Un motorista acusado de huir de la policía con dos kilos de 'coca' alega que ''llegaba tarde al dentista''

Un joven acusado de sendos delitos de conducción temeraria y tráfico de drogas alegó este miércoles que huyó de la Guardia Civil en su moto porque “llegaba tarde al dentista”. El procesado, Iván F.D., circulaba en Tenerife el 27 de septiembre de 2007 en una motocicleta con tubos de escape no homologados y se incorporó, según agentes del cuerpo armado, “bruscamente” a la autopista TF-1. Fue arrestado tras una persecución y después de tirar a un descampado una mochila que supuestamente le pertenecía y en cuyo interior había dos kilogramos de cocaína.

El Ministerio Fiscal pide una condena de 10 años para el acusado y una multa de 150.000 euros. El juicio tuvo lugar este miércoles en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. Según declararon los agentes de la Guardia Civil que lo detuvieron, Iván hizo ademán de parar tras dársele el alto por incorporarse a la autopista TF-1 “bruscamente” a la altura de Las Caletillas. Cuando el coche camuflado del cuerpo armado paró, el acusado huyó, emprendiendo en última instancia la huída por una carretera secundaria y en dirección contraria.

Los agentes lo persiguieron hasta que el procesado, según la declaración de los guardias civiles, se vio obligado a parar en el arcén al interponerse en su camino un camión de obra. Antes de que llegara el coche de la Guardia Civil, el acusado presuntamente tiró una mochila por un terraplén, operación que observaron los agentes mientras se aproximaban.

En el interior de la mochila resultó haber, envueltos en una toalla, dos fardos de cocaína. Sin que se le preguntara, según declararon dos agentes del cuerpo armado, el acusado espetó que “a mi no me van a colgar ese marrón”.

La defensa pidió la libre absolución del detenido -que se encuentra en prisión provisional- durante el juicio que quedó visto para sentencia. El letrado dudó de la veracidad de los testimonios de los cuatro guardias civiles que declararon. Además recalcó que no se encontraron huellas para implicar al procesado y subrayó, en su alegato final, que uno de sus testigos, un operario de mantenimiento de la autopista TF-1, aseguró que había observado toda la operación y que no vio al acusado tirar ninguna mochila.

El acusado se declaró inocente y aseguró que en un primer momento huyó de la Guardia Civil porque llegaba tarde al dentista y temía que, al tener su moto tubos de escape no homologados y por ende más ruidosos, fueran a confiscársela o a retenerle por este motivo. En esta tesitura, el procesado prefirió intentar escapar y pagar la multa, que arriesgarse a llegar tarde a su “importante” cita con el dentista y a que le quitaran la moto.

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