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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Cuatro operarios mueren en el derrumbe de un hotel en Mallorca

Cuatro obreros de la construcción han resultado muertos. Ese es el resultado del hundimiento parcial mañana de este martes del edificio del hotel Son Moll, ubicado en la zona turística mallorquina de Cala Ratjada, en primera línea de mar, que estaba siendo reformado íntegramente sin licencia de obras.

El presidente del Govern balear, Francesc Antich, quien ha abandonado en el Parlament el debate de los Presupuestos de la comunidad para 2009 para desplazarse al lugar del siniestro, ha declarado que se está intentado localizar a todos los trabajadores empleados para la reforma del hotel para tratar de determinar el número exacto de obreros que podría estar sepultados por los escombros.

El derrumbe se ha producido en el momento en el que muchos de los trabajadores de las obras habían abandonado el edificio para desayunar en los alrededores del hotel, un complejo de unos sesenta años de antigüedad integrado por tres inmuebles: uno de planta y diez alturas; otro de planta y nueve alturas; y un tercero, el que se ha desplomado, de planta y dos alturas.

El derrumbe, según la portavoz del Govern balear y consellera de Trabajo, ha ocasionado también cuatro heridos. El alcalde de Capdepera, Bartomeu Alcina, ha informado de que tres de esos heridos han sido trasladados al hospital de Manacor con diversos traumatismos, y que uno de ellos ya ha abandonado el centro sanitario.

En la zona del siniestro trabajan efectivos de los Bomberos de Mallorca, Guardia Civil, Policía Local de Capdepera, ambulancias y un equipo de psicólogos, que da apoyo a las familias de las víctimas y la treintena de trabajadores que siguen los trabajos de búsqueda de las víctimas.

Los propietarios del hotel, según el alcalde de Capdepera, aún no se han personado en la zona del suceso. Las autoridades no han facilitado la identidad de las víctimas ni la nacionalidad de las mismas.

El presidente Antich ha señalado que las diversas instituciones de la isla (Govern, Consell de Mallorca y Ayuntamiento de Capdepera) han abierto informes para tratar de esclarecer la causa del siniestro, que coincide con un fuerte temporal de lluvia y viento.

El alcalde Alcina ha explicado a los periodistas que la empresa hotelera no tenía licencia de obras y de que se le había ordenado que las parara.

Alcina ha indicado que el establecimiento hotelero es propiedad de la empresa Hoteles Serrano, S.L., que solicitó al Ayuntamiento una licencia para hacer reformas en el edificio.

El consistorio, ha agregado, le denegó la licencia en varias ocasiones y hace un mes y medio, aproximadamente, le ordenó que paralizada la reforma que había iniciado en el edificio, en el que se había detectado irregularidades técnicas.

Javier Ruiz, oficial de primera de la empresa Rafael Truco, contratada para la reforma del hotel, ha informado de que esa sociedad tiene destinada a esa obra a una treintena de empleados, pero que existe un número todavía indeterminado de subcontratados para el proyecto, cuyos operarios estaban trabajando esta mañana cuando se ha producido el desplome.

El suceso, ha narrado Ruiz, se ha producido “muy rápido”, cuando él estaba trabajando entre la quinta y la sexta planta, y que han sido los obreros los que han comenzado las tareas de desescombro hasta la llegada de los equipos de emergencias.

Ruiz ha destacado que los trabajadores habían comentado en varias ocasiones que “el edificio se podía venir abajo” porque “era muy inestable”.

Al lugar del siniestro se han desplazado, además del presidente balear, la consellera de Trabajo y el alcalde, el delegado del Gobierno, Ramon Socias; la presidenta de Mallorca, Francina Armengol, el coronel jefe de la Guardia Civil en Baleares, Basilio Sánchez Rufo, y los consellers de Vivienda y Turismo, entre otros.

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