La Guardia Civil espera este año 11.000 inmigrantes irregulares en Canarias

sin papeles

Así lo dijo el general de división de la Guardia Civil Francisco Gabella, quien relevó al teniente general Cándido Cardiel Ojer como responsable del Centro de Control Regional de Canarias (CCRC), establecido en octubre de 2006 en la capital grancanaria, para hacer frente a la inmigración irregular. Para ambos mandos de la Guardia Civil, que coordinan desde el año pasado todos los medios y efectivos, incluidos los del Frontex, para luchar contra la inmigración subsahariana, la actual situación es de “bonanza”, ya que aunque estamos en el periodo bueno para la navegación en cayuco, como son los meses de septiembre a noviembre, las embarcaciones que llegan estos días son escasas.

Las rutas actuales que utilizan los subsaharianos para llegar a Canarias se han ampliado a cuatro, si bien la fundamental que emplean ahora consiste en adentrarse en el océano cien millas hacia el oeste, por ejemplo desde Senegal, y después poner rumbo norte hacia Canarias, con alguna parada en Mauritania para conseguir alimentos y gasoil. “La posibilidad de repostar en alta mar, la existencia de buques nodriza, no la hemos confirmado nunca”, aseguró el teniente general Cardiel Ojer.

La primera ruta que comenzaron a emplear el año pasado consistía en navegar por la costa hasta casi el Sáhara Occidental, el punto más cercano de Canarias, pero los controles marítimos existentes ya ha motivado que los inmigrantes dejen de frecuentar esta vía. Una tercera ruta es la que les lleva por mar hasta Cabo Verde, donde pueden pertrecharse de comida, agua y combustible para continuar el viaje, y después ir hacia el Archipiélago, vía utilizada por los cayucos que llegan a El Hierro.

La última vía detectada tiene también mucho que ver con la mayor vigilancia del océano: ante los controles por mar, algunos inmigrantes subsaharianos recorren Senegal y Mauritania por el interior para dirigirse a Nuadibú e intentar la travesía desde este puerto pesquero mauritano (cayucos) o desde el Sáhara (pateras).

Nueva sede

El teniente general Gabella afirma que los mayores controles dispuestos con embarcaciones y medios aéreos en la costa africana no han desviado este flujo inmigratorio hacia otras regiones españolas como Murcia y Alicante, ya que asegura que los sin papeles que llegan al Levante español suelen ser marroquíes y argelinos.

Dependiendo de la distancia, así será la duración del viaje: desde la costa marroquí, los inmigrantes apenas tardan doce horas en alcanzar la costa canaria, cuatro días desde Mauritania (tres y medio desde Nuadibú) y siete días desde Senegal. Según el teniente general Cardiel Ojer, los cayucos “cada vez salen de más abajo”, ya que ahora se ha detectado que algunos comienzan el viaje en Guinea Bissau, Gambia y Guinea Conakry, un recorrido de 1.500 a 2.000 kilómetros con un duración de hasta quince días.

Los cayucos que llegan a Canarias son de tres procedencias: Mauritania, Senegal y Gambia. Las embarcaciones mauritanas llegan a medir entre 15 y 20 metros de eslora y en ellos pueden viajar entre 50 y 60 personas, mientras que las senegalesas y gambianas pueden llegar a los 25 y 30 metros y el récord de pasajeros ha sido de 188 ocupantes.

Durante los últimos meses, el CCRC ha tenido sus dependencias en uno de los edificios del antiguo Gobierno Militar de Las Palmas, de donde salió el general Franco la víspera del alzamiento del 18 de julio de 1936, pero en los próximos meses se espera contar con un edificio nuevo y permanente para este organismo.

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