Tamarán sobrevuela Fuerteventura

Efe

El primer guirre nacido en cautividad en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira (Gran Canaria), que fue puesto en libertad hace una semana en la zona de Tiscamanita, en Fuerteventura, se encuentra en buen estado y socializado, según ha informado este sábado el Cabildo.

El ejemplar, de nombre Tamarán y perteneciente a la especie canaria de alimoche (Neophron percnopterus majorensis), se encuentra en buen estado, ha socializado con el resto de guirres que habitan en la zona y ya realiza sus primeros desplazamientos, según señala el Cabildo en un comunicado.

El nacimiento de Tamarán en mayo, fruto del emparejamiento de dos guirres que permanecen en estas instalaciones por sufrir patologías irrecuperables, supone un hito científico al ser el primero nacido en cautividad, indica la nota.

El director de la Estación Biológica de Doñana, José Antonio Donázar, ha explicado que, tras instalarle a Tamarán un radiotransmisor con acelerómetros y tecnología de seguimiento GPS (Global Position System), ha sido posible comprobar cómo tras su liberación “se ha mantenido en el entorno de la guirrera, se eleva en vuelo y hace desplazamientos cortos de un máximo un kilómetro”.

Según valoran los científicos que han trabajado en este proyecto, un aspecto clave para la rápida integración de este joven guirre en el medio natural ha sido su aislamiento al contacto humano.

“Una nueva victoria”

El biólogo y director del centro de Tafira, Pascual Calabuig, ha aclarado que “desde que Tamarán tuvo diez días su contacto con las personas ha sido prácticamente nulo y para alimentarlo se ha utilizado una maqueta que imita a los progenitores”.

Su nacimiento y puesta en libertad ha sido acogido con entusiasmo desde el Cabildo majorero y su presidente, Mario Cabrera, ha valorado su introducción en el medio natural como “una nueva victoria” dentro del proceso de recuperación de la especie.

Por su parte, la consejera de Medio Ambiente, Natalia Évora, ha recordado que, desde que la especie pasara su momento más difícil en 1998 en que se pudo censar apenas un centenar de ejemplares en toda la isla, “el intenso trabajo realizado ha permitido superar ampliamente los doscientos individuos en la actualidad”.

El guirre con el aumento poblacional y la ocupación progresiva del territorio, a lo largo del siglo pasado, ha ido mermando su existencia hasta que ha quedado casi restringida su presencia a Fuerteventura.

No obstante, la recuperación de la especie en Fuerteventura -en 2013 existen 94 ejemplares que forman parejas ocupando 47 territorios, y una población total en torno a 230 especímenes- ha favorecido que el guirre haya comenzado de nuevo a extender su presencia en otros territorios.

Si durante muchos años hubo únicamente una pareja de guirres habitando en el Archipiélago Chinijo en la actualidad, han señalado desde el Cabildo majorero, son ya cuatro las parejas establecidas en el ámbito insular conejero.

Por otro lado, el Cabildo de Fuerteventura ha dotado a la Estación Biológica de Doñana de una veintena de dispositivos de seguimiento GPS con acelerómetros que, al estar conectados a Internet vía wi-fi, permiten registrar los desplazamientos de los ejemplares marcados con un nivel de detalle desconocido hasta ahora.

Estos aparatos miden no solo las distancias recorridas, sino otros parámetros como la altitud o la velocidad de vuelo.

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