El consejero de Obras Públicas que no quiere dejar de salir en la foto

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso y el vicepresidente de Canarias, Pablo Rodríguez anunciando la ratifiación del convenio de carreteras para esta isla

Carlos Sosa

Las Palmas de Gran Canaria —

Pablo Rodríguez quiere ser intocable, incuestionable, insustituible. El vicepresidente y consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias jamás se imaginó que llegaría a ocupar un lugar tan prominente de la política archipielágica y lo fió todo a lo único que podía beneficiarle: la tómbola de los cargos públicos derivados de las cuotas de partido. La expulsión del PSOE del Gobierno de Canarias en diciembre de 2015 y, paradójicamente, la debacle de Coalición Canaria en Gran Canaria y la suya propia en las últimas elecciones a las que se presentó, con menos de 18.000 votos (Ciudadanos le cuadriplicó en papeletas) en las generales al Congreso de los Diputados por la provincia de Las Palmas, le otorgaron todos los números de la rifa. Su partido, que él dirige en Gran Canaria, necesita reponerse de los sucesivos y duros reveses que le ha propinado la Nueva Canarias de Román Rodríguez y de Antonio Morales, que lo ha dejado sin representantes en el Ayuntamiento de la ciudad, con un escuálido consejero en el Cabildo de la isla, y sin poder de relumbrón en los municipios más importantes.

Pablo Rodríguez se puso manos a la obra desde el primer día y, sabedor de sus propias limitaciones y de los vaivenes de la política en Canarias, ha dedicado su máximo esfuerzo a las relaciones públicas y a la propaganda sin remilgos. Las negociaciones de su partido con el PP para dar entrada a este en el Ejecutivo regional han puesto sus barbas en remojo y este teldense que presume haber hecho estudios de Derecho Urbanístico y de Derecho Público sin haber pisado la facultad de Ciencias Jurídicas ha comunicado que a él no lo mueve nadie.

Para eso ha desplegado un amplio ramillete de actividades encaminadas a la galería fotográfica, especialmente con dos presidentes de Cabildos, el de Tenerife y el de Fuerteventura, que pasan por ser los más allegados al presidente del Gobierno, Fernando Clavijo.

Con Carlos Alonso acaba de firmar un convenio de carreteras, con Clavijo como padrino, que es la demostración más evidente de la propaganda y del papel mojado. Ávidos por demostrar que el bloqueo de las carreteras de la isla de Tenerife se debía a una mala gestión de los antiguos socios del PSOE, Pablo Rodríguez firmó con el mandamás tinerfeño un convenio que su departamento se niega a facilitar a la prensa (este periódico lo ha pedido formalmente en dos ocasiones sin resultado) y que a día de hoy todavía no ha sido publicado en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) pese a los anuncios en tal sentido que el vicepresidente forzó pronunciar a uno de sus diputados en Twitter.

El convenio, o mejor dicho, el borrador de convenio al que este periódico ha tenido acceso, no es más que una declaración de intenciones según la cual todo vuelve a ser como cuando el PSOE habitaba el Consejo de Gobierno. El Cabildo no puede financiar ni licitar obras que son de titularidad autonómica, y si no ha ejecutado las que son de competencia insular ha sido porque no le ha dado la gana o por incapacidad manifiesta para hacerlo. Porque el nuevo presunto convenio viene a decir que será la Comunidad Autónoma a través del Fondo de Desarrollo de Canarias, el famoso Fdcan, quien corra con la inversión de “determinadas actividades en relación a la redacción del proyecto y ejecución de las obras que a continuación se relacionan: tercer carril de la TF-5 (tramo entre Guamasa y Aeropuerto Tenerife Norte, sentido Santa Cruz de Tenerife) y acondicionamiento tramos carriles vehículos lentos y mejora del trazado, tramo Los Realejos-Icod”.

Ni una palabra de las otras trece obras que, en el memorial de agravios del Cabildo de Tenerife, se le echaban en cara a la ex consejera de Obras Públicas, la socialista Ornella Chacón.

