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La “batalla estratégica” de Cardona en Emalsa

Macame Mesa / Carmen Mesa

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, tiene una estrategia para que el Ayuntamiento vuelva a hacerse con el control de la empresa de Aguas Emalsa, de la que en la actualidad es propietario del 34% de las acciones, mientras que el porcentaje restante pertenece a la parte privada, Saur y Sacyr.

Cual jugador de ajedrez que mueve las piezas en un tablero con la forma de la capital grancanaria, el alcalde garantiza una “batalla estratégica” durante los próximos meses. Aunque no pone todas las cartas sobre la mesa a riesgo de quedar expuesto ante sus adversarios, adelanta una serie de pistas que llevarían a la Administración local a hacerse con el ciclo integral del agua: las sospechas de “incumplimientos” del contrato de concesión del servicio.

La oposición cuestionó en el pleno celebrado este miércoles una variación en la actitud del alcalde respecto a la parte privada, al ceder al requerimiento del Consejo de Administración de la entidad y retrasar la publicación de la auditoría interna hecha a la empresa, para no hacer pública la información interna que pudiera perjudicar a la entidad respecto a sus competidores. Sin embargo, el primer edil lo dejó claro: “todavía queda mucha tela que cortar en Emalsa” y añadió que “poco a poco iremos descubriendo cositas”.

Dicha lentitud en el proceso informativo puede haber sido la detonante de que Cardona terminara resumiendo que su aparente cambio de actitud responde a su mencionada estrategia. Una forma de hacer las cosas que la oposición, según manifestó, no parece haber logrado entender “y llega un momento en que uno se cansa”.

Este comentario hizo reaccionar a la portavoz del Partido Socialista (PSC), Isabel Mena, que exigió al alcalde que dejara de “hacer teatrillo” y que no fuera “condescendiente”. La trifulca se extendió varios minutos, en los que Cardona miraba en silencio y trataba de aplacar lo que consideró una “salida de tono”. Asimismo, concluyó el debate al asegurar que en el extracto de la auditoría que se entregará próximamente “no se va a ocultar ni una sola información que pueda ser importante”.

Ayudas para Cruz de Piedra

Aunque todos los puntos del orden del día, incluso los que contaron con consenso, fueron debatidos, otro de los asuntos a los que se dedicaron más minutos fue el relacionado con el Polígono Residencial Cruz de Piedra. Varios vecinos del barrio acudieron a las Casas Consistoriales a apoyar al presidente de la Asociación 30 de Mayo, Lorenzo Cabrera, que denunció un retraso de hasta seis meses en la recepción de prestaciones económicas de especial necesidad.

Algunos vecinos se mostraron irritados durante la jornada y aplaudieron o mostraron su indignación por algunos comentarios de los concejales, a los que uno de los visitantes recomendó coger la bicicleta y dar un paseo por el barrio “para que vean lo mal que lo están pasando”. A pesar de que el pleno aprobó una moción para pedir al Gobierno de Canarias la rehabilitación del Polígono, Cabrera advirtió que “no podemos darle latas de pintura” a un barrio cuyas familias “sufren” y que “por fuera los edificios queden bonitos, pero por dentro siga la realidad”.

En este punto el concejal de Movilidad Ciudadana y Medio Ambiente, y portavoz del Grupo Municipal Popular, Ángel Sabroso, abogó por huir del “síndrome del aplauso fácil” y tratar los asuntos con “rigor”. Al respecto dijo que la Administración ha tramitado en el primer cuatrimestre del año más de 1.700 prestaciones en la ciudad y 119 en Cruz de Piedra, una cifra superior a la registrada en todo el 2012, que durante doce meses otorgó 74 en el Polígono.

Moción sobre el Estadio Insular

Uno de los puntos que menos debate suscitó, a pesar de la importancia de lo tratado, fue el referente a la moción que afecta al proyecto que el Cabildo de Gran Canaria planea ejecutar en el antiguo Estadio Insular ubicado en la calle Pío XII de la ciudad capitalina y por la que el Ayuntamiento garantizará el cumplimiento del Plan General de Ordenación del Municipio.

El concejal de Nueva Canarias (NC), Pedro Quevedo, aceptó de buen grado la enmienda del Grupo Municipal que descartaba apoyar la iniciativa de Casariego y Guerra, para que el viejo recinto se convierta en un área verde de uso público, al considerar que el proyecto de Borjana no puede llevarse a cabo tal y como estipula el planeamiento, y afirmar que “la actuación del Cabildo no ha sido adecuada”.

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