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Cultura en gerundio

Mueca se ha convertido en un referente a nivel nacional, no sólo por la aceptación del público, sino por su filosofía de gestión participativa.

Erick Canino

Santa Cruz de Tenerife —

En septiembre de 2013 el municipio del Puerto de la Cruz se colocó a la vanguardia de la gestión cultural de Canarias con el desarrollo de un plan estratégico que desde entonces marca las líneas maestras de actuación en el ámbito de las artes, el espectáculo y el ocio. Aquel documento se dio a conocer como la Estrategia Cultural 2020 y fue el resultado de un profundo y detallado análisis de todo elemento, tanto propio como externo, que pudiera influir en el panorama cultural de la Ciudad Turística. Analizar y consensuar para abrir un nuevo camino de gestión que respondiera a una estructura programática sólida y que dotara a los proyectos de la continuidad necesaria para no quedar presos de las veleidades sociales y económicas. Entre los elementos fundamentales de este plan se encuentra la firme apuesta por los modelos de participación colectiva en el desarrollo de proyectos y en la toma de decisiones. El resultado palpable de esta apertura a la sociedad desde los estamentos municipales son la Plataforma Cómplices Mueca y el Co-mando Periplo, dos núcleos de gestión compuesto por vecinos, empresarios, representantes políticos y agitadores culturales que ya fijan su impronta en dos de los proyectos culturales más importantes del Puerto de la Cruz y de la isla de Tenerife. Hay otra manera de hacer camino.

Esta reorganización estructural en torno a las artes y el ocio tuvo su base en el Plan de Desarrollo Cultural del Puerto de la Cruz de 2009 – hito pionero en Canarias- y recibió un posterior impulso tras la aprobación del Plan Canario de Cultura (PCC). Tras este análisis global del sector en las Islas Canarias, en cuya elaboración participaron activamente algunos de los técnicos del Puerto de la Cruz, el municipio norteño decidió ir un paso más allá: “A partir del marco común, Puerto de la Cruz elabora una estrategia propia que se debe transformar en el instrumento central de la política cultural de los próximos años, situando como horizonte el 2020. Gran parte de la reflexión que contiene el PCC es aplicable a la realidad de Puerto de la Cruz, aun así, desde el ayuntamiento se considera que hay que aprovechar dicha experiencia y las experiencias propias en planificación estratégica de la cultura para conseguir una propuesta que refleje la realidad y potencialidades del municipio”.

Este fue el inicio del nacimiento del proyecto de Estrategia Cultural de Puerto de la Cruz 2020 (ECPC2020), “un nuevo trabajo de planificación que debe entenderse como el instrumento que guiará la vida cultural del municipio en los próximos años. Se trata de un documento operativo que debe convertirse en uno de los principales referentes tanto para los responsables políticos y técnicos del sector público, como para los distintos agentes del sector privado que forman parte de la realidad y la dinámica cultural municipal. Una estrategia cultural supone, en primer lugar, introducir una mirada que vaya más allá de las urgencias cotidianas, garantizando una perspectiva más amplia desde la cual definir los objetivos y las prioridades en materia cultural. Así, mediante la Estrategia Cultural Puerto de la Cruz 2020, se apuesta por una nueva forma de trabajar, unas nuevas reglas del juego, que establezcan un sistema de actuación que no se base en la inercia y la improvisación. Así pues, supone disponer de una guía y de unos compromisos que permitirán gestionar el presente y proyectar el futuro. La Estrategia Cultural 2020 también ha supuesto implicar a los diversos agentes culturales de Puerto de la Cruz en un proyecto común, al Ayuntamiento, por supuesto, pero también a las entidades, los creadores, los grupos informales y las empresas que deberán implicarse no sólo en el proceso, sino durante toda la ejecución de la Estrategia. Se trata, pues, de generar alianzas y complicidades para promover el sentimiento de corresponsabilidad de un proyecto común”. Este documento fue aprobado por unanimidad por todas las fuerzas políticas en pleno en el pasado año 2014. Es el resultado de un proceso participativo en el que ha estado representada toda la población. Es una estrategia de la cultura y sus sectores en el Puerto de la Cruz, no sólo del Ayuntamiento“.

