Jiménez admite haber alertado de un delito al alcalde de Mogán
Segunda jornada de declaraciones de nuevos imputados del caso Góndola. Este jueves le tocó el turno, entre otros, a José Jiménez, ex consejero de Aguas del Cabildo de Gran Canaria durante la presidencia de José Manuel Soria, actual vicepresidente del Gobierno de Canarias.
Y ante la juez instructora Mónica Oliva, Jiménez Suárez no sufrió ningún tipo de amnesia por el paso del tiempo: admitió sin tapujos haber alertado al alcalde de Mogán, Francisco González, de que estaba cometiendo un delito al autorizar la puesta en marcha de una depuradora en Taurito, propiedad del empresario Santiago Santana Cazorla, también imputado en el caso.
José Jiménez reconoció y recordó perfectamente la conversación tan explícita que mantuvo con Francisco González. A pregunta de la juez sobre su comentario al alcalde del delito que estaba cometiendo al contaminar las aguas no depuradas de Taurito, Jiménez respondió: “”Empleé la expresión delito en términos coloquiales, para acentuar su preocupación [del alcalde] y transmitirle [que tomara] una resolución rápida“.
El ex consejero de Medio Ambiente y Aguas del Cabildo de Gran Canaria negó ante la juez, a preguntas del fiscal, haber intervenido en la solicitud de Aquatauro -mercantil de Santana Cazorla- para cambiar la calificación territorial de la ubicación de la Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) de Taurito, ni tener competencias desde la Corporación insular para su puesta en marcha, pero sí admitió tener conocimiento de las presiones que realizaba el empresario al alcalde de Mogán, y que por tanto repercutieron en el Cabildo.
En este sentido, recordó también una conversación grabada por la Policía el 6 de julio de 2006, en la que explica que el alcalde le transmite su “preocupación porque existía una presión mediática y social por los vertidos fecales al mar, con expedientes de la UE y de Política Territorial. El Ayuntamiento quería conseguir la Bandera Azul [de la UE] y el Cabildo, la Reserva de la Biosfera, por lo que le dije que me iba a informar”, declaró este jueves.
De esa misma primera conversación entre Francisco González y José Jiménez, el ex consejero de Aguas reconoció también que el alcalde de Mogán le habló de “presiones” de Santiago Santana Cazorla, que “tenía un gran problema” con el empresario y promotor turístico, pero que “no sabe en qué sentido eran esas presiones”, ya que para el ex consejero de Aguas, lo importante era la puesta en marcha regular de la depuradora.
Y en otra de las conversaciones con el alcalde, concretamente el 31 de julio de 2006, Jiménez explicó este jueves en sede judicial que al transmitirle a Francisco González que el problema de la depuradora era “drástico” por los vertidos de aguas fecales al mar utilizó también ese adjetivo “porque la normativa era rigurosa y por la necesidad de evitar que siguieran produciéndose vertidos, que eran responsabilidad y competencia del Ayuntamiento” todavía presidido por el mismo alcalde del Partido Popular.
El ex consejero de Medio Ambiente y Aguas del Cabildo de Gran Canaria apeló durante su declaración a un Decreto de la Corporación de 2002, firmado por su antecesor en el cargo, Rafael Pedrero, que “no habla del margen del barranco donde se ubica la depuradora sino que advierte que ésta está dentro del cauce público del barranco. La Ley de Aguas autoriza la depuración pero no es competencia del Consejo Insular de Aguas determinar la ubicación” de las infraestructuras para depurar.
Ese Decreto avala la recogida de la documentación de Aquatauro “pero nunca autoriza su ubicación definitiva”. Al respecto, José Jiménez aseguró a la juez que se había enterado hace escasamente un mes, al tener acceso a la documentación que obra en autos, que el EDAR estaba en “un lugar distinto al solicitado” cuando el imputado era consejero de Medio Ambiente y vicepresidente del Consejo Insular de Aguas. Y así lo ratificó a preguntas de la defensa de Santana Cazorla, asegurando desconocer un certificado de 2005 del Consejo Insular de Aguas que situaba el EDAR en el margen izquierdo del barranco.
La depuradora de Taurito, ligada directamente a la concesión de un supermercado de Anfi del Mar a Spar, afectó negativamente a Luis Soria, hermano del por entonces presidente del Cabildo de Gran Canaria y actual vicepresidente del Gobierno de Canarias, José Manuel Soria. Tanto, que el actual secretario general del PP y asesor del Grupo Anfi, Manuel Fernández, le dijo al alcalde de Mogán: ''Estaba Luis Soria, a ver cómo se lo tomó José Manuel''.
