Mas promete ''plena fidelidad'' al pueblo de Cataluña

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha tomado posesión del cargo expresando que desea la “plenitud nacional” para Cataluña, aunque ha resaltado que este no es un trabajo para impacientes, sino una misión que debe cumplirse a largo plazo, ya que ahora la prioridad es luchar contra la crisis.

Ha recalcado que mientras que las naciones, los pueblos y las culturas tienen una historia que se cuenta en miles de años, los estados “no dejan de ser una construcción artificial” que a lo sumo puede medirse en siglos.

Sin embargo, ha antepuesto la gestión de la crisis como principal prioridad, recalcando que pondrá el acento más en los “deberes que en la reclamación de derechos”.

Tras admitir que se siente un poco “aturdido” y que ha sentido la presión de estos días, ha igualado la importancia de su toma de posesión al día en el que conoció a su mujer, Helena Rakosnik, con la que tiene tres hijos en común.

Además de agradecer tanto el apoyo de sus fieles como el de sus adversarios por permitir que la política transcurra por “caminos de normalidad, educación y sentido positivo”, ha dejado claro que se siente en paz interior tras haber alcanzado un objetivo que --ha reconocido-- le ha costado mucho.

Como humilde servidor de Cataluña que se siente, ha asegurado que se siente en deuda con los catalanes: “Tengo muchos deberes por cumplir que derechos por reclamar. Lo siento así. Hasta siento que tengo muchas más ganas de servir a Cataluña, a los 7,5 millones de catalanes, que de ser servido”.

Bagaje personal

Tras recordar su paso por la Generalitat hace diez años como conseller en cap en los gobiernos de Jordi Pujol, ha destacado que no siente que retorne al Palau sino que llega “con un bagaje personal que no tenía” cuando presentó su candidatura a la presidencia en 2003.

“Pasqual Maragall dijo que había cruzado la plaza. Yo para llegar a la presidencia de Cataluña he cruzado Cataluña muchas veces. De este a oeste, de norte a sur, la he pisado, la he conocido a fondo, la he respirado, y hasta puedo decir que la he mamado”, ha recalcado.

Pese a esta experiencia, Mas es consciente de las dificultades, miedos, confusión e interrogantes que viven los catalanes, pero ha apelado al optimismo para indicar que “Cataluña está plena de esperanzas”.

Y para ejemplificar como piensa dirigir su presidencia, Mas ha recurrido a la frase que tiene escrita en una rueda de timón que tiene en su casa para explicarse: “Cabeza fría, corazón caliente, puño firme y pies en tierra”.

A esta actitud, según Mas, debe sumarse la colaboración de toda la sociedad para emprender las iniciativas y proyectos que sean necesarios, y poniendo el acento en el ejercicio de los deberes que en la reclamación de derechos.

Tras finalizar su discurso y después de que toda la sala cantara Els Segadors, Mas ha acompañado al ya ex presidente de la Generalitat José Montilla hasta las puertas del edificio donde le esperaba su coche oficial.

Tras unas breves palabras con Montilla, Mas ha salido al balcón para saludar a los fieles que le esperaban en la Plaza Sant Jaume y después ha subido a la recepción que se ha organizado en el Pati dels Tarongers.

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