Belén Allende: “Los pactos en cascada no sirven, han sido un total fracaso”

La presidenta del Cabildo de Tenerife, Belén Allende (EFE)

Juan Ignacio Viciana

Valverde —

Llega diez minutos tarde, casi celebrando el histórico “atasco en la city”, lo que ayuda a entender el eslogan de la tranquila diferencia que apellida a El Hierro. Un coche averiado en una mala curva colapsa Valverde por un tiempo y nadie se libra de llegar tarde. Ni siquiera Belén Allende, presidenta del Cabildo de una Isla empeñada en enseñarse al mundo como faro de la sostenibilidad, un nuevo destello que marca carácter desde la esquina más occidental de Canarias. Ella lo sabe y lo explota. Habla con pasión de su tarea, se emociona si se deja llevar pero tampoco tiene problemas en hablar clarito: “Los pactos en cascada no sirven. Nuestra diferencia la marca la Ley del Volcán. Experimentos con gaseosa los justos. Ha sido un total fracaso”.

P. Esta es su segunda etapa al frente del Cabildo, ¿qué tal la experiencia?

R. En 2015, nada más aterrizar, nos encontramos con la dificultad añadida de un Plan Económico Financiero impuesto por el Ministerio. El Hierro había incumplido las reglas de austeridad y debía afrontar recortes de más de 4 millones de euros en un presupuesto ejecutado en un 85% porque era año electoral. Hicimos ver a Madrid que esa medida era ponerle la soga al ahorcado. Habíamos sufrido una crisis económica sin parangón y a ella se unió una crisis sísmico-volcánica con consecuencias sin igual en nuestra historia reciente. Sufrimos una deslocalización importante de población. Más de 2.000 personas se fueron y 39 empresas cerraron, las repercusiones en cadena que tuvo para la estructura socioeconómica de El Hierro fue bestial. Reconducir esa situación, aminorar ese recorte que hubiera asfixiado nuestro arranque de legislatura, nos permitió remontar y empezar a proyectar. Puede parecer que las cosas programadas se ralentizan, pero a la larga es una garantía para el futuro sentando las bases en el presente. A eso nos estamos dedicando.

La primera vez fue más breve,  sufrió una moción de censura, ¿qué sabor le queda de todo aquello?

De incomprensión. Soy una piscis convencida, con lo bueno y lo malo, en mis sentimientos más profundos no hay lugar para el rencor. No podía entender que un bache de entendimiento en la historia de nuestro partido con el PSOE se llevara a unos extremos incomprensibles en una sociedad tan pequeña siendo personas nuevas, jóvenes, que confluíamos en política desde una visión totalmente renovada y diferente. No me cabía en la cabeza que no pudiéramos llegar a entendimientos cuando la situación en 2011 requería de la voluntad política para transar, acordar y posicionar un frente incluso común de todas las fuerzas para llevar a El Hierro a otro derrotero diferente al que se le llevó.

¿Se puede decir entonces que está con ganas de repetir?

Creo que los tiempos en política deben acortarse a dos o tres legislaturas máximo. Es algo que deben decidir los partidos después de una larga reflexión. Creo, lo digo por experiencia propia porque hacer un parón en el Parlamento y volver me ha dado una visión totalmente nueva, que tener un horizonte con el número de legislaturas máximas a cumplir no sería malo y además te irías con la tranquilidad de pensar que hay mucha gente que puede tomar las riendas dentro del camino que hemos marcado en una planificación  acorde al modelo de desarrollo sostenible que nos dimos en 1997.

¿Está bien la Agrupación Herreña Independiente (AHI) a día de hoy?

Son más los fantasmas de quienes quieren poner sobre la baza de la confrontación un hueco para abrir resquicios en una formación que ha mantenido firmes sus principios próxima ya a cumplir los 40 años. La prueba evidente de que estamos bien y no hay confrontación es que como presidenta del partido, tras un proceso complejo para el relevo de un líder indiscutible como es Tomás Padrón, no tenía por qué haber cedido la cabeza de lista al Parlamento para que otro compañero la ocupara ni habría nombrado a mi contrincante directo nada más y nada menos que Secretario de Organización Política.

Usted ganó la presidencia de su partido con 289 frente a 232 votos de su oponente, es decir que la AHI tiene más de 500 afiliados, lo que en proporción viene a suponer que un partido de Tenerife o Gran Canaria tuviera cerca de 45.000, ¿es un suelo electoral altísimo verdad?

Esto es como  cuando se quejan por la Ley Electoral del peso del voto de un herreño. Las reglas del juego son para todos igual. Soy de las afortunadas que siempre ha tenido un respaldo electoral de base muy importante, porque la base es lo que en el diario de un político siempre tiene que estar en la primera página. Intento que mi actividad política vaya siempre ligada a lo que la ciudadanía nos demanda.

