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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

“Me gusta mejorar la vida de la gente, no el poder”

Y tan previsora, que lleva en el bolso hasta un mini costurero por si se le cae un botón. Su máxima preocupación en estos momentos son las personas sin empleo. Entre sus retos políticos sitúa acercar su partido a los ciudadanos y seguir luchando por una “Canarias federal”. Se levanta sobre las siete de la mañana y le gusta trabajar en equipo.

- ¿Tiene tiempo para asumir tantas responsabilidades?

-Sí, porque yo concibo el trabajo en equipo, tanto en el Cabildo como en el partido, y también en mi casa.

-¿Le preocupa la estética?

-Sí, pero no tanto por mí, que también, porque soy un poco presumida, si no por los demás, porque la gente le da muchísima importancia. Independientemente de que a mí me guste la moda o no, me di cuenta de que era muy importante cuando asumí la Presidencia del Cabildo, porque se le exige muchísimo más a una mujer que a un hombre desde el punto de vista de la estética. Al hombre se le perdona mucho, y se apaña con dos trajes chaqueta y cuatro corbatas, sin embargo, las mujeres tenemos que estar permanentemente pendientes del armario, de la ropa, de que esté todo correcto.

-¿Le gusta el poder?

-El poder 'per se', no. Lo que me gusta es la capacidad de hacer cosas, de intentar resolver los problemas, tener una idea o que te la hagan llegar y desarrollarla, comprobar que se hace una obra o un proyecto y se mejora la vida de la gente, eso es lo que me gusta.

-¿Qué desayuna?

-Leche de soja, porque no puedo tomar lácteos, y un sandwich de pan para celiacos, porque tengo celiaquía. Un desayuno un poco 'sui generis'.

-¿Cuándo se inició en política?

-Empecé en las juventudes de lo que en aquel momento era UCD.

-¿Compra en las rebajas?

-Compro casi todo en las rebajas, porque hay que mantener la economía familiar, y como el desempeño del cargo requiere mucha ropa, pues aprovecho mucho los descuentos.

-¿Cómo ve La Palma en el contexto regional?

-La Palma tiene un modelo diferente de entender Canarias, en el que nosotros hemos apostado claramente por un equilibrio entre agricultura y turismo, y eso ha costado mucho que se comprenda, porque durante bastante tiempo el Archipiélago se ha orientado hacia un determinado modelo de desarrollo, lo que ha originado que en niveles de crecimiento alto nos quedáramos por debajo, pero en momentos de crisis, creo que, a pesar de las dificultades, nuestra Isla soporta mejor la situación social que vivimos. Dentro de lo malo, el modelo de La Palma permite una mayor cohesión social y una mayor integración de las personas que lo están pasando mal, porque es un modelo más de familia.

-¿Qué lleva en su bolso?

-Tengo una maleta en la que llevo de todo: lo normal, la cartera, el móvil? y luego un neceser con todo tipo de cosas: toallitas para las manchas, porque me mancho mucho, maquillaje? y hasta un mini costurero por si se me cae un botón en una reunión, porque cuando uno viaja mucho le puede pasar de todo.

-¿Cambiará algo en Coalición Canaria con una mujer como secretaria general?

-Habrá cambios, eso está claro, pero no por el hecho de ser mujer. Vamos a iniciar una etapa de intenso trabajo, con gente joven, con muchas ganas de trabajar. Espero que nos adelantemos a los nuevos tiempos, a la nueva forma de entender la política, y sobre todo, a lo que nos están pidiendo los ciudadanos. Estamos en una de las etapas políticas más difíciles de nuestra historia, en el momento de peor credibilidad para la clase política, y ahora es cuando más falta hace gente joven, con ilusión y con ideas nuevas.

-¿Se lleva los problemas a la cama?

-Intento no hacerlo, porque si no duermes es difícil seguir adelante al día siguiente, pero a veces no lo logro.

-¿Usted también es partidaria de revisar pactos?

-Nosotros lo que hemos planteado en el congreso, que ha sido muy participativo, es exigir el cumplimiento de los pactos, porque ese es el deseo que han expresado nuestros militantes. Han dicho lo que piensan, y la nueva ejecutiva tiene que recoger ese deseo como un reto.

-¿Va a misa?

-Sí, no todo lo que debería, pero siempre que puedo.

-¿Qué retos se plantea en su partido?

-Nuestros retos fundamentales se centran, en primer lugar, dentro de lo que es el trabajo interno, en acercar la organización a la gente de toda la Isla, establecer un partido equilibrado en el que yo destacaría el hecho de que todos los comités locales tengan presencia en todos los órganos. Hemos logrado un partido equilibrado desde el punto de vista territorial y local, donde cabe toda la Isla. A nivel externo vamos a seguir luchando por una Canarias federal, por una Coalición Canaria donde todas las islas tengan peso específico y, sobre todo, donde se atiendan las diferencias. Como partido, también reivindicamos que en esta etapa los palmeros y palmeras no veamos recortados nuestros derechos con la crisis como excusa. En estos días volvemos a ver cómo se intenta recortar el descuento de residente, y esto al final son fórmulas que hacen que nos vayamos alejando de la Península. Mucha gente ha luchado durante 30 años para conseguir que La Palma y Canarias se acerquen al territorio peninsular, y con la excusa de la crisis, eso se está rompiendo. Pero a la vez que se anuncia eso, también se anuncia la rebaja del precio del AVE. No entendemos que haya dinero para unas cosas y para otras no. Se está castigando de un modo muy duro a Canarias y nosotros tenemos que luchar como partido político para que eso no ocurra, porque todo lo que perdamos ahora vamos a tardar 20 o 30 años en recuperarlo.

