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“Todavía hay cierto miedo de comunicar a las empresas que te has casado con una persona del mismo sexo”

Manifestación contra la LGTB Fobia

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

La situación de desigualdad de la mujer frente al hombre y que se reivindica este 8 de marzo se hace patente en situaciones que a menudo son silenciadas. Si además de ser mujer eres lesbiana las probabilidades de sufrir exclusión aumentan con respecto al hombre homosexual. Así lo advierte el movimiento Gamá de Canarias, que asegura que ellas están más invisibilizadas y que les cuesta mucho más tomar cuotas de poder dentro del propio colectivo. En el ámbito laboral, a pesar de que el movimiento LGTBI considera que se ha avanzado mucho en los últimos años, sigue habiendo cierto miedo a comunicar que te has casado con una persona del mismo sexo. Por ello, insiste en la importancia de seguir visibilizando este tema y luchar por conseguir la igualdad.

El colectivo recuerda que el mayor número de tasas de desempleo tienen rostro de mujer y que el paro de larga duración es mayoritariamente femenino, por lo que el miedo también está justificado. “Las mujeres transexuales sufren mayor exclusión con respecto a los hombres transexuales y también existe mayor invisibilidad de las mujeres lesbianas y bisexuales”. Actualmente, sigue costando que ellas tomen la palabra y tomen cuotas de poder dentro del propio colectivo LGTBI.

Además, “cuando hablamos de sexo entre mujeres parece que tenemos que pedir perdón y explicarlo”, señala la responsable de comunicación de este colectivo en Canarias, Nayra Marrero. Según explica, el espacio sigue estando dominado por hombres, por lo que hablar de sexo es también hablar de hombres.

Estereotipos y masculinidad

No obstante, el colectivo apunta que tanto hombres como mujeres sufren por la masculinidad. El movimiento Gamá se considera feminista porque entiende que el enemigo y el que supone una traba para la igualdad es común, “tanto para las mujeres lesbianas, bisexuales, heterosexuales, transexuales o no, como para los hombres homosexuales, transexuales y bisexuales, porque lo que cuestiona al final la diversidad sexual y de género también es el poder del heteropatriarcado, la supremacía que se establece del hombre hacia la mujer como forma de opresión”, apunta Marrero.

Por ejemplo, el niño que no sigue de pequeño los roles marcados por el patriarcado, “suelen ser discriminados por su orientación sexual, incluso antes de sentir atracción hacia alguien de su mismo sexo”, afirma. “Son discriminados por una cuestión de romper con el género, con la masculinidad como es entendible. La masculinidad los castra a ellos y a nosotras, es negativa para todo el mundo”.

Los roles de género que se siguen evidenciando, por ejemplo, en el reparto de tareas, en el caso de parejas de mismo sexo tiende a cuestionarse como sistema de organización entre ambos por cuestiones de trabajo, horarios… y que a juicio de la responsable de comunicación viene a demostrar que estos papeles son aprendidos. Así, los niños criados entre parejas del mismo sexo tienen hacer las tareas domésticas por igual, porque no han aprendido que sea una cuestión de roles entre niños o niñas.

Sin embargo, en algunos ámbitos de la sociedad, se siguen cuestionando los estereotipos. Marrero comenta el caso de una pareja de hombres homosexuales que llevaron a su hijo al hospital y le preguntaron que dónde estaba la madre, ya que el cuidado de los hijos sigue estando relacionado a ellas, que siguen soportando la presión de la sociedad.

Gamá no considera que el hombre homosexual tenga más conciencia feminista, pero sí que la tiene el hombre activista, que entiende la necesidad de reivindicarlo. “Hay tanta diversidad en el colectivo como fuera”.

Cómo erradicar la desigualdad

La comunidad LGTBI defiende que la raíz de todo está en la educación. “El cambio viene de gente que piensa, reflexiona y ve las cosas desde otro punto de partida. Para eso es verdad que tenemos que cambiar perspectivas”.

El colectivo lleva a cabo distintas iniciativas en escuelas para explicar qué es la diversidad. Marrero explica, por ejemplo, que al mostrarle a los alumnos si les parece bien que dos chicos se besen en un césped, suelen contestar que sí. Sin embargo, a la pregunta de si suelen verlo, contestan que no. “Así les hacemos plantearse de dónde viene la desigualdad y la discriminación y cómo podemos cambiarla”.

Gamá, que forma parte de la red feminista de Gran Canaria (organizadora de la manifestación del 8 de marzo y que va de San Telmo a Santa Ana a las 7 de la tarde con el lema Frente a los recortes machistas, movilización feminista ) se sumará a esta movilización feminista, que es “también la de las personas que creen en la igualdad del colectivo LGTBI”.

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