El nuevo colegio de Siete Palmas presenta deficiencias como continuos cortes de luz y agua o humedades

El nuevo colegio de Siete Palmas aún sin finalizar en Septiembre.

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

Tras afrontar varios problemas para lograr su apertura en este curso escolar, el CEIP Martín Chirino, en el barrio de Siete Palmas, presenta numerosas deficiencias en sus infraestructuras. Los padres denuncian que el pasado miércoles, el colegio se quedó sin suministro de agua durante toda la jornada y que los cortes de luz son continuos “en días nublados los profesores imparten clase en penumbra”.

“Mi hija no tiene actualmente los mismos derechos que un alumno de otro colegio”, destaca Silvia Santana, secretaria del AMPA del centro, que asegura que los incidentes son constantes. Cuando reubicaron a 350 alumnos en este centro en el mes de octubre disponían de agua y luz de obra. No fue hasta el mes de febrero cuando les instalaron el suministro definitivo, cuenta Santana. Sin embargo, añade que “desde que han puesto la luz de la calle hay más problemas”.

En la jornada del miércoles, los niños tuvieron que comer en vajilla de plástico debido a la imposibilidad del personal del comedor de utilizar el agua para lavar “y eso que se trata de un servicio que pagamos los padres”, puntualiza Santana. Además, el Ayuntamiento tuvo que intervenir y enviar bidones de agua para que pudieran emplearse en los baños. Este problema fue solventado a las cinco de la tarde, según cuenta la presidenta del AMPA y manifiesta que “los padres no podemos vivir con la incertidumbre de que se cancelen las clases al día siguiente”, ya que “hasta las siete de la tarde no supimos si finalmente se impartirían”.

Esta madre señala que aún no se ha instaurado el aula Medusa en el centro, por lo que los alumnos trabajan sin ordenadores. Internet tampoco funciona y las pizarras digitales no se han podido utilizar porque hay problemas con el cableado. El teléfono es otro de los aparatos que no se pueden utilizar a menudo, y que “deja incomunicado al colegio”. El sistema de seguridad tampoco está instalado aún, según esta representante de padres.

José Morales, es otro padre afectado por las condiciones de este centro y formó parte del Consejo escolar. “Desde que se abrió el colegio la cosa ha ido a peor” afirma. Apunta que se han producido “un cúmulo de desastres y cada día es algo nuevo”.

Morales destaca que los gimnasios no pueden utilizarse debido a las humedades, pues, cada vez que llueve hay filtraciones en varias zonas y los vestuarios están inhabilitados. La presidenta del AMPA también lo corrobora y apunta que la biblioteca es otro de los puntos afectados por estas humedades.

Otro de los incidentes que denuncia Silvia Santana es que las clases de infantil están orientadas hacia al sol y que las persianas son fijas por lo que “puede darle un golpe de calor a un niño pequeño”, señala. Por ello, asegura que en algunas clases los padres han puesto de su dinero para comprar unos toldos que den sombra a esas aulas.

La Consejería de Educación afirma que estos problemas se han ido solventando. Sin embargo, la presidenta del AMPA subraya que este viernes les enviará un informe actualizado con todas estas demandas.

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