King dice que vio a Dolores Vázquez apuñalar a Rocío Wanninkhof

El británico Tony Alexander King, acusado de la muerte de Rocío Wanninkhof el 9 de octubre de 1999 en Mijas (Málaga), y la madre de la víctima, Alicia Hornos, inculparon este martes a Dolores Vázquez, quien pasó diecisiete meses en la cárcel y fue exculpada después del sobreseimiento provisional de la causa.

En la segunda sesión del juicio, King aseguró que vio cómo Dolores Vázquez apuñalaba a Rocío en la espalda cuando ambos se encontraban en un vehículo en compañía de su amigo Robert Graham, quien posteriormente le cortó el cuello en el maletero del coche porque la joven aún seguía con vida.

King, que este lunes fue expulsado del juicio tras insultar al juez, fiscal y peritos, a los que llamó “delincuentes”, pudo declarar este martes durante hora y media ante el jurado popular después de que el presidente de la Sala le diese una segunda oportunidad para “evitar su indefensión”.

El acusado reiteró su inocencia y alegó que, tras su detención en septiembre de 2003, confesó el crimen ante la Guardia Civil y el juez y señaló “lo que creía que querían que dijera” porque temía que le matara el instituto armado.

A preguntas de la defensa, manifestó que la noche del crimen acudió a casa de su entonces amigo Robert Graham, que ambos bebieron vino y consumieron drogas y después de que éste le hipnotizara, llegaron a la vivienda tres personas: Dolores Vázquez, un conocido y otro individuo.

Más tarde, recuerda que estaba sentado en el asiento del copiloto en un coche inglés (a la izquierda) que conducía Graham y en el que también estaba otro hombre, y que se fijó en que Dolores Vázquez -a quien dijo que no conocía anteriormente- se estaba “riendo y estaba apuñalando a Rocío en la espalda” y que, incluso, tenía el cuchillo en su mano.

El británico, que durante la sesión pidió que le hipnotizaran para “acordarse de todo” y que le quitaran las esposas -sólo se las aflojaron-, mantuvo que Graham fue quien le cortó el cuello a Rocío en el maletero del coche porque “por alguna razón las puñaladas no la habían matado”.

Por su parte, la madre de Rocío, Alicia Hornos, afirmó en su declaración que siempre ha pensado que el asesino de su hija “no es Tony King, sino Dolores Vázquez”, si bien matizó después en declaraciones a los periodistas que el británico es el asesino pero hay al menos tres implicados en la muerte.

Tras este testimonio, el abogado de King, Javier Saavedra, afirmó a los medios de comunicación que espera que “después de lo que ha declarado” la madre de Rocío en el juicio, se modifique el informe de acusación contra su cliente, “al menos por parte de su abogado”.

Alicia Hornos afirmó en el juicio que las bragas que encontró en la puerta de su casa en agosto de 2005 eran las que llevaba su hija el día del crimen y que contienen “el ADN de Rocío y Dolores Vázquez Mosquera”, prueba que fue denegada por la Audiencia Provincial de Málaga y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Reiteró que su hija no conocía al británico Tony King, y que “nunca se hubiera parado con alguien desconocido, porque era muy sensata”.

Hornos relató que en el lugar donde desapareció su hija cuando caminaba por una carretera de la Cala de Mijas se encontró “un pañuelo manchado con sangre de Rocío”, por lo que argumentó que “alguien que la conocía se paró y le pegó un puñetazo en el tabique nasal”.

No obstante, sostuvo que “una persona sola no hubiera podido con su hija”, ya que hubiera sido muy “complicado” perseguirla, porque Rocío “era fuerte y corpulenta”.

La testigo, que trabajaba como limpiadora para la empresa Lubina Sol donde también estuvo empleado King, confesó que nunca vio al británico, pero sí a su amigo Graham, y añadió que Rocío nunca la acompañaba al trabajo, por lo que no pudo haber visto a King.

Durante la mañana también declararon como testigos el novio de Rocío, la hermana de éste y su madre, quienes coincidieron en que la joven era una persona atlética y que practicaba deporte habitualmente, y corroboraron que pasó la tarde con ellos antes de marcharse porque quería ducharse en casa antes de ir a la feria con unas amigas, para después reunirse con su novio.

Tony Alexander King, encarcelado desde el 21 de septiembre de 2003, se enfrenta a una petición fiscal de 26 años y nueve meses de prisión por asesinato y agresión sexual en grado de tentativa, mientras que la acusación particular pide que se le imponga una pena de 20 años de cárcel.

Ya fue condenado a 36 años de cárcel por el asesinato de la joven de Coín Sonia Carabantes en agosto de 2003, sentencia que ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo, y a siete años de prisión por el intento de violación de una joven de Benalmádena.

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