Reyertas, botellazos y policías desbordados en La Garita

Restos de basura tras la romería-ofrenda y la verbena de La Garita (Telde Actualidad).

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

Acusaciones cruzadas y más o menos veladas entre miembros del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), de la Policía Local de Telde y del Patronato de Fiestas La Sal, promotor de la romería-ofrenda y la verbena de La Garita, en Gran Canaria, en relación a las responsabilidades por los altercados que sacudieron el barrio el pasado sábado durante la celebración de las fiestas patronales en honor al Sagrado Corazón de Jesús.

Los cuatro agentes municipales que formaban parte del operativo de seguridad se vieron desbordados tras recibir numerosos avisos por reyertas entre grupos de jóvenes, incidentes que se saldaron con varios heridos que tuvieron que ser trasladados a centros de salud, algunos de ellos con cortes en brazos y cabeza producidos por botellazos.

Según fuentes oficiosas de la Policía Local de Telde, estas alertas fueron remitidas a los agentes del CNP de la comisaría de este municipio que se habían destacado en la rotonda de entrada al barrio, quienes, al igual que los municipales, se negaron a intervenir hasta la llegada de nuevos refuerzos, ya que “no estaba garantizada” la seguridad de los agentes.

Siempre según esta versión, desde la comisaría de Telde se requirió a la Jefatura Superior de Policía de Canarias que enviara a la zona a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de este cuerpo, que no pudo acudir porque “estaba prestando otro servicio” en la capital grancanaria. Sí se desplazó a La Garita un inspector que se mostró “sorprendido” por la falta de efectivos en unas fiestas que congregaron a más de mil personas, una afluencia “menor que la habitual”, aseguran los vecinos.

Finalmente, los agentes municipales dieron la orden de suspender la verbena y cerrar la caseta montada en la plaza de La Garita para evitar nuevos incidentes.

Fuentes policiales municipales consultadas por este periódico señalan directamente al jefe accidental de la Policía de Telde, Antonio Mederos (en el cargo desde el pasado mes de noviembre en comisión de servicio), como el principal responsable de lo sucedido por “no prever un evento que tenía fecha cerrada desde hace tiempo”.

“Es más importante la labor de prevención que la intervención. Los grupos operativos se adelantan a los acontecimientos: hay que requisar las botellas, revisar a la gente que viene en transporte público de otros puntos de la isla, hacerse cargo del tráfico, tener una presencia continua, acompañar la romería... Al ver a los policías, los jóvenes se cohíben. En los últimos años -antes de la llegada del actual jefe- no se llegó a erradicar por completo (las reyertas y borracheras), pero sí que estaba controlado”, asevera uno de ellos.

Ni el Ayuntamiento de Telde ni la Jefatura Superior de Policía de Canarias se han pronunciado de manera oficial sobre estos acontecimientos al ser preguntados por este periódico. Sin embargo, otras fuentes de la Policía Nacional niegan que hubiera descoordinación o falta de previsión en el dispositivo de seguridad y culpan al organizador del evento, el Patronato de Fiestas la Sal, por “juntar la romería con la verbena” (la romería comenzó a las 20.00 y finalizó a las 22.00 con la ofrenda, que dio paso a la verbena) y por no advertir de la llegada “masiva” de los jóvenes, a pesar de que los promotores insisten en que este año acudieron menos personas que en otras ediciones.

“Las reyertas no tienen nada que ver con la verbena”

Julia Martel, presidenta del Patronato de Fiestas La Sal. asegura que el pueblo de La Garita está “indignadísimo” con la propagación de lo que considera “un bulo”. “Los altercados se producen en la zona de la playa y en algunas calas, no tiene nada que ver con la verbena de La Garita ni con la romería, que se saldaron sin incidentes”, afirma.

La representante vecinal explica que la mañana de este martes acudió a las dependencias de la Policía Local de Telde y comprobó que en el informe sobre los altercados del sábado solo se habla de “empujones entre jóvenes” en la zona en la que se desarrolló la verbena, es decir, la plaza de La Garita y calles aledañas.

“Es cierto que los efectivos de la Policía Local la Nacional se vieron desbordados, pero no tiene nada que ver con lo que nosotros organizamos, está fuera de nuestra competencia, El Patronato cumple con todos los requisitos que el Ayuntamiento exige”, añade Martel, que ha exigido responsabilidades al Consistorio “porque ha habido descoordinación, sobre todo en el tema de la limpieza”. “Lo que no puede ser es que en los alrededores haya establecimientos abiertos hasta las 07.00, el comportamiento incívico y los destrozos los hemos intentado evitar y controlar”, concluye.

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