La Ley Canaria del Libro y las Bibliotecas coordinará las más de 270 bibliotecas de las Islas

El presidente de Canarias, Fernando Clavijo (c), durante la reunión con representantes de los colectivos de libreros, bibliotecarios, editores y distribuidores, con el fin de abordar la futura Ley de Bibliotecas de la comunidad autónoma.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

El Gobierno autonómico pretende crear la Biblioteca de Canarias como órgano regulador de las centros bibliotecarios de las Islas, un ente al que se baraja dotar de espacio físico en la futura ley que regulará este sector, así como el del libro y la edición.

El viceconsejero de Cultura del Gobierno canario, Aurelio González, ha informado de que la biblioteca canaria sería un marco que representaría “la realidad de las bibliotecas y el libro en las Islas”, es decir, a las dos bibliotecas del Estado, las insulares, las municipales, las universitarias y las especializadas y administrativas.

En declaraciones a los periodistas, González ha recordado que Canarias es la única comunidad que aún no dispone de una ley que regule este sector y que la intención del Gobierno es poder aprobarla en el primer semestre del próximo año, antes del próximo verano, algo que en la anterior legislatura no pudo prosperar debido a que son muchos y distintos los intereses a ordenar, según indicó.

González ha hecho estas declaraciones tras la reunión que ha celebrado el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y la consejera de Cultura, María Teresa Lorenzo, con representantes de los colectivos de libreros, bibliotecarios, editores y distribuidores para abordar la futura norma.

Lorenzo ha apuntado en la reunión que “ya se ha comenzado a cumplir uno de los objetivos prioritarios de esta legislatura, que no es otro que dar respuesta a una demanda histórica del sector, que permita estar a la altura de los nuevos retos que demanda la sociedad”.

Así mismo, el Gobierno pretende crear un Sistema Bibliotecario de Canarias que aglutine a las más de 270 bibliotecas que existen en las Islas, entre universitarias, municipales, insulares, administrativas, especializadas, centros de documentación, bibliotecas de los centros de enseñanza no universitaria, coordinadas todas ellas por una comisión técnica que garantice la complementariedad y colaboración.

Para el área de Cultura del Gobierno, sólo con un sistema único se puede garantizar el derecho al acceso a la información de todos, sin que prevalezca discriminación alguna en relación con las personas y el contenido de los registros culturales y de información.

Hasta el momento, los diferentes tipos de bibliotecas existentes en Canarias dependen de administraciones distintas que no tienen en cuenta el conjunto a la hora de realizar una política en esta materia.

Por ello, es intención del Ejecutivo aprobar en esta legislatura una Ley Canaria del Libro y las Bibliotecas que cubra esa laguna, en un área que tan importante se ha mostrado en estos años de grave crisis económica y social.

“Queremos contar desde el inicio con la participación activa de los colectivos que directamente intervienen en este ámbito cultural, de manera que el resultado sea fruto del consenso y de la colaboración”, según Lorenzo.

Para ello, se trabaja en un texto adecuado a las exigencias del siglo XXI desde una nueva concepción y definición de la lectura y del libro y en la que se potencie la lectura como una herramienta básica para el desarrollo de la personalidad y también como instrumento para la socialización, señala la nota.

La futura ley reconocerá la diversidad de formatos que ofrece el concepto “libro”, adecuándose a la nueva realidad, reconociendo la labor de sus diversos protagonistas, incluyendo escritores y autores, traductores, ilustradores y correctores y la promoción de esta industria cultural, con los libreros como agentes culturales.

El presidente del Gobierno se ha referido en la reunión con el sector a los asuntos que serán abordados para la redacción del nuevo proyecto de ley, entre los que ha destacado la necesidad de clarificar el reparto de competencias entre la comunidad autónoma, los cabildos, los ayuntamientos, las universidades, las bibliotecas especializadas y la amplia cadena que interviene en el sector de la producción y comercialización del libro.

En este sentido, Clavijo ha señalado que el objetivo “no es otro que regularizar y ordenar el sector, adaptándolo a sus necesidades reales y a su modernización”.

La futura Ley Canaria del Libro y las Bibliotecas facilitará, aún más, el acceso libre al conocimiento de todos los ciudadanos, residan en la isla que residan, apunta el Gobierno.

La ley hará especial énfasis en la promoción de las tecnologías de la información, pues las bibliotecas deben servir, además, para salvar la brecha digital a la que se enfrentan muchos territorios de las Islas, añade

Hasta el momento se han mantenido encuentros durante el mes de junio y julio, convocando en las islas de Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote a bibliotecarios, libreros, universidades, distribuidores y asociaciones profesionales.

En todos los casos se ha puesto de manifiesto el reconocimiento y la necesidad de esta norma, en la que ocupará un lugar relevante las bibliotecas como instituciones básicas para la cultura, la educación y la información, al tiempo que el valor del libro como elemento no sólo cultural sino también de alto valor económico.

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