El Dragón de Oro, arrasado en apenas una hora

En apenas una hora este martes por la mañana quedó borrado del mapa el emblemático restaurante de comida china El Dragón de Oro a causa de las obras para construir la vía litoral de Santa Cruz. A las 10.00 horas ya no quedaba nada del establecimiento que fue pionero en la capital tinerfeña a la hora de educar a los chicharreros en los sabores de oriente hace ya cuatro décadas. Poco después, un grupo de vecinos observaba a través de las redes que desde hace varias semanas mantenían cercado el restaurante como había quedado el lugar.

Se trata de la única expropiación que se ejecutará en esta primera fase de las obras de la vía litoral y le ha costado más de 177.558 euros que ha pagado el Gobierno canario, pese a que el establecimiento se situaba en terrenos de la Autoridad Portuaria.

Han sido casi dos años de negociaciones entre el equipo de abogados del bufete de Miguel Cabrera Pérez Camacho y el ejecutivo autónomo para alcanzar un acuerdo, tiempo durante el cual se llegó a plantear la posibilidad de recurrir a los tribunales. Finalmente el propietario del restaurante Juan Lu aceptó la cantidad acordada y el emparesario ahora centrará sus esfuerzos en continuar con un restaurante prácticamente similar situado unos doscientos metros más allá en la misma avenida de Anaga, creado pocos años antes que el Dragón de Oro.

Esta es una de las incógnitas que se acaban de resolver sobre la vía litoral aunque aún quedan algunas planeando que no se terminan de concretar. Por ejemplo, el Gobierno canario no ha tomado aún una decisión en firme sobre el futuro de la decena de laureles que se sitúan a la entrada de la avenida Francisco La Roche que rodeaban al restaurante. Hay dos posibilidades o se retiran en peso quince metros en dirección al mar o se mantienen en el mismo lugar. La primera alternativa supone acelerar los trabajos mientras que la segunda implicará tener que cerrar totalmente al tráfico este tramo de la avenida por el que diariamente circulan 30.000 vehículos durante el tiempo en el que se abra la nueva boca del túnel.

El ejecutivo autónomo ya había contactado con una empresa especialista en el traslado de este tipo de ejemplares de gran envergadura , cuyo responsable Gerard Pasola había garantizado que las labores eran posibles y había muchas posibilidades de realizarse con éxito. Cuanto mayor sea el número de tierra y de raíces que se muevan aumentarán también las garantías de que los árboles podrán sobrevivir. Pero en estos momentos el hasta ahora director de la obras, Adolfo Hoyos, está a punto de jubilarse con lo cual los nuevos responsables serán los que tomen la decisión final.

La alternativa de trasladar en peso las cerca de 100 toneladas de cada uno de los ejemplares resulta según los técnicos de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias más aconsejable a la hora de ejecutar esta última fase. La opción de mantener los laureles en su actual emplazamiento y cortar el tráfico en todo el entorno de la plaza de España ha sido mal acogida por los vecinos y comerciantes en cuanto les supondrá multitud de inconvenientes.

De optarse por el traslado la boca del túnel será única, manteniendo los cuatro carriles a lo largo de toda la vía, que discurrirán por la zona donde hoy están los laureles y la acera y en el resto de la actual calzada habrá una vía de servicio y una acera de 15 metros. De lo contrario el túnel tendrá una doble salida y entrada y los árboles quedarán en medio.

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