Cae una red de tráfico de mujeres en Gran Canaria

La Policía Nacional ha detenido en la isla de Gran Canaria, en Palma de Mallorca y en Alcorcón (Madrid) a 14 personas, arrestos que han permitido la desarticulación de una red de tráfico de mujeres nigerianas para su explotación sexual en territorio español.

El arresto de los 14 proxenetas detenidos en la operación denominada Fortuna, se enmarca en la investigación que ha llevado a cabo la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedad Documental (U.C.R.I.F. III) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Las Palmas de Gran Canaria junto con las de las Islas Baleares.

De esta forma, según informó el Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado, se ha desarticulado un “potente entramado mafioso de origen nigeriano dedicado a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual” y que se encontraba afincado en la isla de Gran Canaria aunque con conexiones nacionales en la ciudad de Palma de Mallorca y en Alcorcón, así como en otros países de Europa (Italia, Francia, Grecia, Turquía y Finlandia) y en el continente africano (Nigeria, Senegal y Marruecos).

Un español entre los detenidos

Así, la Operación Fortuna se desarrolla desde 2010 y ha permitido la detención de 14 miembros de la organización, de los que 7 son mujeres y otros tantos hombres (11 de nacionalidad nigeriana, 2 colombianos y un ciudadano español).

Las dos últimas detenciones se realizaron el pasado 19 de enero y resultaron ser dos ciudadanos de Colombia encargados de una casa de alterne de la zona de Molino de Viento de Las Palmas de Gran Canaria.

A los detenidos se les imputan delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal, contra la libertad sexual (prostitución), falsedad documental, usurpación de estado civil, falso testimonio, agresión sexual, aborto, lesiones, amenazas, detención ilegal y asociación ilícita.

Por ello, cinco de los arrestados que se consideran son los “cabecillas de la organización” se encuentran ya la prisión del Salto del Negro, de forma preventiva como ha dictada el Juzgado de Instrucción Número Dos de Las Palmas de Gran Canaria y titular de la causa.

Los agentes han constatado hasta el momento la existencia de más de una veintena de mujeres jóvenes, de origen nigeriano, traficadas y explotadas sexualmente por los imputados, de las que doce han podido ser localizadas y plenamente identificadas.

Entre 30.000 y 70.000 euros por venir a España

Esta investigación se inició en febrero del año 2010, tras detectarse un ostensible incremento en el número de mujeres de origen nigeriano en situación irregular, ejerciendo la prostitución en diversos puntos de la isla de Gran Canaria y, en especial, en la zona conocida como El Lugo, en la calle Molino de Viento de la capital grancanaria.

Tras realizar las gestiones pertinentes, los agentes identifican a un clan familiar de ciudadanos nigerianos liderados por S.O. y L.A., afincado en dos pisos de Vecindario (Gran Canaria), donde residían cuatro miembros de la organización y una decena de las mujeres traficadas y explotadas sexualmente.

Esta red organizada venía desarrollando, en los últimos cuatro años y de manera continuada, actividades de tráfico de mujeres desde Nigeria a España, y una vez en territorio español las obligaban a pagar, a través de la prostitución, una deuda por haberlas traído a Europa que oscilaba entre los 30.000 y los 70.000 euros.

Respecto al modus operandi para introducir a las mujeres en España, éstas eran jóvenes nigerianas, de “buena apariencia física y pertenecientes a los estratos más bajos” de la sociedad, por lo que eran captadas en su país de origen por traficantes de personas, conexos a la organización desarticulada.

Posteriormente, tras ser seleccionadas, las mujeres eran sometidas en su país a un ritual de vudú antes de ser introducidas en España, que consistía en un juramento de magia negra, a través del que las mujeres quedaban sometidas al control de sus traficantes hasta abonar la deuda pactada, sin desvelar a las chicas que su destino iba a ser el de ejercer la prostitución coactiva sino que mediante engaños se les prometía una nueva vida en Europa, “protegidas” por las personas de la organización que se encargarían de buscarles trabajo para que pudieran enviar dinero a sus familias en Nigeria.

Seguidamente las mujeres eran enviadas clandestinamente a Europa enviándolas en vuelos desde Nigeria y Senegal con documentación fraudulenta a países europeos, preferiblemente Italia, Grecia, Francia, entre otros, lugares donde la organización tenía los contactos que se encargaban de recogerlas y trasladarlas a España; o en enviarlas a pie desde Nigeria al norte de Marruecos, siempre controladas por miembros de la organización, para una vez en el país magrebí, esperar a embarcarlas en pateras hasta las costas de Andalucía, entre otras acciones.

Una vez en España, las mujeres eran enviadas a los lugares de explotación escogidos en la isla de Gran Canaria en la época de otoño e invierno y en a Palma de Mallorca en la época estival. En cuanto a las mujeres que tenían bebés se las separaba de los mismos y los enviaban a un domicilio de Alcorcón, donde otros miembros de la organización se encargaban de su custodia.

Además, una vez en los puntos de explotación, las mujeres eran fotografiadas desnudas, al tiempo que se les arrancaban vellos púbicos y se les retiraba igualmente sangre originada por el periodo menstrual, todo ello con el objeto de intimidarlas y amenazarlas en un ritual de magia negra si desobedecían las instrucciones que se les daban. Posteriormente, comenzaban con el ejercicio de la prostitución diaria para pagar la deuda a sus madames, lo que podía alargarse durante dos o tres años.

Asimismo, recibían episodios de violencia física “desproporcionada”, violaciones, amenazas de agresiones físicas y de muerte constantes tanto a ellas como a sus familiares en Nigeria, rituales de magia negra o vudú.

Sólo dos mujeres se arriesgaron a escapar de la organización, una tras ser violada por uno de los miembros de la misma y otra saltando del balcón de un segundo piso de uno de los domicilios de la organización en Vecindario, tras permanecer encerrada en el mismo más de una semana y con el ánimo de viajar a Madrid y recuperar a su hija de dos años, retenida en el domicilio de Alcorcón.

Estas mujeres víctimas de la organización carecían de libertad ambulatoria, tenían prohibido relacionarse con otras personas que no fueran sus clientes, e incluso sufriendo castigos y agresiones.

El pasado mes de julio y cuando los miembros de la organización estaban intensificando las gestiones para introducir a cinco nuevas personas de origen nigeriano en España, se desarrolló de manera conjunta un dispositivo en Gran Canaria, Palma de Mallorca y Alcorcón, donde se detuvo en una primera fase de la operación a diez personas relacionadas con la organización investigada (nueve de origen nigeriano- y un nacional español).

Asimismo, se hizo entrada y registro coordinada en varios pisos de las localidades citadas, localizándose a nueve mujeres víctimas de la organización, abundante material relacionado con la prostitución, documentación falsa, dinero y gran cantidad de efectos de vudú; y se pudo recuperar a dos niñas de corta edad, dándoselas a sus madres.

Posteriormente se pudo localizar y detener, en colaboración de la policía Finlandesa, a una de las mujeres miembros de la organización que se encontraba fugada en el país escandinavo, así como a uno de los traficantes encargados de trasladar hasta España a las chicas que llegaban en vuelos a diferentes aeropuertos europeos.

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