Pero reconocerá que es un suelo electoral muy alto tener más de 500 afiliados en El Hierro.

Es altísimo, pero creo que también ha habido una sinergia de interacción con la ciudadanía donde los planteamientos de base se han seguido madurando y para nada se han ido perturbando. Podremos equivocarnos pero por lo menos nuestras convicciones son profundas y nadie podrá decir que la AHI ha jugado a cambiarse chaquetas o ha deshonrado su historia.

¿Cree que va a haber moción de censura en Valverde?

No lo sé. Creo que la coherencia en política no se puede perder. Y esa coherencia que por desgracia en las páginas anuales de la política, con los grandes titulares de un día que se acaban perdiendo en el anonimato o en el olvido, hacen una mella en la ciudadanía que lejos de adquirir una cultura democrática que es importantísima acaban renunciando incluso a poder tener la capacidad de decidir. Me gustaría que en base a la coherencia, la atención de los partidos y el tiempo que resta, la gente fuera más de negociar y actitudes de confrontación se llevaran a la mesa de negociación para dirimirlas.

¿Es partidaria de los pactos en cascada?

 Creo que los pactos en cascada no sirven. Canarias tiene una peculiaridad, con todos mis respetos para los nacionalismos históricos, que la hace más diferente que ninguna otra. Esa diferencia la marca la Ley del Volcán. Si somos diferentes por orografía y estructura como comunidad, por la dificultad archipielágica, los pactos en cascada a la hora de determinar nuestra propia organización políticoadministrativa no sirven, experimentos con gaseosa los justos. Ha sido un total fracaso.

“No estoy contenta con los resultados en la lucha contra el desempleo, los parados para mí tienen nombres y apellidos. Partíamos de una situación similar a la del año de la seca, pero hay mucho por hacer todavía”

El Presupuesto del Cabildo para 2017 alcanzó los 39 millones de euros, con casi 2 millones para el fomento del empleo, se ha bajado en este año de 1047 a 946 desempleados, ¿está contenta con los resultados?

No. En estos momentos tenemos 946 parados si bien en verano pudimos bajar las cifras a ochocientos setenta y algo, muy por debajo de las cifras del año 2010. Pero esos parados para mí tienen nombre y apellidos y no puedo estar contenta porque sé de sus dificultades. Pero sí tengo que decir que partíamos de una cifra de 1.400 parados y llegamos a tener 1.600, que en una isla como El Hierro hacía que el ránking de desempleo fuera nunca visto, en circunstancias similares a lo que pudo pasar en el año de la seca si se hubiera contabilizado ese paro por personas activas dentro de lo que era la regulación del mundo laboral.

 ¿Y cómo se combate eso?

Con un empleo que no busque contención en base al rédito electoral de que eres capaz de organizar un trabajo público que permita a la gente un horizonte de trabajo de 6 meses con la Administración para no volver a repetir hasta año y medio. No. Nosotros hemos intentado darle vuelta, no se puede crear una sociedad organizada si esa sociedad no puede soñar con un proyecto personal y profesional. La estabilidad en el empleo se tiene que dar por trabajo. El entramado empresarial ha tenido que ser ayudado para poder afrontar el reto de dar un empleo de calidad. Y nosotros coadyuvar con la formación continua de cara a asumir los retos de presente y futuro que tiene El Hierro, con la capacidad de generar una gama importante de servicios no sólo para el sector primario o el turístico. Hay que crecer en innovación, en desarrollo, luchar contra la brecha digital... Estamos intentando despuntar internacionalmente como una Isla faro de una sostenibilidad realizable y alcanzable.

“En El Hierro te puedes encontrar contigo mismo y eso hoy es un lujo que no todos los hombres y mujeres tienen ocasión de poder disfrutar en pleno siglo XXI”

Cambiemos de tercio... si fuera mi primera visita a la Isla, ¿qué no debería dejar de ver?

Es difícil decir que no ver... En El Hierro te puedes encontrar contigo mismo y eso hoy es un lujo que no todos los hombres y mujeres tienen ocasión de poder disfrutar en pleno siglo XXI. Encontrarse con uno mismo es recargar a través de la energía, hacerlo encaramado a cualquier Tagoror, a cualquier bimba de lava para otear el horizonte sabiendo que detrás hay una vida con la que actualmente hoy desde El Hierro se puede interactuar. Adentrarse en el paisaje de un Julan que te habla de nuestra historia y te hace sentir el ADN del aborigen para saber que vale la pena luchar por esta tierra, sin claudicar. Tumbarse en Nisdafe y dejarse llevar por los olores y el sonido de los insectos que polinizan el campo y dan esos fantásticos sabores a nuestras mieles, a nuestros ahumados en los quesos, a nuestro sabor de la quesadilla por la leche auténtica, una vieja con lapas, un buen queso con mojo...