-¿Qué le ha enseñado Antonio Castro?

-Muchas cosas, porque yo desde que entré en política he estado junto a él. Me ha enseñado a trabajar desde el diálogo, desde el consenso, a intentar solucionar las cosas hablando, sin grandes alharacas, por así decirlo. Es una forma de hacer política que los palmeros hemos llevado desde Coalición Canaria a todo el Archipiélago, que hemos intentado implantar y que ahora hace más falta que nunca, sobre todo ante el intento de algunos partidos, especialmente del PP, de crispar la vida política. Ese modelo de consenso y de diálogo es más necesario que nunca.

- ¿Y qué ha aprendido de José Luis Perestelo?

-Me ha enseñado la cercanía a la gente, aunque Antonio Castro también la tiene, pero en la etapa que trabajaba con él aprendí, sobre todo, a tratar a los ciudadanos de un modo cercano.

-¿A qué hora se levanta?

-A las siete menos cuarto, más o menos

-¿Han salido divididos los nacionalistas palmeros del 5º congreso?

No. Los nacionalistas palmeros hemos debatido en el 5º congreso distintas formas de plantear determinados problemas que tenemos, y, finalmente, hemos decidido entre todos, por mayoría, cuál es la mejor opción para solucionarlos. Vamos a seguir adelante y poco a poco se irá viendo cómo vamos trabajando en una organización sólida y potente, que también discute internamente las cuestiones que deben debatirse.

-¿Hace deporte?

-Poco, debería hacer más.

-¿Cómo lleva el pacto con los socialistas?

-Estamos trabajando muy bien, de una forma positiva, aunque siempre con diferencias de opinión en algunos temas porque, como es lógico, somos fuerzas políticas distintas, pero llegamos a acuerdos y, en general, el pacto está funcionando bien.

-¿Se ha visto obligada a mentir en alguna ocasión?

-Me cuesta mucho mentir, y no digo que en toda mi vida no haya dicho alguna mentira, pero se me nota. A lo mejor me guardo algo que no digo, pero mentir me cuesta mucho.

-¿Qué opinión tiene de la forma de hacer oposición del PP?

-Básicamente, yo diría que el PP tiene un problema de coherencia. Hace oposición en el Cabildo como si no estuviera gobernando en muchos ayuntamientos de la Isla y en España. Y, claro, lo que defiende que debe recortarse en Madrid porque no hay dinero, pide que lo haga el Cabildo, que tiene muchos menos recursos, y eso es un problema de coherencia que los ciudadanos están percibiendo ya. Por otro lado, están introduciendo un nivel de crispación en la vida política insular que deviene de un modelo que intentan implantar en Canarias, de que todo va mal, pero nosotros no vamos a contestar en los mismos términos, ni siquiera cuando se ha llegado al ataque personal, algo que bajo ningún concepto debe hacerse, siempre responderemos con sosiego, porque esa es nuestra forma de hacer política y la vamos a mantener.

-¿Ha hecho dieta alguna vez?

-Montones de veces, aunque ahora, con la celiaquía, ya tengo una dieta permanente, o mejor dicho, una forma de comer diferente. Pero yo era de las que empezaba la dieta todos los lunes.

-¿Se nota la mano femenina en el gobierno del Cabildo?

-No lo sé, eso habría que preguntárselo a los demás. Pero ocurre una cosa curiosa, y es que mucha gente piensa que este despacho (el de la Presidencia) lo he decorado yo porque lo encuentran muy femenino, pero la realidad es que yo no he tocado nada.

-¿Cuál es en estos momentos su máxima preocupación política?

-El paro, la falta de empleo. Creo que esa debe ser la máxima preocupación de cualquiera que esté en un cargo de responsabilidad. El desempleo es el mayor problema que tenemos porque deriva en temas sociales. Espero que este año de verdad se cumplan las expectativas y que en el segundo semestre España empiece a crecer, y en Canarias y La Palma generemos más empleo porque si no la situación social se va a enrarecer mucho.

-¿Qué libro está leyendo?

-Estoy intentando terminar, y no lo logro porque no tengo tiempo, 'La voz dormida', de Dulce Chacón, una novela, de la que se ha hecho una película, sobre las cárceles de mujeres en la Guerra Civil.

-¿Cuál ha sido la situación más difícil a la que ha tenido que enfrentarse en su vida?

-A nivel personal he atravesado momentos difíciles como todo el mundo; yo tuve un hijo muy joven, y sacarlo adelante en la primera etapa fue duro, pero, gracias a Dios, siempre conté con el apoyo de mi marido y de mi familia, y eso me ayudó a seguir adelante. A nivel político, los momentos más difíciles tienen todos que ver con situaciones en las que ha estado en peligro la vida de las personas. En las riadas del 31 de marzo estaba en Tenerife dirigiendo las emergencias, y aquella fue una situación muy, muy complicada, con muertos, algo terrible. En La Palma, lo peor han sido los incendios, sobre todo el de 2009 en Fuencaliente. Aquella noche es la más difícil que he pasado en toda mi vida política.

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