La mitad de los inmigrantes que llega a España lo hace para quedarse

La mayoría de los inmigrantes que vienen a España lo hacen para quedarse de forma permanente. Datos como que el 44,5% de los extranjeros tiene permiso de residencia permanente, la tasa de natalidad, número de menores escolarizados o las reagrupaciones familiares ponen de manifiesto que “no van a retornar rapidamente y que estamos ante un modelo de instalación”, según señaló este miércoles en Madrid el sociólogo de la Universidad de La Coruña, Antonio Izquierdo, durante la presentación del estudio Demografía de los extranjeros de la Fundación BBVA, basada en datos del INE y los padrones municipales. “Aunque no quiere decir que se vayan a quedar permanentemente hasta morir aquí, sino que va a ser por muchos años”, matizó.

Al ser preguntado por las nacionalidades que más se asentarán en España, Izquierdo se mostró cauto, ya que comparecerá el próximo miércoles en el Congreso de los Diputados para informar sobre este asunto, y explicó que el 44% de los marroquíes tienen los permisos de residencia permanente y también los ecuatorianos que llegaron a principio del milenio “muestran señales de querer quedarse”.

Sin embargo, el experto matizó que es difícil prever si los procedentes de los países del Este de Europa, que han sido los “últimos en llegar”, seguirán el mismo patrón, ya que eso va a “depender de cómo trascurra la situación económica en España y también en sus países” una vez afiancen su estatus de países comunitarios.

Durante la presentación del estudio, Izquierdo no dudó en recomendar al Gobierno medidas relativas a la inmigración a largo plazo ya que no son sólo mano de obra. “Las políticas públicas cometen un error al pensar que sólo llega mano de obra. Más del 50 por ciento de los inmigrantes que vienen a España tiene estudios medios, lo que es un elemento positivo porque a más cualificación más facilidad para cambiar de actividad profesional en el caso que un sector deje ser ser tan productivo o esté afectado por crisis económicas. Por eso, el experto en inmigración recomendó al Gobierno a que ”reconozca“ los títulos universitarios.

“El Gobierno y la sociedad tiene que pensar en el talento, es un desperdicio no valorarlo, porque nosotros no tenemos petróleo pero sí inteligencia”, explicó Izquierdo, con respecto a los factores que construirán la economía española.

Llegadas mínimas en cayuco

Por otro lado, otro de los datos que se desprende del estudio apunta a que únicamente el 5% de los 600.000 inmigrantes -una media de 500.000 entre 2001 y 2006- que llegaron a España durante 2006 vinieron en cayucos, pese a la enorme atención mediática dedicada a este fenómeno que tuvo su punto álgido el pasado verano en las costas de Canarias. “Se puede hacer una política de regulación de flujos sobre el 5% pero sería mejor hacerlo sobre el 95 por ciento”, aconsejó Izquierdo al Gobierno español.

En la actualidad, los flujos de inmigrantes hacia España ya se han globalizado y llegan desde cuatro continentes en “cantidades significativas”. Aún así, los inmigrantes latinoamericanos que son los más numerosos, un 28,4% del total, seguidos por los ciudadanos de Europa del Este, 21,8%, de Africa el 14,4% y de Asia, el 4,6% mientras el resto procede de países de la Unión Europea y Estados Unidos.

La intensidad migratoria de los últimos seis años tiene como resultado que 16,8 habitantes de cada 1000 sean extranjeros. “Ni en los años más álgidos de emigración española a Latinoamérica o a Europa en los años 60 del siglo pasado España había experimentado un movimiento migratorio como el que se ha producido desde la segunda mitad de los 90 y sobre todo desde el años 2000”.

“Es la más notable del último siglo en Europa”, concluyó Izquierdo. Este hecho ha convertido a España en el país con más flujo migratorio después de Estados Unidos.

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