El 'Cuco' confesó a la Policía que vio a Marta “muy ensangrentada” en León XIII

SEVILLA, 2 (EUROPA PRESS)

Francisco Javier García Marín, conocido como 'El Cuco' y condenado por un delito de encubrimiento en relación al caso de Marta del Castillo, confesó a la Policía que, el día de los hechos, estuvo en el piso de León XIII donde se cometió el crimen y vio a la víctima “muy ensangrentada”, según han testificado este miércoles tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía durante la séptima jornada del juicio por la violación y el asesinato de la joven.

Estos tres policías han asegurado que fue en un traslado realizado el 4 de marzo de 2009 desde el centro de menores de Jaén donde se encontraba hasta Sevilla, cuando, tras conocer por boca de los agentes que se habían encontrado restos de ADN suyos mezclados con los de Marta en León XIII, el 'Cuco' comenzó a llorar y, “espontáneamente”, dijo que el día de los hechos se encontraba junto a Miguel en la habitación de éste en León XIII y vio a Marta “en un charco de sangre”.

“Empezó a llorar de forma que parecía que se le iba a salir el corazón del pecho”, ha llegado a manifestar el que fuera jefe del Grupo de Homicidios en Sevilla. Asimismo, y según estos agentes, el 'Cuco' reconoció que esa noche salió de la vivienda de León XIII y llamó al también acusado Samuel Benítez desde una cabina de teléfono ubicada en los alrededores, mientras que también puso de manifiesto que la víctima “no está en el río Guadalquivir”. Además, llegó a decir que “tenía el presentimiento de que, si volvía a Sevilla, él y su madre morirían”.

En la séptima jornada del juicio han declarado también, en calidad de testigos, varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía que participaron en la toma de declaración a Samuel Benítez, entre ellas la inspectora jefe del Grupo de Menores (Grume), quien participó en tres de las declaraciones tomadas al acusado, la primera el 26 de enero en calidad de testigo, en la cual “se mostró nervioso y preocupado; siempre decía que Miguel era su amigo más íntimo de la infancia y que quería hablar con él”.

De este modo, el mismo día 26 de enero “se dejó” que ambos hablaran a solas en el Grume, una cita en la que el autor confeso del crimen “no habló” y tras la cual Samuel “dijo que un mal golpe se lo ha podido dar”. La jefa del Grume también se ha referido a la declaración del 14 de febrero en la que Samuel confesó su participación en las tareas para hacer desaparecer el cuerpo, y ha dicho que fue una declaración “espontánea” en la que “se le dejó hablar y luego se le hicieron preguntas”.

SIN PRUEBAS CIENTÍFICAS CONTRA SAMUEL

Asimismo, ya tras dejar claro que “no tenía síntomas de haber sido agredido”, ha relatado que Samuel dijo que el 24 de enero Miguel había contactado con él pidiéndole ayuda y para que fuera a la vivienda de León XIII, tras lo cual fue desde Montequinto en autobús hasta este domicilio, vio a Marta en el suelo, sacaron el cuerpo y lo trasladaron en una motocicleta hasta un puente sobre el río Guadalquivir.

Respecto a este acusado, la inspectora jefe del Grume ha señalado, a preguntas del letrado de la defensa, que las antenas de telefonía móvil “no situaron” a Samuel --“que daba la imagen de colaborador, aunque en ningún momento contactó con el autor confeso del crimen”-- en León XIII “en ningún momento”, ni tampoco lo ubicaron en los lugares donde se encontraba situado Miguel, mientras que, respecto al posible traslado en moto del cuerpo de Marta, “sólo existen sus declaraciones, nada más”.

De igual modo, ha precisado que no se encontró el perfil genético de Samuel en la vivienda donde se produjo el crimen, ni tampoco huellas dactilares ni restos en la ropa que llevaba puesta la noche de los hechos“. Tras ello, el letrado del acusado ha preguntado a la inspectora jefe del Grume: ¿Además de su confesión, hay más indicios que lo inculpen?”, a lo que la responsable policial ha contestado: “científicos, no”.

