Dos manifestaciones históricas, en el germen de la ULPGC

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

A las 17.30 del miércoles 7 de julio de 1982 más de 200.000 personas partían de la calle León y Castillo de Las Palmas de Gran Canaria en una manifestación que reivindicaba, bajo el lema Universidad Ya, la creación en la isla de una universidad plena , independiente de Tenerife. Un clamor que recorrió las calles de la capital y que se volvió a escuchar seis años después, en 1988, con otra movilización multitudinaria y un mensaje definitivo: Universidad. Ahora sí.

El potente movimiento social pro-universidad atinó con este último lema. En mayo de 1989, el Parlamento regional aprobaba la Ley de Reorganización Universitaria. Los centros radicados en Gran Canaria que dependían de la Universidad de La Laguna dejaron de hacerlo y la Politécnica de Canarias pasó a denominarse Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Ya no tenia que limitarse a su carácter politécnico y podía impartir todo tipo de estudios.

Carlos Guitián, actual director general de Universidades del Gobierno de Canarias, fue a finales de la década de los ochenta director de la antigua Escuela de Formación del Profesorado de EGB, que tenía representación en la Junta de Gobierno de la ULL junto a otros centros de Gran Canaria, como los de Empresariales y Veterinaria, y al Colegio Universitario.

Guitián explica que estas movilizaciones, germen de la creación de la ULPGC, no surgieron de forma espontánea. “Se había generado un caldo de cultivo porque estábamos desamparados, discriminados en los presupuestos, poco atendidos en cuanto al profesorado... Era una situación difícil de sostener, había una incomprensión por parte de las autoridades académicas que se plasmaba en el día a día”, comenta el autor del libro La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria: antecedentes, evolución y perspectiva de futuro.

La aspiración ya se había manifestado una decada antes de la primera movilización masiva con una asamblea celebrada en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria a la que acudieron intelectuales de la época que se erigieron en promotores de la iniciativa.

“Había habido varias etapas en las que se había puesto sobre la mesa que la isla económicamente más fuerte y poblada del Archipiélago no podía estar sin universidad. No tenía sentido que centros de la Politécnica estuviesen radicados en Tenerife y que escuelas de Gran Canaria dependiesen de la Universidad de La Laguna”, asevera Guitián, que precisa que las instituciones universitarias estaban entonces estructuradas en función de la especialización (la Politécnica con escuelas de Arquitectura o Ingeniería y la ULL con la parte de Ciencias Sociales y Humanidades,además de Ciencias Básicas).

Los representantes grancanarios en la Junta de gobierno de la ULL habían hecho frente común y alzado la voz contra los desequilibrios en los repartos presupuestarios. “Era una denuncia continuada en el tiempo, convocábamos ruedas de prensa, mandábamos cartas a las autoridades... pero no teníamos éxito, las desigualdades se iban perpetuando. Es a partir de las movilizaciones cuando tiene un eco mayor”, recalca el director general de Universidades.

Para Guitián, una de las claves del éxito de las manifestacioness pro-universidad, las mayores que han tenido lugar en Canarias, fue el importante trabajo de comunicación realizado “no solo por los promotores de la universidad, sino también por los centros que dependían de La Laguna y que estaban radicados en Gran Canaria”. En este sentido, destaca la labor que ejerció Francisco Rubio, último rector de la Universidad Politécnica de Canarias y primero de la ULPGC, y las diferentes campañas que se emprendieron, como la de recogida de firmas.

A los recelos de la Universidad de La Laguna y de representantes políticos de la isla de Tenerife se le sumó la oposición de un sector de la izquierda que defendía una universidad regional, sin divisiones. Sin embargo, Guitián sostiene que detrás de la comisión promotora “estaba bastante gente de la izquierda” y que el PSOE, “que entonces era muy disciplinado”, fue “decisivo” para lograr la mayoría en el Parlamento de Canarias, ya que los grancanarios “fueron atrayendo diputados a la causa”.

“Cuando se lleva al Parlamento la iniciativa y el Gobierno de Canarias (presidido en ese momento por Lorenzo Olarte) firma el decreto de creación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria se recoge el fruto de una trayectoria de muchos años. Fue la toma de conciencia de los centros de Gran Canaria junto al caldo de cultivo popular lo que disparó y forzó una decisión muy acertada y positiva para la isla”, concluye.

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha conmemorado este martes el 25 aniversario de su creación con un acto institucional en el que ha sido investido doctor honoris causa Federico Mayor Zaragoza, ministro de Educación durante los años ochenta del pasado siglo y ex director general de la Unesco.

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