Continúa la investigación sobre la desaparición del hijo de Fernández Tapia

ARRECIFE (LANZAROTE), 7 (EUROPA PRESS)

La Policía Judicial de la Guardia Civil continúa con la investigación sobre la desaparición de Bosco José Fernández Tapias, hijo del empresario y vicepresidente del Real Madrid, Fernando Fernández Tapias, después de que los servicios de emergencias de Lanzarote finalizaran la búsqueda subacuáticas en los veriles, ubicado en las inmediaciones de la Pila de la Barrilla, en Puerto del Carmen.

Según informó a Europa Press el gerente del Consorcio de Emergencias de Lanzarote, Esteban García, las posibilidades de que el cuerpo se encuentre en esta zona a una profundidad superior a los 100 metros son muy altas, aunque el equipo con el que se cuenta no permite acceder a esas profundidades.

“Se mantienen diligencias abiertas por parte de la Policía Judicial de la Guardia Civil por si se hiciera algún movimiento de cuenta corriente o registro con su Documento Nacional de Identidad. La búsqueda ha finalizado pero como el cuerpo no se ha localizado se le considera desaparecido, y no como fallecido”, matizó.

En este sentido, apuntó que anoche se suspendió la búsqueda subacuática. “Las posibilidades --añadió-- de que el cuerpo esté en la zona de los veriles (a unos 100 metros de profundidad) es de un 90 o 95 por ciento, pero no se pueden descartar otras opciones y que el cuerpo no es encuentre en el lugar o que esté fuera del agua”.

Aquí, hizo especial hincapié en que todas las posibilidades apuntan a que el hijo de Fernández Tapias pudiera estar bajo el agua, aunque reiteró que en estos momentos no se pueden descartar otras hipótesis más remotas.

DILIGENCIAS ABIERTAS

La Benemérita mantiene las diligencias abiertas al considerar a Bosco José Fernández Tapias como desaparecido. “A partir de ahí --reiteró-- si hay algún movimiento en su cuenta corriente o alguna notificación de sus gastos, pues automáticamente se parará la investigación, aunque las posibilidades de que el cuerpo esté en los veriles son muy altas”.

García comentó que el problema que presentan las profundidades de esta zona es que están a una altura a la que los buzos de los servicios de emergencias no pueden descender, por lo que se estaría hablando de una profundidad que rondarían entre los 100 y los 200 metros.

Al respecto, señaló que, ahora mismo y con el equipo con el que se cuenta, no existen medios para descender a esa profundidad, por lo que no puede constatar que el cuerpo se encuentre en el lugar.

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