La siniestralidad laboral se ha reducido un 60% en una década en Canarias

Salvador Lachica / Salvador Lachica

La primera Encuesta Canaria de Condiciones de Trabajo, realizada por el Instituto Canario de Seguridad Laboral (Icasel) en 2003, arrojaba que, según los propios empresarios, “en un 52% de los centros de trabajo existe riesgo de accidente laboral”. Una cifra que se disparaba hasta el 92% en la construcción y al 75% en el caso de la industria.

La segunda Encuesta, elaborada en 2008, concluía que el 73,9% de los trabajadores canarios estaba expuesto a riesgos de accidente en su puesto laboral. Se había incrementado en solo cinco años el 21% la percepción de peligro de siniestralidad.

No es de extrañar, por tanto, que la ex directora general de Trabajo, Gloria Gutiérrez, que ha abandonado su cargo para volver a ser diputada regional el pasado 12 de noviembre, valorara que en 2012 la siniestralidad laboral había disminuido un 16% gracias, entre otras cuestiones, al Plan de Choque puesto en marcha por el Ejecutivo regional.

Un Plan que, para el vigente año, tiene como objetivo rebajar los accidentes de trabajo un 10% más sobre los sucedidos en 2012, es decir, que los siniestros laborales no supere el umbral de los 17.500.

La cifra de 18.000 accidentes puede ser considerada alta en sí misma, pero es muchísimo más baja que los 47.991 que hubo en Canarias en 2002, el año en que más siniestralidad se registró y en el que hubo 40 muertes debido a la misma.

Para analizar correctamente el problema de la siniestralidad hay que saber cómo estaba Canarias hace una década.

En 2012 la siniestralidad laboral había disminuido un 16% gracias al Plan de Choque puesto en marcha por el Ejecutivo regional

Según la Primera Encuesta, el 82,2% de los trabajadores menores de 24 años (atraídos por el boom del ladrillo y del dinero fácil a los sectores de la construcción y de servicios) estaba expuesto a factores de riesgo, porcentaje que disminuía hasta el 68,3% para los empleados de más de 55 años.

Estos datos, ya de por sí alarmantes, se agravaban cuando se analizaba el por qué de la siniestralidad: la fatiga física (28%) y estados de estrés y depresión (especialmente en el sector servicios, con un 27% de menciones).

De hecho, el informe aseguraba que un 14% de los trabajadores canarios había sufrido algún accidente de trabajo entre 2001 y 2002 (el 31% en el sector de la construcción) debido, según la propia confesión de los accidentados, al “exceso de confianza”, un “difícil acceso al lugar de trabajo” y “las posturas forzadas”.

En 2008, sin embargo, la siniestralidad había bajado hasta el 10,3% con respecto a la primera encuesta.

Despistes, rapidez y fatiga

Ese año, los “descuidos, despistes y falta de atención” estaban en el 46,3% de las causas de accidente, el 29,9% fue debido a que “se trabaja muy rápido” y un 16,2% al “cansancio y la fatiga”.

Pero, además de la siniestralidad, los resultados de la encuesta de 2003 arrojaban que el 4% de los trabajadores activos sufría alguna enfermedad profesional, en mayor medida las mujeres (7%) y los mayores de 45 años (10%) y uno de cada dos trabajadores (47%) sufría alguna alteración psico-física: sensación continua de cansancio (20%), dormir mal (15%), dolores de cabeza (15%) o irritabilidad (13%).

Por ello, el 17% de los trabajadores acudió a consulta médica por problemas relacionados por el trabajo (un 22% en el caso de las mujeres) para tratarse dolor de espalda (35%), piernas (20%), cuello (19%) y estrés (15%).

En 2008, los “descuidos, despistes y falta de atención” estaban en el 46,3% de las causas de accidente

Todos ellos problemas motivados por las posturas físicas que debían adoptar durante su jornada laboral o derivados por la preocupación ante el riesgo de accidente o la inestabilidad en el empleo, y eso que eran años de bonanza económica y no había estallado la crisis que, una década después, ha disparado el desempleo, reducido los salarios y aumentado la precariedad laboral.

Por ello, el Plan de Choque que elaboró Gutiérrez para aplicarse desde el año 2012 incluye un plan de actuación específico sobre afecciones de tipo psicológico o con raíz psicosomática, derivadas de la tensión y el miedo a perder el empleo, ante la situación de crisis económica y de desprotección de los trabajadores a causa de las medidas establecidas en la reforma laboral que el Ejecutivo central aprobó en 2012.

Además, se está llevando a cabo un seguimiento a los convenios colectivos para detectar posibles cláusulas discriminatorias, que suelen ser muy sutiles y pasan desapercibidas.

En Canarias, la siniestralidad laboral se fue incrementando desde los 19.243 accidentes (44 de ellos, mortales) de 1993 a los 44.625 que hubo en 2005 (38 mortales), siendo el año 2002 el que más siniestros computó (47.991, 40 mortales).

