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'El barco del hierro' sigue en alta mar sin permiso para atracar

El buque Weatherbird II, que según Greanpeace pretende verter hierro al mar, permanece en alta mar sin permiso para atracar, mientras los armadores intentan aclarar lo que aseguran es una confusión, pues el objetivo es repostar y presentar un proyecto, pero aún no hay nada definitivo.

El jefe de Capitanía Marítima, Pedro Mederos, explicó este lunes que el barco se encuentra en aguas internacionales, entre Gran Canaria y Lanzarote, y está a la espera de los permisos que debe emitir el Ministerio de Asuntos Exteriores, aunque desconoce si han sido solicitados. Asimismo, subrayó que la normativa es la misma para todos los puertos de Canarias y España, así que no puede recalar ni en el de Las Palmas ni en ningún otro.

Este barco “no va a verter nada”, aseguraron fuentes de los armadores, quienes explicaron que los permisos a los barcos oceanográficos están regulados internacionalmente, pero este no lo es y se trata de un barco de apenas 30 metros cuadrados, por lo que tratan de aclarar esta confusión. La intención, prosiguieron, es repostar y presentar un proyecto, hablar con las autoridades y con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que aseguraron que fue la que inició las gestiones.

Sólo en caso de que dicho proyecto fuera autorizado se pedirían todos los permisos necesarios y se ejecutaría cuando fueran concedidas dichas autorizaciones, agregaron.

Greenpeace alerta de los riesgos ambientales

Por otro lado, Greenpeace reclamó este lunes al Ministerio de Asuntos Exteriores que niegue autorización para atracar en Las Palmas de Gran Canaria al barco Weatherbird II, desde el que la empresa Planktos pretende verter hierro al mar en un experimento de fertilización que cuestionan los ecologistas.

“El Gobierno español ya se ha posicionado en las reuniones del Convenio de Londres en contra de verter hierro al mar bajo el argumento de combatir el cambio climático; desde Greenpeace esperamos que su postura sea la misma hoy (lunes) y que impidan que Planktos siga adelante con sus intenciones”, afirma la organización en un comunicado donde hizo pública su exigencia al Ministerio. Una exigencia que justifican “los riesgos ambientales asociados a la fertilización marina con hierro” que ha programado la referida empresa, de capital estadounidense, asegura Greenpeace, que ha solicitado que se impida que el experimento se consume desde la semana pasada, días antes de que el Weatherbird II arribara a las costas canarias.

Su llegada al Archipiélago, de hecho, se produjo el pasado jueves, cuando el buque tenía previsto atracar en Las Palmas de Gran Canaria, si bien no pudo hacerlo debido a que precisaba para ello de un permiso de Asuntos Exteriores que no había sido solicitado. “Capitanía Marítima denegó el acceso al barco Weatherbird II por no solicitar autorización al Ministerio de Asuntos Exteriores con seis meses de antelación, como exige el Real Decreto 799/1981”, recuerda la organización.

“Ésta es la razón por la que, si el Weatherbird II quiere entrar en un puerto español, deberá solicitar la autorización, y por lo que Greenpeace solicita que, en tal caso, ésta fuera rechazada”, apostilla.

Informes ante varios ministerios

Los ecologistas destacan que, para avalar su postura, “la organización ha enviado esta mañana documentación al Ministerio de Asuntos Exteriores, Fomento y Medio Ambiente sobre los riesgos potenciales de la fertilización marina con hierro”. Y es que, si bien Planktos argumenta que “el aporte de nutrientes como el hierro al mar incrementaría el desarrollo del fitoplancton marino para, de esta forma, fijar dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y transportarlo a las profundidades oceánicas, mitigando así algunos de los efectos del cambio climático”, Greenpeace insiste en tener pruebas de la “ineficacia” de esa técnica.

Destaca que a ello se unen “los peligros potenciales asociados para el medio ambiente” de los vertidos planeados, una técnica que recalca han rechazado “tanto el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático como el Convenio de Londres para la Prevención de la Contaminación Marina”.

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