El fiscal pide 210 años para los cinco implicados del crimen de Churruca

El fiscal pide 210 años de cárcel para el encubridor y los 4 presuntos asesinos del peluquero Eloy Ortega González y su pareja, Pedro Ortega Machado, cuyos cadáveres se encontraron en septiembre de 2004 en el domicilio donde residían en la calle Churruca de la capital grancanaria.

Así consta en el escrito de acusación provisional remitido por el Ministerio Fiscal al juzgado de instrucción número siete de Las Palmas de Gran Canaria en relación a esta causa, por la que la Audiencia de Las Palmas inicia este lunes un juicio ante el tribunal del jurado.

Los acusados de este asesinato, cometido entre las 21.00 y las 22.00 horas del 29 de septiembre de 2004, “lo habían planeado previamente, en la creencia de que” las víctimas “guardaban una importante cantidad de dinero en metálico y joyas”, afirma el fiscal en sus conclusiones provisionales.

Los cuatro acusados, en prisión preventiva por esta causa desde el 27 de noviembre de 2004, son Miguel Ángel Rodríguez Mihalic, alias Nano, de 36 años; Luis Rogelio Valido Martín, alias Güi, de 22 años; José Claudio Galván Mihalic, alias Chino, de 35 años, y Fernando Romero Rojas, alias Nandy, de 26 años. A ellos se suma, como presunto encubridor, Sergio Santana Sánchez, para el que el fiscal pide dos años de prisión.

Para cada uno de los acusados, el fiscal pide 4 años de cárcel por un delito de robo con violencia; 10 años por dos delitos de detención ilegal y 38 por dos delitos de asesinato, además de una indemnización de 80.000 euros a los herederos de los dos fallecidos.

Destaca también que sobre José Galván Mihalic y Miguel Ángel Rodríguez Mihalic concurre la circunstancia agravante respecto del delito de robo con violencia y solicita el sobreseimiento y archivo de las actuaciones respecto del imputado Luis Rogelio Valido Ramos, al tiempo que pide que se mantenga la prisión preventiva de los cuatro acusados hasta la celebración de juicio oral.

Según la acusación provisional del fiscal, el día de los hechos los cuatro acusados, “concertados previamente en su propósito criminal y con la finalidad de obtener un beneficio patrimonio ilícito, se digirieron en un vehículo Opel Corsa alquilado hasta el número 41 de la calle Churruca, donde residían” Pedro Ortega Machado, de 33 años, y Eloy Ortega González, de 47, al que conocían, por su condición de peluquero, los acusados Miguel Ángel Rodríguez Mihalic y Luis Rogelio Valido Martín.

Tras estacionar el vehículo en las inmediaciones de la vivienda de las víctimas, Miguel Ángel Rodríguez Mihalic pidió desde el portero automático a Eloy Ortega que le abriera la puerta porque tenía que entregarle un objeto, a lo que éste accedió “a pesar de sus reticencias iniciales”.

El fiscal agrega que los acusados, “que previamente habían planeado el modo y la forma de abordar a sus víctimas” subieron juntos en el ascensor y, cuando Eloy Ortega abrió la puerta de su vivienda, “penetraron en la misma de manera súbita e inesperada”.

Un fuerte golpe en el rostro

Fue entonces cuando José Galván Mihalic propinó a Eloy Ortega “un fuerte golpe en el rostro”, lo que le dejó “aturdido y en el suelo”, hecho que aprovecharon los acusados para entrar en la vivienda.

Una vez en el domicilio, Fernando Romero Rojas dio “una fuerte patada” al segundo de sus moradores, Pedro Ortega Machado“, quien salía en ese momento del salón para dirigirse al recibidor.

Con cables del televisor y el teléfono que hallaron en la casa, los acusados maniataron de pies y manos a Pedro Ortega, al que también anudaron un cinturón a la altura de las rodillas.

Como las víctimas no contestaban a las preguntas que les hacían sobre el dinero, las joyas o las sustancias estupefacientes que tenían en la vivienda, el acusado Luis Rogelio Valido Martín practicó en el cuello de Eloy Ortega una técnica de estrangulamiento conocida como “mataleón”, mientras que los otros tres enrollaron un trozo de cable en el cuello de Pedro Ortega y le taparon la nariz hasta causarle la muerte por asfixia.

Tras presenciar, en el salón de la vivienda, la muerte de su compañero, Eloy Ortega proporcionó a los acusados la combinación de la pequeña caja de caudales que había en la casa, de la que robaron joyas y dinero en metálico, a los que sumaron cuatro teléfonos móviles y una cámara de vídeo que encontraron en otras dependencias del domicilio.

Después, trasladaron a Eloy Ortega hasta el dormitorio de la pareja, donde ataron sus manos con un cable y enrollaron sus piernas con un cinturón.

Mientras Fernando Rojas limpiaba el salón para borrar huellas, José Claudio Galván trató, sin éxito, de asfixiar con su manos a Eloy, al que finalmente logró estrangular con la ayuda de Luis Rogelio Valido y Miguel Ángel Rodríguez, quienes anudaron un trozo de cable a su cuello.

Tras abandonar, sobre las 23.00 horas, la vivienda, los acusados se dirigieron hasta una chabola situada en El Rincón, propiedad de Fernando Rojas, en la que se repartieron el botín.

Según el fiscal, Luis Rogelio Valido Ramos se guardó en un calcetín la parte del botín que le correspondió y se la dio luego a Sergio Sánchez, quien la “escondió” en su domicilio “con pleno conocimiento del origen ilícito de las citadas joyas -que la Policía recuperó luego en el inmueble- y a la espera de que le fuera solicitada su devolución”.

El resto de las joyas sustraídas, así como los móviles y la cámara de vídeo, fueron encontradas en los domicilios del resto de imputados o de sus familiares.

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