Coche compartido con la seguridad de un conductor que no da positivo en alcohol
Irene García se quedó un día tirada en un aeropuerto. Quería ir a un festival al que no tenía cómo llegar y pensó que con un coche compartido estaría a tiempo de llegar. A partir de ahí, comenzó a darle vueltas a la idea y junto a su socia decidieron lanzar la web Otoocar, una herramienta que pone en contacto a conductores con viajeros pero que, a diferencia de las otras que están en el mercado, te asegura que el conductor tiene una tasa de alcohol 0,0.
El objetivo es alcanzar a todos los usuarios a eventos con gran movilización de personas como conciertos, festivales o acontecimientos deportivos, pero también de asegurar un servicio de ida y vuelta que otras empresas de este campo no garantizan. Por tanto, permite a las personas que se dan de alta en el servicio llegar a lugares de difícil acceso hasta la puerta del mismo.
“Ante una inseguridad que no se cubre, queremos dar cabida al conductor 0,0, con una seguridad vial que nos ha apadrinado Mario Arnaldo, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA)”, recalca García, quien añade que la forma de controlar a los conductores será gracias a que repartirán alcoholímetros desechables de manera gratuita. “Damos la seguridad de que si el conductor da una tasa de alcohol en sangre, en la bolsa de conductores se sustituye a esta persona o bien a sus ocupantes les proporcionamos un taxi”, explica.
Para hacer uso de esta herramienta basta con darse de alta en la página web, lanzada a principios de este mes (la app estará disponible en las próximas semanas) , e indicar el destino al que se desea ir y las plazas vacantes que se disponen en el coche. La norma es que el precio que el conductor ponga simplemente sea para cubrir los gastos y no tengan en ningún momento ánimo de lucro. Por su parte, las personas que desean ser transportadas lo único que tienen que hacer es buscar si hay un viaje en la fecha y al destino deseado.
Así mismo, los usuarios contará con el respaldo de un seguro de asistencia en viaje con la compañía Arag que por cinco euros cubrirá hasta ocho días.
Por otro lado, la empresaria anunció que también se han centrado en dos nichos de mercado bien diferentes, por un lado el mundo rural y por otro el de los ejecutivos. Sobre el primero quieren llegar a esas zonas en las que los transportes públicos alternativos no llegan. “Pondremos un teléfono de atención 24 horas donde dar esa asistencia para compartir coche”, comenta García consciente de que las personas ancianas no suele controlar bien internet. Por contra, en el mundo de los ejecutivos han ideado seguir el modelo del vagón del silencio, con ello garantizarán que el usuario pueda seguir trabajando durante el trayecto sin distracciones, aparte de garantizar los regresos desde los congresos o convenciones a los que acuden.
Por último, García apunta que su empresa ha creado Otoobarco para compartir barco. “Muchas personas jamás han cogido un barco y hay muchos barcos parados en puertos con patrones que no lo usan. Somos la primera red social que lo está haciendo a nivel mundial”, apuntó.
