El Plan de Contingencia contra la Contaminación Marina 'logra' cerrar las dársenas del puerto de Tenerife en 2 minutos

El 90% de los vertidos se producen en el interior de los muelles

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 29 (EUROPA PRESS)

La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha elaborado el Plan Interior de Contingencia contra la Contaminación Marina (Piccma) del puerto capitalino que lleva aparejados la compra de materiales que permitirían en caso de un vertido cerrar la dársena afectada en cualquier punto de los 13 kilómetros de muelle en apenas dos minutos.

Así lo han explicado en una entrevista a Europa Press fuentes de la Unidad de Apoyo a la Explotación Portuaria de Puertos de Tenerife. Estas han indicado que tanto la Ley 48 como el Real Decreto 253 obligan a la puesta en marcha de este tipo de documentos en todos los muelles de interés general.

Actualmente, la provincia ha desarrollado cada uno de los Piccma necesarios en cada uno de sus puertos. Este documento “explica qué hacer para que cuando se produzca un derrame no afectar a la costa, ni a las personas”, han puntualizado.

“Si cierro la dársena en tiempo récord --que es donde se producen el 90% de los vertidos-- evito que haya daños pues dentro de la dársena en principio no suele producirse ningún daño ambiental importante. No hay ningún daño grave, no es igual que si se extiende por playas y fuera de las dársenas. En 2 minutos se pueden cerrar todas las dársenas y evitar la salida del producto”, han asegurado tras establecer barreras de protección y materiales en las bocas de cada uno de los diques y haber puesto en marcha los sistemas en algunos simulacros.

Puertos de Tenerife ha gastado en torno a los 450.000 euros en el ejercicio anterior en la compra de medios para las contingecias. “Hemos adquirido unas barreras flotantes que en pocos minutos permite cerrar la dársena y aislar un posible vertido para que no se extienda dentro de las aguas del puerto y la costa”, han precisado.

Los Piccma tienen tres niveles de actuación “en función de la emergencia” contando para ello con valores tales como las condiciones meteorológicas o las geográficas que se actualizan cada tres o cuatro años. “Son estudios matemáticos que incluyen las tablas de posible derrame, los medios disponibles, así como el grado de emergencia. Es un verdadero manual de instrucciones de cómo actuar”, han explicado desde la Autoridad Portuaria.

Asimismo el documento recoge dos ámbitos de aplicación: Aguas interiores y de servicio pero también las aguas exteriores. Los medios son diferentes. “Para actuar en mar abierto es más difícil. Allí hay que desplegar barreras, no trabajas cómodos. En último suministro de medios hay depósitos flotantes y todo esto también está aquí. Habla de incidencias tanto en el interior como en el exterior del puerto”, han aclarado.

En el capítulo de áreas sensibles, se expone un plan para minimizar los daños a las personas y el medio ambiente en las áreas próximas a la instalación portuaria. Además del interés progresivo en la protección del medio ambiente, Puertos de Tenerife reconoce que un gran peso a la hora de cooperar y trabajar ante un vertido influye el hecho de que las sanciones son cuantiosas, así como las consecuencias judiciales.

La Autoridad Portuaria reconoce la importancia de la cooperación entre las empresas que hay en el puerto y con posibilidad de contaminación para coordinar ante un suceso de estas características. Reconocen, sin embargo, que aquella que contamine ha de presentar un proyecto de limpieza y vuelta al estado original de la zona de puertos que ha de ser aprobado por la entidad.

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