LAS ANTENAS REPETIDORAS

Respecto a la acusada María García y cuestionada sobre “qué datos objetivos existen de que estuviera ocultando algo”, ha dicho que la acusada “siempre dijo que estaba en León XIII a las 2,00 horas”, y además se tuvieron en cuenta las declaraciones del padre de Marta, de la madre de la mejor amiga de la víctima y del vecino que vio a Carcaño con una silla de ruedas sobre las 1,30 horas del día 25 de enero“. ”¿Se mostró colaboradora?“, le ha preguntado el letrado de defensa, respondiendo la agente que ”como todos, también Carcaño“.

La inspectora jefe del Grume también ha analizado el tráfico de llamadas de los móviles de los acusados el día de los hechos, señalando que existen dos franjas horarias en las que no están posicionados, y agregando que desde el teléfono del 'Cuco' “no se realizaron llamadas, sólo son entrantes”, mientras que Samuel “no tenía saldo y no llamó a Miguel, sino que convenció a una amiga para que lo llamara”.

Un segundo agente ha coincidido con su compañera en señalar que Samuel, en su declaración como testigo del 26 de enero, “manifestó lo que voluntariamente quiso”. Este agente ha relatado que, tras el crimen, concretamente el día 4 de febrero de 2009, fue a la casa de Camas donde Miguel vivía con su entonces novia y la familia de ésta; así, la madre de Rocío les hizo entrega de la ropa que el autor confeso del crimen llevó puesta la noche del mismo, entre ella el chaquetón en el que la Policía Científica halló sangre de Marta.

REGISTRO EN LA CASA DE LA FAMILIA DE CAMAS

“Miguel estuvo presente en el registro y no puso ninguna objeción cuando pedimos a la madre que nos diera la ropa que Carcaño llevaba puesta ese día”, según ha añadido.

Un tercer agente, destinado en la fecha de los hechos al Grupo de Homicidios, ha relatado que participó en tres declaraciones prestadas por Miguel en calidad de detenido, en la primera de las cuales “implicó a Samuel, pues dice que tras producirse el altercado lo llamó y en media hora Samuel llegó a León XIII y no propuso llamar a una ambulancia ni a la Policía, decidiendo sacar el cuerpo y trasladarlo en moto al puente de Camas”.

Este agente, que ha considerado que lo de la moto “es completamente falso”, ha indicado que, en la segunda declaración, Miguel “introdujo en los hechos al menor y aseguró que fueron éste y Samuel, a quien llamó desde una cabina, quienes se deshicieron del cuerpo en el coche de la madre del 'Cuco'”. Ha añadido que también participó en la declaración como detenido del entonces menor de edad, quien “implicó claramente al hermano de Carcaño y realizó un relato espontáneo de los hechos según el cual Samuel y él se deshicieron del cuerpo en un vehículo”.

Este policía ha asegurado que ni el 'Cuco' ni Carcaño mencionaron en ningún momento a María García --aspecto éste en el que han coincidido varios de los testigos--, y además ninguno de los acusados implicados “situó la sacada del cuerpo en la madrugada”. Otro agente, que era en enero de 2009 jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Brigada de Policía Judicial, ha asegurado que Miguel le confesó que había matado a Marta y le indicó el lugar exacto desde donde él y Samuel tiraron el cuerpo al río.

Ha relatado que, estando ya detenido, Miguel dijo que necesitaba ir al médico por una alergia que padecía, por lo que este agente, junto a un compañero, decidieron trasladarlo para que acudiera al médico. Una vez en el coche, Carcaño confesó el crimen y puso de manifiesto que “quería decir” desde dónde habían arrojado él y Samuel el cuerpo de Marta al río. Tras ello, guió a los agentes al puente sobre el río e indicó el punto exacto donde hicieron desaparecer el cadáver, situado junto a la marca de un badén.

Este miércoles también han declarado un agente que ha narrado cómo las investigaciones policiales determinaron que la familia de Camas “no tenía ninguna relación” con los hechos, y otro agente que intervino la navaja supuestamente utilizada para cometer el crimen en un husillo cercano a León XIII.

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