Esas dos obras tan reclamadas por diversos sectores de Tenerife se financiarán, según ese convenio, a través de los fondos que corresponderán al Cabildo por la vía del Fdcan, con lo que es de suponer que de ese modo se levanten los reparos que ponía la Intervención de la Corporación insular para que fuera esta quien lo licitara y lo adjudicara en los tiempos del PSOE. Porque no era el Gobierno ni los temidos socialistas los que ponían los reparos, sino la mismísima Intervención del Cabildo de Tenerife.

Según ese presunto convenio entre Obras Públicas y el Cabildo de Tenerife, esta última Corporación se ocupará de redactar y aprobar el pliego de prescripciones técnicas “previo informe vinculante de la Consejería de Obras Públicas”, licitar y adjudicar el contrato con un representante de la consejería en la mesa de contratación, y llevar a cabo la tramitación administrativa del proyecto.

Pero Obras Públicas se reserva el control del pliego de prescripciones técnicas, la dirección técnica y la supervisión dinámica de las obras, las expropiaciones necesarias para su ejecución, la dirección técnica del contrato de servicios para el control y la vigilancia de la obra, entre otras prerrogativas.

¿Y el dinero? Según el convenio, el tercer carril de la TF-5 costará 6.180.000 euros, y el carril para vehículos lentos, 2.060.000 euros. Pero este mismo lunes, en una nueva fotografía en la que vuelven a aparecer Pablo Rodríguez y Carlos Alonso para volver a hablar de lo mismo, ya se habla de que esas obras se incluirán en el nuevo convenio de carreteras con el Estado, que se desbloqueó esta pasada primavera y que por fin va a permitir financiar obras estancadas desde que Mariano Rajoy llegó a La Moncloa en diciembre de 2011. Las obras estancadas que en ese estado se encontraban cuando el PSOE formaba parte del Gobierno de Canarias.

Su campaña de relaciones públicas le condujo a una operación similar en Fuerteventura, feudo hasta ahora del presidente de su Cabildo, Marcial Morales. Pero como ya existía un convenio de diciembre de 2002, Pablo Rodríguez y Marcial Morales se hicieron la fotografía firmando una adenda a aquel, destinado al “plan cofinanciado de mejora de la red viaria”. Esta adenda sí se encuentra en el Boletín Oficial de Canarias.

Una agenda cargada de relaciones públicas

Desde su toma de posesión como consejero de Obras Públicas y vicepresidente del Gobierno, Pablo Rodríguez no ha estado parado ni un solo momento. Cosa distinta es que haya dedicado su tiempo a tareas propias de su cargo. Porque a la vista de los abundantes e incesantes comunicados con los que su departamento de prensa invade las redacciones de los medios informativos, muchas de sus actividades públicas las dedica a asuntos que no son de su competencia. Por ejemplo, visitar ONG y centros de atención sociosanitaria; visitar el Bodegón del Pueblo Canario, de Las Palmas de Gran Canaria, para reunirse con directores de agrupaciones folclóricas; acudir a fiestas y romerías y entrevistarse con sectores económicos como el del ocio y el turismo con el que poco o nada tiene que ver su consejería.

Eso, sí, todos los comunicados van encabezados la mayoría de las veces con su nombre propio y su primer apellido, o en su defecto, con su cargo. Estos son algunos de los ejemplos más memorables:

  • Pablo Rodríguez califica de “encomiable” la labor que realiza la Fundación Centro de Orientación Familiar de Canarias
  • Pablo Rodríguez informa de que la puesta en funcionamiento del 75% ha producido un elevado incremento en la venta de billetes
  • Pablo Rodríguez establece líneas para la mejora de la conectividad en Canarias
  • Pablo Rodríguez estudia incrementar a todos los canarios la subvención en la línea interior marítima de La Gomera
  • Pablo Rodríguez apuesta por el fomento y la promoción del ocio y la restauración como motores económicos de Canarias
  • Pablo Rodríguez informa de que invertirá este año casi un millón de euros en la creación de una Estrategia Integral para la Ordenación del Transporte en Canarias
  • Pablo Rodríguez: “Canarias es una de las 7 comunidades autónomas que ha recuperado su tamaño previo a la crisis”
  • La Consejería de Obras Públicas y Transportes comienza las obras de acondicionamiento del tramo Epina- Arure.
  • La Consejería de Obras Públicas y Transportes pone en servicio el primer tramo de la carretera La Caldereta-Corralejo.
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