Los talibán confirman que intentaron matar a Cameron

LONDRES, 27 (EUROPA PRESS)

Los talibán han confirmado que intentaron acabar con la vida del primer ministro británico, David Cameron, durante su primera visita a Afganistán tras tomar posesión del cargo el pasado mes de junio, con un ataque con lanzacohetes contra el helicóptero Chinook que le transportaba.

El atentado fue frustrado porque la OTAN interceptó dos comunicaciones talibán en las que sus interlocutores conocían tanto el helicóptero concreto en el que viajaba como su destino. La Alianza hizo saber al piloto las intenciones de los talibán, y se decidió en respuesta una “maniobra de distracción” por la que el primer ministro acabó en una base de Lashkar Gar, alterando sus planes previstos.

El portavoz talibán que se puso en contacto con la BBC indicó que el ataque contra Cameron iba a tener lugar desde uno de sus reductos en Washir, en el noroeste de la provincia de Helmand, una zona con intensa presencia talibán donde se encuentra destacado el grueso de las tropas británicas, según informó el interlocutor habitual de los insurgentes, Qari Yusef Ahmadi.

Varios altos cargos del Ejército británico han solicitado el reforzamiento de las medidas de protección durante las visitas al extranjero de los integrantes del Gobierno, con Cameron a la cabeza. A pesar de los esfuerzos de Downing Street para restar importancia al incidente, altos responsables han “exigido cambios” en el sistema de protección durante las visitas.

La maniobra de distracción obligó a Cameron, que tenía previsto visitar inicialmente la base en Shahzad, a dirigirse a los cuarteles de la brigada británica en Lashkar Gah en el último minuto, y si bien no se registraron más anomalías en su viaje, fuentes militares aseguran a posteriori al 'Times' que la posibilidad de que Cameron hubiera sufrido un atentado contra su vida “era mucho más alta de lo que nadie había pensado en ese momento”.

El Ejército plantea un espectro de medidas adicionales de seguridad para proteger a los altos cargos de Whitehall. Según el diario, se baraja la posibilidad de restringir todo tipo de información a los medios sobre estas visitas hasta que el primer ministro abandone la zona de guerra.

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