Gobierno y PP se dan una nueva oportunidad en la lucha contra ETA

El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, dieron este lunes por sentadas las bases para intentar recuperar paulatinamente y sin condiciones la confianza mutua y la unidad frente a ETA tras el anuncio de ruptura del alto el fuego por parte de la banda terrorista.

Pese a que la reunión de hora y media que ambos mantuvieron en el Palacio de la Moncloa estuvo precedida de declaraciones procedentes del Gobierno y del PP que hacían augurar un nuevo fracaso en la búsqueda de esa unidad, el objetivo de derrotar a ETA hizo que se acercaran posturas y se asegurara que se han abierto los cauces para reforzar el diálogo ante la renovada amenaza terrorista.

“Yo estoy detrás del Gobierno para derrotar a ETA”, fue la aseveración realizada por Rajoy en la rueda de prensa que ofreció al término de la entrevista en la sede nacional del PP, ya que por tercera vez tras una reunión con Zapatero decidió no comparecer ante los informadores en el Palacio de la Moncloa.

Quien sí lo hizo en ese escenario fue la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, para trasladar el mensaje de que la reunión había supuesto un primer paso importante para recuperar la unidad frente al terrorismo y para precisar que el Ejecutivo no pide “adhesiones inquebrantables” y sólo busca avanzar al unísono para doblegar a ETA.

Para ello Zapatero ofreció una vía de diálogo permanente y directo entre él y el líder de la oposición y otra entre el Gobierno y el PP, mientras que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunirá con los representantes de las fuerzas políticas con representación parlamentaria en la búsqueda de la unidad antiterrorista.

El presidente del Gobierno trasladó a Rajoy su intención de reforzar, “si cabe”, los elementos del Estado de Derecho contra el terrorismo, según la vicepresidenta, quien aseguró que en la entrevista no se habló del Pacto Antiterrorista ni de la posibilidad de promover otro pacto.

El objetivo del Gobierno es que “todas las fuerzas políticas puedan sentirse representadas” en la lucha contra ETA “buscando un espacio de mínimos entre todos”.

Si en los días previos a la reunión el PP planteaba como condición para apoyar al Gobierno que los ediles de ANV no tomasen posesión de sus cargos, Rajoy subrayó hoy que su partido no pone condiciones para respaldar al Gobierno frente a ETA aunque cree conveniente que no haya concejales de esa formación política y que ésta sea ilegalizada.

Al respecto, Zapatero planteó que las normas del Estado de Derecho “hacen inviable hoy” esa posibilidad, aunque garantizó que actuará “con toda la contundencia” si ese partido “cruza la línea marcada por la legalidad democrática”.

Rajoy precisó que el apoyo del PP no es para negociar con la banda terrorista y consideró que “no es hora de reproches ni de hablar de la credibilidad del presidente del Gobierno” porque ya habrá tiempo para pedir responsabilidades por las conductas de los últimos años.

Pero pidió a Zapatero que haga todo lo que permite la ley para ser más eficaz en la lucha contra ETA y le confirmó la palabra que dijo que le dio tras el atentado de diciembre en la T-4 de Barajas asegurando que, cuando “las cosas se pusieran feas”, él estaría a su lado para derrotar a ETA.

“Esa hora ha llegado”, dijo Rajoy, quien advirtió a la banda terrorista de la inutilidad de su “barbarie criminal” y transmitió un mensaje de esperanza a los españoles ante el fin de ETA, momento en el que cometió el lapsus de decir “ETA es una gran nación” para rectificar inmediatamente: “España, perdón, es una gran nación”.

Pese al apoyo expresado -“si Zapatero es implacable le apoyaré para derrotar a ETA”, reiteró- Rajoy advirtió de que si el Gobierno vuelve a la política equivocada el PP tendrá que decírselo a la opinión pública.

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