Sólo una de cada diez africanas participa en la política de su país

Ser mujer en África supone una doble discriminación sólo por una cuestión de nacimiento. No sólo son las más pobres entre los pobres, sino que se enfrentan a multiplicidad de problemas que no afectan a los hombres, como la ablación o la explotación sexual. Unifem, el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer se ha dado cuenta de que la única manera de revertir esta situación es preparándolas para saltar a la “batalla política” (en la actualidad sólo una de cada diez mujeres africanas participa en la política de su país) y que llevan ellas mismas las riendas de las políticas de género. Una formación en la que Canarias tendrá mucho que ver.

Nomcebo Manzini es la directora de Unifem para el África subsahariana y nadie mejor que ella sabe cual es la situación de la mujer en esta región del continente. “Aún queda mucho por hacer, comenta. El Informe del Milenio nos enseña que el África subsahariana aún tiene un camino largo que recorrer para acabar con la pobreza en 2015, eso es un gran reto para nosotros, también estamos viendo nuevas formas de violencia y se incrementa el tráfico de mujeres”.

Otro reto está precisamente en la participación y la representación femenina en la política. A pesar de que generalmente la representación parlamentaria de las mujeres se encuentra entre el 10 y el 20%, casos como el de Ruanda, que tiene una de las más altas representaciones de mujeres en política con un 48% , Mozambique con un 34% y Sudáfrica con un 32%, dejan espacio a la esperanza. “Introducir a las mujeres en las más altas instancias políticas es un reto para nosotros porque sabemos que si las mujeres que tienen una sensibilidad para estos asuntos acceden al poder, entonces la probabilidad de que políticas y legislaciones de género salgan adelante será más alta, por lo tanto tenemos el reto de asegurar que las mujeres que acceden a la política conozcan los asuntos pero también que incrementen su número” dice Manzini.

Una de las maneras en las que se quiere trabajar con los gobiernos africanos así como las organizaciones civiles y en particular con las asociaciones de mujeres, es idear un proyecto o programa que movilice a la gente que quiera entrar en política. “Nosotros les damos nuestro apoyo, hacemos que entiendan de qué va la política y nos aseguramos de que cuando accedan al poder sean efectivos” explica Manzini. “Así ?continúa- queremos proporcionar un tipo de formación al que llamamos Transformative Leadership Training (Formación en Liderazgo Transformador) porque decimos que los valores que aparentemente operan en los campos de batalla políticos no son buenos para promover la igualdad de género y los derechos humanos, queremos cambiar esos valores y hacer que se respeten las diferentes opiniones”.

En este sentido destaca el I Seminario de Liderazgo y Empoderamiento de las Mujeres' que se imparte esta semana en Casa África, dentro del marco de la Red de Mujeres por un Mundo Mejor, donde unas 40 mujeres africanas, destacadas líderes en sus países de procedencia, aprendieron recursos y compartieron experiencias sobre el acceso de la mujer a puestos de liderazgo institucional. Una formación que continuará ya que la secretaría de la Red se instaurará próximamente.

Manzini se muestra encantada del papel de Casa África en todo esto: “Canarias, a través de la Casa África está haciendo un trabajo fantástico de intercambio de información y cultura, que son absolutamente importantes para las relaciones entre España y los países africanos”. “Es una excelente idea tener la Casa África que implementará algunas actividades y acciones, como la formación de redes sociales, que potenciarán la transformación social, porque la gente sabrá lo que tiene que saber” añade.

Interés de grandes potencias

También se muestra muy optimista ante el papel que juega Casa África en cuanto al interés de países desarrollados como China o Estados Unidos por el contiente. “Pienso que el fórum que permite Casa Africa por ejemplo para discutir este asunto aquí y traer gente de diferentes lugares para interactuar con el tema es muy positivo porque es lo que necesitamos, necesitamos diálogo, forums donde estos temas puedan ser discutidos de la forma más abierta posible y con las personas implicadas, aunque evidentemente los planes estratégicos de un país y lo que afecta a su política exterior son cosas que conocen los gobiernos y no puedes saber de ellos si no estás dentro”, opinó.

“El papel que Casa Africa esta jugando en términos de hacer visible este tema y permitir forums para que sea discutido es muy positivo porque cuando discutes algo públicamente entonces también nos ayuda a deshacerte de concepciones erróneas sobre lo que podría estar pasando sobre hechos reales”, añadió.

Desde su punta de vista personal, todos los países, y en particular los países desarrollados, tienen intereses estratégicos e introducirán estos intereses de cualquier manera en las políticas internacionales que se diseñan. “Así lo hará China y así lo hará España o Estados Unidos”, dice.

“En el contexto de África, Estados Unidos siempre ha estado ahí, China estuvo ahí especialmente en las luchas de liberación, apoyándolos y creando infraestructuras, por eso fueron vistos como un valioso compañero por el papel que jugaron. En muchos países africanos no se ve a China como un nuevo compañero pero China ahora ha cambiado su modelo social económico y ha abrazado el capitalismo, y el capitalismo va de alcanzar, poner tus tentáculos por todas partes para conseguir beneficios y eso es lo que China está haciendo, y por su puesto en un lugar donde diferentes países siempre han disfrutado de autoridad y poder se crean tensiones, como pasa con Estados Unidos y China”, declaró.

¿Qué se puede hacer entonces para amortiguar el impacto que los intereses de las grandes potenciales mundiales puedan ocasionar en la ya delicada situación del continente“. Manzini lo tiene claro: ”La sociedad civil es según mi experiencia la voz que le pide cuentas al Gobierno de lo que hace y de las decisiones que toma le pide explicaciones, es especialmente importante para el desarrollo porque puede desafiar las decisiones que toma un gobierno, algo que es más difícil que haga un partido“.