Enviaron a bomberos a casa durante el incendio

Iván Suárez / Iván Suárez

“Incendio potencialmente grave en curso. Todo agente que esté disponible en caso de ser necesario requerirlo, responder al SMS. CEGC”. Este es el primer mensaje de texto que envió el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria a los bomberos a las 13.19 horas del pasado jueves 24 de octubre, aproximadamente una hora después de recibir el aviso del fuego originado en una zona cercana al Parador de Tejeda que acabó arrasando 70 hectáreas diseminadas por un perímetro de 450 en el centro de la isla.

Los bomberos del Consorcio recibieron hasta cinco avisos similares hasta las 16.14 horas. Entre 70 y 80 de ellos, según las cifras que manejan desde el propio cuerpo, se personaron en ese intervalo de tiempo en los parques en los que prestan servicios, a pesar de estar en huelga desde diciembre de 2012 en protesta por la falta de personal y por lo que consideran una “pésima gestión” del Consorcio que se ha traducido en problemas de operatividad.

Cuando llegaron a sus puestos, el incendio arreciaba, favorecido por el fuerte viento y la baja humedad relativa, y ya amenazaba a varias viviendas. Sin embargo, los superiores jerárquicos en los parques, suboficiales o sargentos, enviaron a casa a la mayoría de los agentes que no estaban de guardia y que se habían movilizado para colaborar en las tareas de extinción. Así consta en los denominados diarios de novedades, los libros en los que se registra todo lo acontecido durante la jornada en los parques de bomberos.

Unas cinco o seis horas después (sobre las 21.00 horas), con seis focos descontrolados, unas 300 personas desalojadas y un centenar de viviendas afectadas, el Cabildo de Gran Canaria elevaría el nivel de emergencias al rango 2, con lo que la competencia pasaba al Gobierno de Canarias. Se movilizaba también a la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ejército de Tierra, que llegaría desde Tenerife, donde se encontraban haciendo maniobras.

La orden dada a los bomberos que no estaban de guardia de abandonar los parques y regresar a sus domicilios a la espera de novedades se dio en un momento en el que se registraban dos de las tres condiciones propicias (temperaturas por encima de los 30 grados, vientos superiores a los 30 kilómetros por hora y una humedad relativa en el aire de menos del 30%) para la declaración de un Gran Incendio Forestal.

Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la racha máxima de viento en la zona se registró a las 12.10 y fue de 54 kilómetros por hora. A partir de ese momento, el viento, que soplaba de componente oeste-sudoeste, se volvió más racheado y se mantuvo en velocidades similares hasta pasadas las 14.00 horas. Además, la humedad relativa en el aire se movía en niveles bajos. A las 10.00 horas, era del 18,3%, un porcentaje que fue disminuyendo hasta el 15% registrado al mediodía. Las temperaturas oscilaron entre los 20,7 y los 24,2 grados en el periodo comprendido entre las 10.00 y las 15.00 horas.

“La premura es vital en estas condiciones. Si actúas rápido, atajas el conato y evitas que el fuego se extienda. Si te demoras, estás perdido”, ha comentado a este periódico uno de los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, que ha advertido que, de no haber mejorado las condiciones meteorológicas durante la noche del jueves (vientos más flojos, descenso de temperatura y lloviznas), “probablemente aún estaría activo el incendio”.

Este bombero recuerda que, en aplicación del artículo 31 del reglamento del Consorcio, todo el personal que esté disponible podrá ser movilizado para colaborar en caso de emergencia y que, una vez requerido, tendrá la obligación de presentarse en su base. En esta ocasión, sin embargo, no hubo un requerimiento directo, sino un aviso para que los propios agentes confirmaran su disponibilidad en caso de que fuera necesaria su presencia en la zona afectada. Tampoco se produjo ninguna comunicación en relación a la elevación del nivel de emergencia.

Parque de Tejeda y mandos en comisión de servicio

Fuentes del cuerpo consultadas por CANARIAS AHORA apuntan otras dos circunstancias vinculadas a la gestión del Cabildo de Gran Canaria y del Consorcio que pudieron agravar las consecuencias del incendio de la cumbre. Por un lado, el cierre en 2011 del parque de Tejeda, el más cercano al área donde se originó el fuego, como consecuencia de los recortes en la institución insular y de una redistribución del personal.

“Este parque se cerró a pesar del aviso que se había realizado de la existencia de masa forestal de alto riesgo en el municipio”, señalan las mismas fuentes, que añaden que un camión de bomberos del parque de Tejeda habría accedido a la zona del incendio en cinco minutos, frente a los 35 o 40 que se tarda desde la otra base más próxima, la de San Mateo.

Por otra parte, sostienen que los dos sargentos que se pusieron al frente del mando de puesto avanzado “no tenían el conocimiento básico de la orografía de la isla y de los recursos” para poder coordinar las maniobras. Ambos habían llegado recientemente a la isla en comisión de servicios. Uno de ellos, procedente de Tenerife, había aterrizado en Gran Canaria en agosto con acceso directo al puesto de sargento. El segundo de ellos llegó desde Madrid en 2012 y, tras pasar un tiempo como cabo, había ascendido a sargento hacía menos de un mes.

Los bomberos de Gran Canaria llevan casi un año de huelga para reclamar a la consejera de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo, María del Mar Arévalo, un aumento de personal y el desbloqueo del proceso selectivo que se inició en octubre de 2012 con la celebración de las pruebas físicas y que ha quedado paralizado, según la corporación insular, por falta de fondos. En estas oposiciones está previsto el ingreso de 27 agentes y 13 cabos. La Relación de Puestos de Trabajo contempla 224 plazas de bombero para Gran Canaria, aunque actualmente están cubiertas 198.

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