García Llanos: ''A la política canaria le sobra crispación y le falta realismo''

Salvador García será sustituido por Carolina Darias este lunes tras los 100 días de gracia que le ha concedido el Gobierno de la Nación. Se va con el sabor agridulce de haber puesto todas sus energías en el desempeño de su profesión y los proyectos que quedan inconclusos. Lo mejor, el cariño y el respaldo recibido, lo peor, luchar porque ningún ser humano muera en el mar y tener que tomar decisiones sobre las desapariciones, homicidios y el resto de sucesos que se dan en Canarias.

Pero se lo toma con filosofía, sabe que los cargos públicos “igual que entran salen” y a sus 55 años quiere meditar la mejor opción de futuro. El cuerpo le pide volver al periodismo pero no descarta ni mucho menos la política porque “corre por las venas”. Tras tres meses en la primera línea, se marcha con la reafirmación personal de que “a la política canaria le sobra crispación y le falta realismo”.

¿Tres meses dan para algo en un puesto de tanta relevancia como el que ha desempeñado?

Desde luego que sí, ha constituido una experiencia breve pero extraordinaria, ha supuesto ganar conocimiento de los problemas, tener sentido y dimensión de las decisiones que hay que tomar, ser responsable de forma cabal ante los compromisos que se asumen y desde luego con una serie de acontecimientos que de alguna forma han servido para enriquecer esa experiencia

¿Pero supongo que se le habrán quedado proyectos en el tintero?

Por supuesto que sí, como la oficina de las RUP sobre la que el PSOE había hecho una gran apuesta en su programa electoral y se anunció su apertura por parte del presidente del Gobierno, otorgándole a este hecho un gran valor y especialmente refiriéndolo a la presidencia española de la UE para el próximo año 2010. Esa sede iba a tener emplazamiento físico en la Delegación del Gobierno en Las Palmas con lo que mayor importancia tiene. Quería también profundizar en el II Plan de Seguridad después de los buenos resultados del primero y del impulso importante que se había dado a la seguridad pública, a partir del objetivo de mejorar las dotaciones materiales y de recursos humanos. También queríamos completar las gestiones para dotar a Fuerteventura, La Palma y Lanzarote de los puntos de inspección fronterizo, culminar los trámites de la declaración Schengen?

Había otro proyecto interesante, que era tratar de devolver a la Lucha Canaria al ámbito de la Federación Española de Lucha para que se diera una homologación que permitiera que este deporte tuviera una repercusión nacional. Así podríamos enumerar muchos proyectos pero no me queda frustración por que sé que mi sustituta los afrontará y culminará felizmente.

¿Qué es lo que recuerda con más cariño?

Lo más impactante ha sido las muestras de afecto y aliento que he recibido desde que se supo que el cese era inminente, ha sido gratificante por el respaldo extraordinario que he llevado y debo reconocerlo, nunca en mis otras responsabilidades públicas tuve o me sentí tan respetado y respaldado desde el punto de vista social, político y sobre todo mediático. No sé si porque las circunstancias así lo han determinado, como la brevedad y otros hechos, pero me marcho con el gratificante sabor de haber desempeñado una tarea en 100 días absolutamente comprometida y espero que beneficiosa.

¿Y qué ha sido lo peor?

La zozobra permanente que supone la llegada de inmigrantes, el deseo y el compromiso de que nadie pierda la vida y de prestar la atención adecuada a seres humanos indefensos que vienen buscando nuevos horizontes. El segundo hecho es tomar decisiones sobre los sucesos. Conocerlos primero que nada. La Policía informa sobre desapariciones, homicidios, atracos, realmente se trata de hacer acopio de información y saber que está en marcha un dispositivo claramente orientado a esclarecer lo sucedido.

Luego también me queda una asignatura a la que me hubiera gustado dedicar pues todas las energías posibles, que es intentar erradicar o paliar el consumo de sustancias estupefacientes porque está suponiendo un grave problema para muchas familias canarias.

Ha dicho que no se esperaba su sustitución y a tenor de lo que se ha podido saber, su sustituta tampoco? ¿A qué cree que se ha debido este cambio?

No lo sé, lo que sí sé es que las personas que tenemos cargos de designación, que somos nombrados, tenemos que ser conscientes de que no es para toda la vida y que como igual se entra igual se sale. Quiero pensar que estamos ante una nueva legislatura en la que el Gobierno se posiciona para desarrollar sus actividades y busca a aquellas personas que reúnan perfiles idóneos con criterios de muy distinta consideración como puede ser desde mujeres hasta personas con perfil político más ajustado a políticas sectoriales? en definitiva yo soy muy respetuoso con esos criterios. Reconozco que no me lo esperaba pero el cese se ha producido en la más perfecta normalidad y respeto, me siento orgulloso de haber podido servir a mi país.

En cuanto a su futuro ha habido mucho ruido, hay quien te coloca en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, hay quien lo desmiente? usted ya ha dicho sin embargo que lo que le pide el cuerpo es volver al periodismo. ¿Lo tienes más claro?

No la verdad es que no, me voy a tomar unos días para reflexionar, es un momento importante, tengo ya 55 años y quiero que la decisión sea lo más consecuente, si se hubiera dado esta situación con 35 años o 40 hubiera tirado para adelante sin más, ahora me lo pienso. No oculto que el cuerpo me pide volver a ejercer la profesión, estaría encantado y si contara con la confianza de la persona que me pudiera auxiliar en ese sentido.

¿Descarta volver a la política?

No lo descarto. La política es sangre que corre por las venas, mientras esa sangre alimente mi existencia la política seguirá siendo una de las parcelas a las uno le pudiera dedicar atención. No lo descarto.

¿Ha cambiado algo su visión sobre la política canaria después de haber estado en la primera línea estos meses?

Mi visión sigue siendo la de una actividad política en sí supeditada a muchos vaivenes, oscilaciones y cambios de humor y digamos, contradicciones, como ahora mismo se pueden estar dando en el seno del propio Gobierno de Canarias. Además he podido pulsar que un amplio sector de la ciudadanía está harto de un enfrentamiento dialéctico cercano a la crispación. Se necesita a mi juicio más sosiego, más calma y que las personas puedan recuperar la confianza, tener referencias sólidas de sus representantes públicos. A la política canaria le sobra crispación y le falta realismo. Pongo como ejemplo la segunda prisión de Gran Canaria, donde después de que se dé un preacuerdo este se quiebra y se frena la materialización del proyecto por unas contradicciones absolutamente difíciles de explicar.

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