Saida responsabiliza a Willy Jorge del accidente

Efe

Saida Prieto, la candidata a reina del carnaval de Santa Cruz de Tenerife que sufrió graves quemaduras al incendiarse su traje durante la gala de elección, ha responsabilizado del incidente que, ha dicho, “le ha destrozado la vida”, al diseñador del traje que provocó el fuego en el suyo.

“He sufrido mucho, lo he pasado mal y me han destrozado la vida pero voy a llegar hasta el final por mí y por mi hija,pese a quién le pese y caiga quién caiga” ha dicho la joven en su primera comparecencia pública tras el accidente ocurrido el 6 de febrero.

Saida, acompañada de su madre y de su abogado, ha subrayado que en un momento se vio atrapada entre las llamas y los únicos que intentaron salvarla fueron sus diseñadores y un técnico de sonido y ha afirmado que nadie más acudió en su ayuda.

“Me estaba quemando y no podía escapar del traje” ha aseverado Saida, quién ha señalado que es el peor recuerdo de su vida.

La joven sufrió quemaduras en el 45 por ciento de su cuerpo y ha ha permanecido dos meses ingresada en el Hospital Virgen del Rocío en el que le han realizado 11 intervenciones y todavía le quedan al menos otras dos.

“Mi vida ahora es muy difícil” ha dicho Saida, quien ha manifestado que no tiene movilidad en los brazos por lo que requiere ayuda para vestirse o asearse pero ha expresado su deseo de ser la misma de antes e incluso de volver a ser candidata a reina en las fiestas del carnaval de 2014.

Ha reconocido que le queda un largo camino para su recuperación, aunque por ahora no tiene que volver a Sevilla y continúa con el tratamiento en el Hospital Universitario de Canarias, en Tenerife.

Sobre cómo se encuentra de ánimo, la joven ha dicho que intenta estar bien aunque ha afirmado que aún le vienen recuerdos “de esa noche” y del momento en el que se vio envuelta en las llamas.

Saida ha señalado que está agradecida por todas las muestras de apoyo que ha recibido pero ha insistido en que quiere que se pague por lo que ha ocurrido y que no vuelva a suceder nunca más.

Ha afirmado que no la ha llamado ni el diseñador del traje que provocó el incendio, Willy Jorge, ni la candidata que lucía su fantasía y sobre ella dijo que si la están culpando “yo ni entro ni salgo de eso y si ella lo ha pasado mal, yo lo he pasado peor”.

A pesar de todo, Saida ha afirmado que sigue siendo carnavalera y comparsera (pertenece a la comparsa Los Cariocas) y agregado que “si el año que viene puedo estaré de nuevo encima de un escenario”.

El abogado de la joven, Juan José Rodríguez, ha señalado que están personados como parte perjudicada en los dos procedimientos abiertos y ha recordado que en el judicial se ha imputado al diseñador del otro traje y al exgerente de fiestas por un presunto delito de lesiones por imprudencia.

Asimismo se han personado en el expediente abierto por el ayuntamiento que investiga los hechos y en los que la familia ha expresado su mejor predisposición para colaborar en su esclarecimiento.

El letrado ha afirmado que la familia estará como parte perjudicada mientras dure la instrucción y una vez concluya decidirá si se persona como acusación particular o mantiene la misma figura jurídica.

La madre de la joven, Dulce Hernández, agradeció al personal sanitario del Virgen del Rocío y al Hospital Universitario de Canaria el trato prestado, negó que hubiese algún problema con el hospital canario y explicó que el deseo de volver a Sevilla se debió a que Saida fue dada de alta antes de lo recomendable por la insistencia de una psiquiatra.

“El problema es que tenía mucho quemado y poco sano donde coger” dijo Dulce Hernández, que muy emocionada, recordó el momento en el que le dijeron que su hija se estaba muriendo y que probablemente no llegaría viva a Sevilla.

“Ha sido el viaje más largo y más duro de su vida”, ha señalado la madre de la joven, quien ha agradecido al alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, y a su secretaria Noemi, el apoyo que le han dado durante estos meses.

Dulce ha afirmado que estuvo dos meses sin poder abrazar ni acercarse a su hija y el día que le dijeron que ya no estaba grave, “todos, médicos y enfermeras, lloramos de alegría”.

La madre ha dicho que ha sido un proceso muy duro y que no había palabras que la consolaran y ha afirmado que Saida ya no es la chica alegre y dicharachera que era antes del incidente.

En medio de esta situación, el padre de Saida, según ha relatado su madre, tuvo que ser intervenido del corazón.

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