Canarias, más plural: El año que puso fin a un Parlamento 'a cuatro'

Los portavoces de los partidos políticos con representación el Parlamento de Canarias reunidos con la presidenta, Carolina Darias

Salvador Lachica

Las Palmas de Gran Canaria —

El 23 de junio de 2015 se constituyó el Parlamento de la IX Legislatura. En pleno vértigo del Brexit y de las nuevas elecciones para conformar el Gobierno de España, la Cámara regional cumple el primer aniversario de un hemiciclo que, por primera vez en su historia, tuvo más diputadas que diputados, una mujer presidenta y dio la bienvenida a uno de los partidos emergentes (Podemos) y a la recién creada Agrupación Socialista Gomera (ASG).Brexit

Carolina Darias, la primera mujer que preside el Parlamento de Canarias, aseguró tras su elección (votaron a su favor CC, PSOE y los 3 diputados de ASG) que los resultados del 24 de mayo de 2015 en las Islas habían conformado una Cámara regional que “abre las puertas a un nuevo tiempo”, pues no en balde las urnas habían otorgado representación a seis fuerzas políticas distintas (las barreras electorales impidieron por poco que no fueran siete, al dejar a Ciudadanos a las puertas), cerrando una larga etapa en la que el parlamentarismo español ultraperiférico había sido cosa de tres y, gracias al empeño de Nueva Canarias (NC), de cuatro en la Legislatura 2011-2015.

Pero no solo se había ganado en pluralidad, pues habían tenido que transcurrir tres décadas para que el Parlamento tuviera a una presidenta, y posiblemente para ello tuvo mucho que ver (además de los equilibrios de poder internos en los partidos del Pacto) el hecho de que hubieran sido elegidas más diputadas (32) que diputados (28). En 1983, cuando se inició la I Legislatura, la única diputada era la socialista Dolores Palliser. No obstante, ese triunfo duró poco, pues tras la elección de los senadores por la Comunidad Autónoma, sus señorías mandaron a Madrid a la nacionalista María del Mar Julios y a la conservadora Mercedes Roldós (que fueron sustituidas por hombres), dejando a la Cámara totalmente paritaria: 30-30.

Estaba claro, como dijo la propia Darias en su primer discurso como presidenta, que la Canarias del 23 de junio de 2015 “poco tiene que ver” con la de 1983, y eso quedó reflejado cuando los siete diputados de Podemos y los tres de la Agrupación Socialista Gomera (ASG) tomaron posesión oficial de sus actas, al convertirse en el reflejo de una sociedad en permanente cambio. En esos momentos flotaba en el aire si conciliar seis voluntades políticas iba a ser un reto o una dificultad y si sus señorías iban a estar a la altura de las expectativas ciudadanas.

FUERA DE LA MESA

Y es que, precisamente, el primer acto del nuevo Parlamento no dejó entrever el carácter dialogante que se vaticinaba, toda vez que se aplicó de forma escrupulosa el pacto suscrito por CC y el PSOE para dejar sin representación en la Mesa a Podemos y NC, dos fuerzas políticas que cosecharon 220.000 votos, argumentando  que los Servicios Jurídicos de la Mesa aseguraban que solo podían estar representadas aquellas fuerzas políticas con al menos un quinto de los escaños (12 diputados).

De nada sirvió el acuerdo entre Podemos y NC  (ambos suman 12 diputados) de pactar una fórmula time-sharing por la que durante dos años y medio o tres años el representante en la Mesa fuera podemita y el resto de la legislatura el cargo lo ostentase un diputado del partido liderado por Román Rodríguez, que se desgañitó, sin resultado, reivindicando “diálogo y el consenso”  como un “reflejo del pluralismo” de los resultados electorales del 24 de mayo.

SIN REPERCUSIÓN

Y es que, sobre la teoría todos están de acuerdo y defienden que el Parlamento de la IX Legislatura representa más la diversidad y el pluralismo de la sociedad canaria, pero en la práctica, comienzan los matices.

El principal viene de la mano de la portavoz del Grupo Popular, Australia Navarro, para quien “la irrupción de dos nuevas fuerzas parlamentarias no ha servido ni para mejorar la gobernabilidad ni para sacar adelante cuestiones de interés para la ciudadanía, y no por culpa de Podemos o ASG, sino por la persistencia del bloqueo parlamentario impuesto por nacionalistas y socialistas”.

“El Gobierno sigue anclado en la parálisis legislativa, los proyectos estrella anunciados por el presidente Clavijo en su investidura no se han puesto en marcha porque CC y PSOE llevan 12 meses vigilándose mutuamente en vez de ponerse a gobernar”; afirma Navarro.

Por ello, insiste en que “que esté Podemos y ASG no ha tenido repercusión para los ciudadanos”.

