Acelerador lineal de oncología radioterápica

Pero si la portavoz, Carolina Déniz, estuvo sembrada, víctima de sus propios trompicones, lo de Mercedes Roldós fue de absoluta profesional. Su presencia en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno no estaba justificada en absoluto porque no se aprobó nada que tuviera que ver con su consejería, la de Sanidad. Así que pronto los periodistas llegaron a la conclusión de que la habían mandado a tocar las narices al Gobierno de Rodríguez Zapatero. Pero la doña empezó felicitándose por la pronta instalación “en el hospital Negrín” de un acelerador lineal de oncología radioterápica, un aparato del que ya hay tres en la provincia de Las Palmas, pese a que los ratios internacionalmente aceptados obligarían a tener ocho. La explicación de ese déficit fue la primera trampa en que cayó la consejera: “errores de planificación del pasado”. Del pasado de Coalición Canaria, su socio, que lleva al frente de la sanidad pública isleña desde que Franco era cabo.