José Javier Pérez, 'Sandokán' y Conchita Fleitas, Medallas de Oro
El Gobierno de Canarias aprobó este martes la concesión de las Medallas de Oro de Canarias 2008 a José Javier Pérez Rodríguez, Manuel Sosa Medina, Concepción Trujillo Jara, Agapito Martín Zarcero y Concepción Fleitas Perdomo, informó la portavoz del Ejecutivo canario, Carolina Déniz.
Las distinciones serán entregadas en el acto institucional con motivo del Día de Canarias, que se celebrará en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria, el próximo 30 de mayo.
El profesor José Javier Pérez Rodríguez es actualmente rector emérito de la Universidad del Pacífico (Perú), centro docente que dirigió desde 1994 a 2004.
Natural de Los Llanos de Aridane, se trasladó a Perú en 1964. Desde 1972 integró el plantel docente del Departamento Académico de Humanidades, donde es profesor principal.
Sus áreas iniciales de formación académica son el Derecho y la Pedagogía. A estos estudios se suman, más tarde, otros en Arte y en Turismo. Su labor docente siempre estuvo vinculada con las áreas de Teoría del Turismo, Historia de la Cultura y Apreciación Artística.
Ha sido secretario general, decano de su Facultad de Administración y Contabilidad y vicerrector y fue elegido rector de la Universidad del Pacífico para el período 1994-1999 y posteriormente se le reeligió para el período 1999-2004.
Entre otras numerosas distinciones, es Hijo Predilecto de Los Llanos de Aridane.
Manuel Sosa Medina, conocido como Sandokán, es natural de El Puertillo, en Bañaderos (Arucas), y ha dedicado gran parte de su vida al rescate de personas en la costa norte de Gran Canaria, donde las peligrosas corrientes y el fuerte oleaje suponen un alto riesgo para bañistas o pescadores.
Sandokán nació en el seno de una familia agrícola, hasta que rompió con la tradición familiar para vivir cerca del mar.
Con sólo 15 años protagonizó su primer rescate, el de una niña en apuros arrastrada al agua por un fuerte golpe de mar.
Desde entonces, ha ayudado a más de 200 personas de forma altruista y, como reconocimiento a su labor, ha recibido numerosas condecoraciones.
Concepción Trujillo Jara nació en Valle Gran Rey en 1949. Conocida como Conchita la de Arure es propietaria del restaurante del mismo nombre, y ha destacado siempre por su amabilidad y buen hacer.
Su establecimiento es una referencia culinaria en la isla de La Gomera y, por extensión, en toda Canarias.
Conchita comenzó a trabajar en la tienda de su padre a los 14 años y a los 18 tomó las riendas en solitario de la misma cuando sus progenitores emigraron a Venezuela.
En 1970 inició su relación con el mundo de la hostelería y convirtió la venta de sus padres en el “Restaurante Conchita”.
Desde entonces mantiene una carta basada en platos que gozan de una gran aceptación popular, en la que no faltan el potaje de berros, el atún con mojo rojo, el almagrote o la torta de cuajada con miel de palma.
Agapito Martín Zarcero nacío en Santa Eufemia (Córdoba), en 1945 y se ordenó sacerdote en 1970.
Dos años después fue destinado a la parroquia de San José Artesano, en el barrio de Lomo Blanco (Las Palmas de Gran Canaria), donde ejerce su ministerio hasta el año 1980.
Con posterioridad fue trasladado a la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en el barrio de Los Picos de Batán, también en Las Palmas de Gran Canaria.
En 1996 se hizo cargo de la parroquia de Valterra y Altavista, en Arrecife (Lanzarote), y al mismo tiempo fue nombrando capellán del centro penitenciario de Tahíche.
Desde entonces, ha desarrollado una importante labor social entre los reclusos y sus familiares, a los que no ha dudado nunca en ofrecer su ayuda, hasta el punto de que en numerosas ocasiones su casa se ha convertido en centro de acogida para los ex reclusos que lo necesitaban.
Concepción Fleitas Perdomo nació en La Oliva (Fuerteventura), el 11 de mayo de 1947. Estudió Magisterio en Tenerife, etapa en la que recibe numerosas distinciones por su trayectoria académica.
Ha desarrollado una importante labor docente en centros escolares de Puerto del Rosario (Fuerteventura), Caleta del Cebo (La Graciosa) y La Oliva (Fuerteventura).
Su etapa de maestra en La Graciosa (tres años) fue el resultado de una inquietud personal ya que el destino le fue concedido a petición propia.
La trayectoria de esta majorera siempre ha estado ligada a la vida social y cultural de Fuerteventura, y en especial de su pueblo, La Oliva.
