Los Reyes se despiden de Canarias tras cinco días ''valiosos''

El Rey se despidió este domingo de Canarias con una última referencia a la Constitución, “marco de estabilidad y convivencia en libertad”, y con un llamamiento a las administraciones para que combatan la inmigración ilegal de forma “leal y coordinada”.

Los Reyes finalizaron este domingo en Gran Canaria su visita oficial de cinco días al Archipiélago, que les ha llevado desde el miércoles a las otras seis islas. “Cinco días valiosos e inolvidables”, dijo de ellos el Rey.

Un almuerzo con representantes sociales y políticos de la isla ha puesto fin a un maratoniano periplo por este “muy querido, luminoso y extraordinario Archipiélago”, como lo definió el Rey.

Un viaje que ha conmemorado el centenario de la visita que el abuelo de don Juan Carlos, el Rey Alfonso XIII, realizó a las siete islas en 1906, el primero de un monarca español a este territorio atlántico separado de la Península por casi dos mil kilómetros de mar.

Viaje que se inscribe, según el Rey, “dentro del profundo compromiso de la Corona con Canarias, conforme a su firme vocación de servir a España y a todos los españoles”.

En la recta final de la visita, el monarca volvió a hablar de la Constitución, como lo ha hecho días atrás en el resto de las islas, para explicar que sin ella no podría entenderse el progreso que “juntos como españoles” hemos logrado en las últimas décadas.

El Rey ha reiterado estos días el valor integrador de la Carta Magna, su condición de motor para una “profunda modernización y estabilidad” y rumbo para seguir progresando “unidos” ante nuevos retos y desafíos.

También ha hablado de metas de futuro y de problemas del presente, como es el de la inmigración ilegal, “que nos afecta a todos” y que requiere por ello “del concurso leal y coordinado de los esfuerzos de todas las administraciones públicas”.

Un fenómeno de amplia dimensión social y humanitaria, que requiere que “actuemos juntos, con rigor y solidaridad”, tanto en los países de acogida como en los de origen.

Los Reyes iniciaron la última jornada del viaje en la localidad grancanaria de Gáldar, donde les aguardaba una multitudinaria bienvenida popular en las calles y una visita a la Cueva Pintada, yacimiento arqueológico de origen prehispánico, donde los aborígenes guanches dejaron su huella en forma de pinturas.

En su interior, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Manuel Soria, dijo ante los Reyes que esa isla, además de leal, “ama su compromiso con la Corona”.

De regreso en Las Palmas de Gran Canaria, pasearon a pie por la céntrica y peatonal calle de Triana, donde les aguardaba la corporación municipal de la ciudad con su alcaldesa, Josefa Luzardo, al frente, quien les mostró las antiguas vías del tranvía, hoy recuperadas, que vio Alfonso XIII durante su paseo por la misma calle hace cien años.

En el antiguo barrio de Vegueta, centenares de personas saludaron la presencia de los Reyes, que llegaron a la Plaza de Santa Ana, frente a la catedral, tras visitar la Iglesia del Espíritu Santo.

Antes de asistir, en privado, a la misa dominical en la catedral, los Reyes entraron al palacio del Obispado de Canarias, a cuyas puertas les aguardaba monseñor Francisco Cases.

“Cercanía” con un pueblo trabajador y vital

En el almuerzo, el Rey dijo que en los cinco días él y la Reina han podido tomar el pulso a la realidad actual de esta tierra, constatar su “vitalidad, empeño y laboriosidad” en la “apuesta común que, como españoles, hacemos por un futuro cada vez mejor”.

Y han estrechado la mano de centenares de canarios en las calles de las siete islas, apretones con los que han querido que “sintierais la cercanía de vuestros Reyes”.

Dijo el monarca que el tesón y el trabajo de sus hombres y mujeres son “sin duda” el mayor activo y la mejor garantía de progreso para estas islas. “Canarias -añadió- puede mirar al futuro con confianza, contando con el trabajo de sus ciudadanos y el cariño, la labor conjunta y la solidaridad del resto de España”.

Expresó su pleno apoyo a los esfuerzos por consolidar y ampliar las principales fuentes de ingresos de las islas -turismo, agricultura, pesca, comercio...- y a las medidas para paliar los efectos de la lejanía, la falta de recursos y la doble insularidad.

También hizo constar su aliento “para explorar y poner en valor el potencial que encierra vuestra tradicional posición como núcleo de proyección internacional de España”, dada su condición de puente con América y ventana hacia Africa.

El presidente de Canarias, Adán Martín, agradeció a los Reyes su visita, y les dijo que el principal reto del Ejecutivo que preside ha sido “la igualdad de prestación de servicios y oportunidades” para todos los canarios.

Ello, recalcó, “es lo que acabará con el secular” enfrentamiento entre islas, “porque será entonces -agregó- cuando prime menos la rivalidad y pese más la suma de esfuerzos comunes”.

Siete islas “con un futuro de autogobierno”

Adán Martín, que ha acompañado a los Reyes durante toda la visita, advirtió que la Canarias que ellos conocen y la que vio Alfonso XIII hace cien años es radicalmente diferente.

Canarias son siete islas “con un futuro de autogobierno democrático y constitucional, que suma y no resta”, no sólo geográficamente atlántico, “sino vital y esencialmente atlántico, como plataforma de desarrollo y de paz, cohesionada internamente, moderna, mestiza y orgullosa de sus raíces”.

Una tierra unida en la diversidad, “para sí misma y con el resto de España”, “lealmente vinculada” a la Corona y “afectuosamente unida” a la Familia Real, concluyó Martín.

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