de los captores.

Encadenados

El secretario de Estado italiano de Defensa, Giovanni Forciere, dijo en declaraciones a televisión SkyTG24, que se trataba de un grupo que no tenía finalidad política, pero existía el temor “de que estuvieran tratando para transferir los dos rehenes a otros”.

Mientras que el presidente de la comisión de Defensa en el Senado, Sergio de Gregorio, afirmó que estaban “encadenados y apenas los criminales se dieron cuenta de la operación en marcha, no dudaron en dispararles”. De Gregorio agregó que, al parecer “los dos soldados iban a ser entregados en breve al comandante talibán en el área”.

Durante la comparecencia, Parisi confirmó que los dos militares del SISMI estaban encargados de “mantener y desarrollar las relaciones con la población civil y las autoridades locales para localizar las mejores formas de colaboración y convivencia y recoger informaciones útiles parar tutelar la protección del contingente”. Una labor que “prevé efectuar misiones largas, fuera del marco de la seguridad que garantizan las fuerzas militares y que implica la asunción de riesgos”, añadió Parisi.

Italia mantiene en la actualidad unos 2.300 militares entre Kabul y en la región de Herat (oeste), en el marco de la ISAF.

Fractura en la coalición

El secuestro y posterior liberación podría abrir una brecha en la coalición de centroizquierda en la que se apoya el Gobierno, después de que el secretario del Partido de los comunistas italianos, Oliviero Diliberto, señalara que su formación ha reiterado “con fuerza” el mensaje de retirada de las tropas de Afganistán.

Sin embargo, el primer ministro italiano, Romano Prodi, citado esta madrugada por medios italianos desde Nueva York, señaló antes de conocerse la liberación que el secuestro “no cambia” la postura del Ejecutivo sobre la misión en Afganistán. Y añadió, que “la operación para la liberación de los dos italianos se decidió ”sin incertidumbres“ y se ha traducido ”en una dura derrota para los secuestradores“ y en un ”advertencia contra nuevos secuestros“.

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