¿Y en el caso de que no hubiera decidido venir todavía?, porque las estadísticas hablan de que El Hierro es la isla que más canarios tienen pendiente de conocer...

Los techos son de cristal, hay que romperlos. La necesidad de afianzar un eje transinsular que permita sentirnos y conectarnos en igualdad de condiciones era fundamental. Tras el 30 de junio, con el abaratamiento de los billetes, los canarios de las islas orientales tienen con El Hierro un polo de atracción importante. El techo del precio de los pasajes se ha roto y ahora El Hierro está posicionada como uno de sus destinos preferidos. Somos el polo opuesto, somos el polo que marca dentro de la atlanticidad el occidente y además somos ese faro de la sostenibilidad que cada vez atrae a muchas más personas, les atrae nuestra forma de gestionar nuestro modus vivendi como una nueva oportunidad para Canarias.

La Isla trata de abastecerse al 100% con energías limpias y renovables, está declarada Geoparque, se estudia la posibilidad de habilitar aquí el primer parque nacional marino de España... ¿Hacia dónde va El Hierro?

El parlamentarismo ha perdido mucho de parlamentar y ha ganado en escenificar los estereotipos con los que uno se quiere encasillar dentro de sus formaciones. Esto lleva a que los discursos sean preocupantes en torno a una centralidad y a un desprecio cada vez más grande hacia el desconocimiento de lo menor. Cuando no era políticamente correcto hablar de sostenibilidad ya El Hierro la abrazaba y cuando algunos empezaron a encargar la manta esperancera de la sostenibilidad los hombres rudos de nuestra meseta de Nisdafe que pastoreaban los rebaño de ovejas ya la tenían puesta. No hay futuro si no somos capaces de interconectar y poner a disposición de la garantía de ese futuro todos los instrumentos que estén a nuestro favor, en este caso nuestra rica biodiversidad y geodiversidad.

¿Cree que el resto de administraciones está en sintonía con este planteamiento?

Se ve un giro que no sé si es fruto del convencimiento o como suele ocurrir con los tiempos políticos es la ciudadanía que se impone a la realidad de la legislación. Se empieza a reconocer el trabajo que lleva parejo una labor de base que institucionalmente se ha sabido canalizar, nos da un plus de calidad y nos permite crear una diversificación económica. Pero todavía es muy tímido el valor que se debe dar a las políticas en pro de esa sostenibilidad.

En todo caso, ¿lo que sí está en sintonía con esa filosofía es el turismo que viene a la Isla verdad?

Totalmente. Canarias tiene un gran reto por delante, y no es hablar de récord de cifras. Ahí estamos totalmente equivocados. Canarias tiene que hablar de calidad en el turismo. Debemos reconducirlo a pocos pero buenos, en el sentido de que se pueda dar un producto muy apreciado por aquellas personas que de vedad contribuyan a que ese producto siga perviviendo de una forma armónica, respetuosa e integrada en el medio. Hay que entender el camino en el que nosotros estamos creciendo, con un 32% de visitantes con un elevadísimo nivel de formación, para quienes el coste de la insularidad no es un hándicap, cuando la elección de nuestro destino en un 82% lo hacen buscando algo concreto y sin touroperadores de por medio, cuando se ha estructurado un auténtico turismo científico que vienen a conocer el Pozo de Los Padrones, Gorona del Viento o a sentir el latido de la tierra en un mar limpio que ha generado una explosión de vida.

La modalidad alojativa preferencial de la Isla es la del alquiler vacacional... ¿qué noticias tiene de la regulación en Canarias sobre esta materia?

Nuestra regulación, como la de La Palma y La Gomera, viene dada por la regulación de la llamada Ley de las Islas Verdes. Debemos acompasar nuestro crecimiento en relación con la despoblación que hemos sufrido en busca de las condiciones de vida que daban las grandes urbes, que a día de hoy van camino del colapso. Estamos recuperando patrimonio y la posibilidad de que nuestras medianías no queden vacías de contenido, nuestra filosofía puede ser una laboratorio para reconducir la urgente necesidad de diversificar la economía en torno a la generación de un modelo turístico diferenciado. Nosotros hemos crecido este año en más de 198 unidades alojativas que vienen a recuperar el patrimonio cultural que se rehabilita, que genera una economía, que se pone a disposición de nuestros visitantes con calidad en torno a la apreciación del alojamiento turístico. Vienen buscando lo auténtico, desde la posición de sentirse uno más en la colectividad, y eso en una zona turística al uso no se consigue. Es un fenómeno que ha llegado para quedarse, es verdad que hay que darle una regulación para que haya control e igualdad de fiscalidad, pero no cabe duda de que la vivienda vacacional ha llegado para quedarse.

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