NADA SUSTANCIAL

Por su parte, el líder de NC, Román Rodríguez, asegura que “la izquierda social que representa Podemos no ha aportado nada sustancial, pues salvo el hecho de que ahora somos más los que votamos en contra del Gobierno, no ha habido ningún aporte novedoso ni por los emergentes ni por ASG, que evidentemente ha llegado a un acuerdo de facto con el presidente Clavijo para tener una relación de privilegio y convertirse en socio de la oposición en asuntos como el reparto del IGTE, los Presupuestos o la reforma del sistema electoral”.

Y Rodríguez va incluso más allá: “No me cabe ninguna duda de que si existe un Gobierno conservador en España, va a haber un cambio en el de Canarias en el que ASG tendrá un papel relevante”.

A tanto no llega el portavoz socialista, Ignacio Álvaro Lavandera, que solo se limita a asegurar que la fuerza parlamentaria liderada por Casimiro Curbelo “quiere venderse como valedor de las islas no capitalinas, pero no es así, el 95% de sus intervenciones giran en torno a una sola isla”.

Un aserto con el que evidentemente no comulga Curbelo, pues el también presidente del Cabildo gomero afirma que “la presencia de ASG se ha traducido en una mayor atención no solo a los problemas de la Isla Colombina sino de todas las no capitalinas”.

“Cuanto más grupos, más democracia”, insiste el otrora líder indiscutible del PSOE en La Gomera y de la ahora escisión que ha dañado ostensiblemente a los socialistas, pues “las instituciones públicas tienen que ser un fiel reflejo de la sociedad en la que se implantan, y si ésta se compone de varias tendencias, deber favorecerse su representación”.

MÁS HUMILDAD Y MENOS POSTUREO

“No es negativo que haya más fuerzas parlamentarias para intentar buscar más puntos de vista y generar diálogo, pero creo que los dos nuevos deben madurar y no empeñarse en debates estériles, porque creo que no han entendido el papel que deben jugar y han hecho un uso partidista de la voz que le han dado los ciudadanos para hacer discursos políticos de cara a la galería y propuestas que no son realistas ni creíbles”, apostilla Lavandera.

En parecidos términos, el portavoz del Grupo Nacionalista, José Miguel Ruano, insiste en que “se necesita un poco más de humildad y de modestia, pues todo lo demás es postureo”, en clara referencia a Podemos, “aunque considero que han ido aprendiendo y han cambiado mucho desde el inicio de la legislatura”.

Al respecto, la portavoz del Grupo Popular considera que “Podemos no puede atribuirse que con ellos llegó la democracia, pues te tratan como si antes de ellos no se hubiera trabajado democráticamente, y eso es una falta de respeto”.

“Podemos, como fuerza emergente, aporta cosas positivas, pero deben darse cuenta de que no se pueden imponer posiciones, sino que el parlamentarismo requiere acuerdos. Además de buena voluntad, se necesita un saber hacer y tener respeto a los demás”, insiste Ruano que, al contrario que Lavandera, cree que ASG no practica el insularismo pues “han tenido que abrir un poco la perspectiva y darse cuenta de que Canarias somos todos, las islas pequeñas, las medianas y las mayores”.

ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

¿Y qué dicen los protagonistas de estas críticas? La portavoz de Podemos, Noemí Santana, lo tiene claro: “No hemos ido a hacer amigos, sino a denunciar lo que pasa en la calle y ser los carteros de la ciudadanía en un Parlamento que es añejo y blindado de cara a la gente”.

Y sobre las críticas del resto de los grupos, Santana niega que “seamos rupturistas con el régimen del 78 o solo hagamos mucho ruido”, pues “los colectivos sociales nos dicen que hemos conseguido que en el Parlamento entren los problemas de la gente, sus demandas y sus denuncias”.

“Somos conscientes de que hemos puesto entre la espada y la pared con nuestras intervenciones al presidente Clavijo y a los grupos que lo apoyan, por eso nos atacan”, concluye la portavoz de la fuerza morada.

Curbelo, por su parte, afirma que “lo único que se requiere es una mayor predisposición al diálogo y al consenso”, mientras que Lavandera insiste en que, pese a que el debate ha sido en ocasiones tenso y crispado, especialmente con Podemos, “siempre que han presentado propuestas realistas y creíbles, las hemos apoyado”.

Lo que sí parece claro en estos primeros 365 días de la IX Legislatura es que, como asegura Curbelo, “un Parlamento más plural favorece la participación y enriquece los debates de aquellos asuntos que interesan y preocupan a los canarios”.

Ahora, queda por ver si en los próximo tres años se superan los dolores y roces producidos como consecuencia del asentamiento del Parlamento más plural en sus nuevos cimientos.

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