En la actualidad, esta manera mancomunada de funcionar late bajo un ritmo que se acelera paulatinamente según se aproxima la celebración de uno de los principales eventos culturales que se celebran anualmente en el Puerto de la Cruz. Hablamos de Periplo, Festival Internacional de Literatura de viajes y aventuras que en el próximo mes de octubre, durante los días 5 y 11, vivirá su tercera edición en el barrio portuense de La Ranilla.

Respondiendo a este modelo de gestión cultural que desde hace años impulsa los principales proyectos creativos del municipio norteño, este encuentro también cuenta con un importante núcleo de participación colectiva que parte desde la misma ciudadanía portuense y termina por convertirse en combustible fundamental para su desarrollo y proyección.

De manera similar a lo que ocurre con la Plataforma Cómplices Mueca, el Co-Mando Periplo (así se llama este segundo modelo participativo de gestión) está formado por empresarios, vecinos, activistas culturales, representantes políticos, etc. del Puerto de la Cruz, y funciona como el motor primigenio de expansión de Periplo, con una involucración participativa en la que no sólo se desarrollan tareas concretas, sino en la que también se tiene voz en la toma de decisiones.

Sus reuniones en grupo, de carácter semanal en estos meses previos a la celebración del Festival, son la demostración práctica de que la cultura y su gestión pueden llevarse a cabo de manera transversal con un goteo de ideas y un proceso identificativo que permiten que en el Puerto de la Cruz -más que en ningún sitio (este modelo ya ha sido estudiado por otros proyectos en distintos puntos del planeta)- la ciudadanía se familiarice con sus propuestas culturales. No es sólo el devenir político el que concede una mayor o menor fortaleza a muestras como Mueca o Periplo, sino que son los propios agentes activos del municipio los que alimentan un motor que, poco a poco, engloba toda la ciudad.

Co-Mando Periplo es, en primera instancia, un punto de información y una zona de debate. Se informa a sus miembros de la estructura programada para el Festival (autores confirmados, actividades establecidas, espacios de actuación…) y se cuenta con ellos para nuevas aportaciones y matizaciones. Además, cada integrante del co-Mando tiene su propio campo de acción definido y, una vez que las reuniones concluyen, toca el trabajo de campo: recabar determinada información, comunicar a los vecinos de actividades concretas que se desarrollen en las calles, invitar a los comercios a participar de manera activa en el Festival, etc. Todo con el fin de apuntalar la sostenibilidad de los proyectos más allá de las vicisitudes económicas y sociales: “Es el motor de la expansión del Festival hacia los locales de ocio, la movilizadora de nuevos apoyos financieros y creadora de procesos de recaudación y difusión, en las que la sensible ciudadanía asume parte del sostenimiento del Festival”.

Una de las integrantes del Co-mando Periplo es Yolanda Afonso, co-artífice del blog de viajes la Gaveta Voladora que, entre otras funciones, ha asesorado al Festival directamente en la sección Viajeros en red, aportando los nombres de los bloggers y youtubers que participarán en octubre en la muestra y que hará de anfitriona durante los días de celebración del evento: “Estamos trabajando con una estructura novedosa que permite a la ciudadanía organizarse y participar de manera activa en este tipo de eventos culturales, que también podrían ser deportivos o de otra índole. Aportamos otra visión, que creo que permite desarrollar estos proyectos de una manera menos cuadriculada, con más frescura”.

Domingo Linares, en representación de La Ranilla Espacio Artesano, es otro de los componentes del grupo humano de co-Mando Periplo: “Para nosotros es una enorme satisfacción formar parte de Periplo. Este equipo de trabajo tiene mucha actitud y ganas de colaborar. En cada reunión de trabajo se aportan cosas nuevas y creo que realmente tenemos un papel relevante dentro de lo que es esta forma participativa de gestión”.

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