Águeda, en medio del tiro cruzado

Lo tiene que estar pasando realmente mal la gente del PP de Lanzarote y de Fuerteventura, donde se concentra gran parte de las medidas de ataque a Canarias perpretradas por José Manuel Soria al grito de “Paulino Rivero se va a enterar”. La situación es especialmente difícil para el PP majorero, porque a los escuálidos resultados electorales cosechados en las últimas convocatorias, se une el total alejamiento del poder y el vacío social con el que los pueblos chicos castigan a los que consideran traidores. Y lo del petróleo en Fuerteventura ha sido considerado alta traición cometida nada menos que por el Gobierno de España, al que la presidenta del PP majorero, Águeda Montelongo, se ve obligada a defender como puede. A la imposición del petróleo, que incluso ha provocado la unanimidad de la clase empresarial en torno al presidente del Cabildo, el nacionalista Mario Cabrera, se ha unido acto seguido la decisión de declarar de interés para la defensa nacional el campo de tiro de Pájara y, al minuto siguiente, unos Presupuestos del Estado verdaderamente devastadores. El nerviosismo se le notó este miércoles a Montelongo en el pleno del Cabildo, donde defendía la oportunidad de la declaración de interés nacional del campo de tiro con una clamorosa falta de credibilidad. No en vano fue ella quien en la legislatura anterior batalló contra el Gobierno de Zapatero para que esa provocación no se produjera. Otra medalla al mérito militar que podrá colgarse a partir de ahora.