La Universidad de La Laguna analiza la atrofia cerebral en el tipo más frecuente de esclerosis múltiple

Investigadores de la Universidad de La Laguna han publicado un estudio sobre la atrofia que aparece en diferentes zonas del cerebro en los pacientes que padecen esclerosis múltiple con problemas cognitivos, informó este viernes el centro docente en un comunicado.

La investigación ha sido publicada en la revista European Journal of Neurology, forma parte de un trabajo científico más amplio que comenzó a principios de la década de los 90 del siglo XX, y ha sido desarrollada por un grupo de investigadores de las áreas de Neuropsicología y Psicobiología.

Para el estudio se evaluaron las funciones cognitivas en pacientes con esclerosis múltiple con poca afectación neurológica en dos momentos, al inicio del estudio y después de un año.

La esclerosis de curso remitente es la forma clínica más común de esta enfermedad, presente en el 80% de quienes la padecen, y se caracteriza por la aparición de síntomas neurológicos de más de 24 horas de duración, con una remisión posterior total o parcial.

En el caso de que dicha remisión sea parcial, se considera que el paciente presenta secuelas.

El término recidivante alude a síntomas que desaparecieron y que, pasado un periodo de tiempo, vuelven a aparecer.

Se realizaron análisis de lesiones y atrofia cerebral en las imágenes de resonancia magnética de estos pacientes en los mismos momentos, con el fin de predecir a partir de estos parámetros de daño cerebral las alteraciones neuropsicológicas.

Algunos de los pacientes fueron tratados con inmunomoduladores (interferones) durante el año de estudio y según explica la Universidad, este es uno de los tipos de medicamentos utilizados para suprimir, atenuar o modificar una respuesta inmune exagerada y descontrolada.

Además se estudiaron los cambios en el rendimiento cognitivo y en parámetros de imagen al año, relacionados con el tratamiento y comparando pacientes tratados y no tratados.

En todos estos momentos de evaluación se contó con grupos de control, es decir, sujetos neurológicamente normales.

El equipo comparó medidas de cantidad de lesión y atrofia cerebral en 52 pacientes con poca discapacidad neurológica, explorando diferentes dominios cognitivos: atención y velocidad de procesamiento, memoria verbal y visual, procesos visoconstructivos, funciones ejecutivas y programación y coordinación motora.

Se calcularon índices globales y específicos para clasificar a los pacientes como alterados o no en estas funciones cognitivas, comparando su rendimiento con 51 controles emparejados neurológicamente normales.

Para los análisis de resonancia magnética se utilizaron diferentes técnicas, como la denominada de volumen de lesión en densidad de protones y la T1, puesto que las lesiones se ven de manera diferente en cada una, lo cual indica que el substrato patológico es diferente también, es decir, que captan diferentes procesos de la enfermedad.

Generalmente, las lesiones visibles en las secuencias potenciadas en densidad de protones son múltiples y de pequeño tamaño aunque en ocasiones alcanzan gran tamaño debido a la confluencia lesional o a la existencia de lesiones pseudotumorales.

Gracias a este estudio, se ha podido percibir mejor las posibilidades de cada una de estas técnicas en afectados por esclerosis múltiple de curso remitente-recidivante.

Así, los pacientes con alteración en atención y velocidad de procesamiento, coordinación y programación motora, o aprendizaje verbal tuvieron una mayor atrofia ventricular en comparación con los pacientes no alterados en estas funciones.

Según los responsables del estudio, estos resultados sugieren que la alteración cognitiva en pacientes con esclerosis múltiple remitente-recidivante con leve discapacidad se explica mejor utilizando aquellas técnicas que se centren en las atrofias que en aquellas que lo hacen en la lesión total.

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