Es decir, un total de 132 trabajadores diarios tenían un accidente laboral hace once años.

Sin embargo, el índice de incidencia de accidentes de trabajo (número de accidentes de trabajo por cada 100.000 trabajadores con las contingencias profesionales cubiertas) que elabora el Ministerio de Empleo y Seguridad Social arroja otros datos: desde 2002 hasta 2011, el índice de incidencia de accidentes de trabajo se ha reducido en Canarias un 48,3%.

En 2011 la mitad de accidentes que en 2002

El primer año de la presente legislatura y del Pacto de Gobierno entre Coalición Canaria (CC) y Partido Socialista Canario-PSOE, en Canarias se produjeron un total de 24.318 accidentes con baja (casi la mitad de los que hubo en 2002), lo que supuso un descenso respecto a 2010 de un 4%.

En 2011, 24.120 siniestros fueron leves (-4%), 183 graves (3%) y 15 fueron mortales (-12%).

Este porcentaje volvió a reducirse en 2012, cuando se registraron un total de 19.283 accidentes con baja, un 20,7% menos que el año anterior, lo que significa que cada día 52 trabajadores sufrían un siniestro en su puesto de trabajo.

Según confirma el Consejo Económico y Social (CES) en su informe anual de 2012, la evolución de accidentes de trabajo en Canarias por sectores ha estado decreciendo desde 2007 para los cuatro sectores salvo en el agrario, donde se ha producido un repunte en los último dos años“. Es decir, 2010 y 2011.

La evolución de accidentes de trabajo en Canarias por sectores ha decrecido desde 2007 salvo en el agrario

Respecto a la siniestralidad registrada en 2012, 19.154 accidentes fueron leves (-20,6%), 122 graves (-33,3%) y 7 fueron mortales (-53,3%). Por sectores de actividad, todos sin excepción han visto reducido su número de accidentes respecto a 2011, siendo especialmente destacados por el CES “los descensos en el sector agrario (24,5%), Industria (16,7%) y especialmente la construcción (31,2%)”.

“Sin duda, el sector con un mayor descenso en los accidentes ha sido la construcción que pasó de los 9.161 accidentes en 2008 a los 2.138 accidentes en 2012; este dato está muy influenciado por la reducción en el número de trabajadores en este sector”, confirma el último informe del CES.

El Plan de Choque contra la Siniestralidad Laboral ha contado, y de ahí es posible deducir su eficacia en estos dos años, con el consenso de los interlocutores económicos y sociales, conscientes no solo del problema de salud laboral que es en sí mismo sino de las negativas repercusiones económicas que supone para las propias empresas.

La tercera con menos accidentes mortales

Canarias cerró 2012, por tanto, siendo la tercera comunidad con el índice más bajo de accidentes mortales y la sexta comunidad con el índice más bajo de siniestralidad grave, aunque el Archipiélago todavía está por encima de la media estatal en accidentes leves motivados, como sucedía en 2002, por el sobreesfuerzo sobre el sistema músculo-esquelético.

Dentro del Programa de seguimiento de la actividad preventiva en las empresas, los técnicos del Icasel realizaron 738 primeras visitas a empresas y más de 560 segundas visitas, así como se visitó a 513 empresas con el objetivo de promover planes específicos en aquellas con mayor índice de accidentalidad por sobreesfuerzos.

En total, 85.510 trabajadores (43.407 hombres y 42.103 mujeres) han sido objeto de un seguimiento preventivo y 69.094 (34.365 hombres y 34.729 mujeres) fueron observados por sus trastornos músculo-esqueléticos derivados del sobreesfuerzo.

También se realizaron actuaciones más concretas para la prevención de riesgos ergonómicos y psicosociales en el ámbito de la hostelería (2.024 camareras/os de pisos), con visitas a 73 hoteles, y se visitaron 414 obras (15 de ellas obras públicas) para 'chequear' al sector de la construcción.

Pero además de los accidentes, y tomando como base los datos del informe publicado por la Unión General de Trabajadores (UGT) sobre enfermedades profesionales de noviembre de 2012 según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el CES certifica que Canarias contabilizó el pasado año un total de 364 enfermedades profesionales, de las cuales 171 fueron con baja y 193 sin baja.

Con todo, el CES destaca que durante 2012 un total de “cinco empresas superaron los límites establecidos de siniestralidad en materia de enfermedades profesionales” mientras que en 2011 “fueron dos empresas”.

Por ello, el trabajo desarrollado en 2012 en el Plan de Choque se centró en las empresas que presentan mayor Índice de accidentalidad, ya que en 2011, el 80% de los accidentes laborales con baja se produjeron en el 4,4% de las empresas de Canarias, unas 2.700.

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